One Shots (Bl)

Itachi Uchiha

¿Han escuchado sobre el hilo rojo?, Una leyenda afirma que aquellos que estén unidos por el hilo rojo están destinados a convertirse en almas gemelas, y vivirán una historia importante, y no importa cuánto tiempo pase o las circunstancias que se encuentren en la vida. El hilo rojo puede enredarse, estirarse, tensarse o desgastarse… pero nunca romperse.

Yo no creía en esas cosas, pensaba que era una estupidez que le contaban a los niños, hasta que llegó él, bueno, nos conocemos desde que somos unos niños pequeños, nuestras madres eran mejores amigas desde la infancia, gracias a eso, conocí a Itachi Uchiha, un niño de cabello azebache y ojos negros.

Al principio era muy callado y tímido, aunque todavía lo es, un poco, pero en ese entonces lo era aún más, era un niño muy introvertido, no hablaba con casi nadie, solo se te quedaba viendo sin expresión alguna y prefería sentarse debajo de un árbol en vez de jugar. Él y yo somos polos opuestos, él es introvertido y yo extrovertido, siempre ando jugando y diciendo estupideces, escalando árboles, me hacia amigo hasta de las aves.

Esto también pasaba con la apariencia, Itachi tiene cabello y ojos oscuros, mientras que yo tengo el cabello rojo y ojos azules, a veces era algo molesto, otras veces no tanto. Mi cabello resaltaba aún más cuando íbamos a visitar a la familia de Itachi, pues donde vivían todos tenían cabello negro y ojos negros.

Con el tiempo me fui acostumbrado, y, con el tiempo, Itachi y yo nos enteramos que éramos almas gemelas, por el hilo rojo, pero, ninguno de los dos nos veíamos de manera amorosa, solo como amigos. Intentamos de muchas maneras romper el hilo, pero simplemente no se podía, y, poco a poco empezaron los problemas.

Itachi y yo discutíamos por todo, ya no era lo mismo de antes, y con cada pelea, un nuevo nudo se hacía en el hilo, algunas veces las peleas eran muy fuertes, tanto que el hilo se tensaba y se veía como si estuviera apunto de romperse pero no era así.

A lo largo de los meses nos distanciamos, y el hilo se estiró, en este punto ya no me importaba, luego de un tiempo nos hicimos adolescentes, Itachi se mantenía ocupado con sus misiones y en estar con su hermano menor, Sasuke.

Y era obligado a visitarlos por mi madre, era muy incómodo, pero el pequeño Sasuke daba ternura y bajaba un poco la tensión entre Itachi y yo, pero aún así, no desaparecía. Pudimos esconder el hilo, ya no lo podía ver otras personas a excepción de Itachi y yo, y eso me tranquiliza un poco.

Con el tiempo empeze a salir con chicas, porque pues, curiosidad, además, mi padre quería que empezará a salir con mujeres, ni idea por qué, pero siempre me decía que tenía que respetarlas en todo sentido. Y eso hacia, para este entonces ya tenía novia, había tenido dos anteriores, pero terminamos ya que ellas necesitaban "tiempo", no me importo mucho.

Intentaba no centrarme mucho en mi vida amorosa, estoy muy cerca de convertirme en jounin, y en el camino hice algunos amigos, cómo Kakashi y Gai, son unos años mayores que yo pero nos llevamos bien. Nos hicimos tan cercanos que les conté sobre el hilo rojo, y resulta que Kakashi también tiene uno con Iruka, me dejó ver su hilo y este estaba algo largo, demasiado diría yo. Me pidió que le enseñará el mío y lo hice. Como dije antes, estaba todo estirado, con nudos, tenso, y algo fino, si fuera un hilo normal ya estaría roto.

Solté un suspiro y salí de mis pensamientos.

Estaba en la casa de los Uchiha, visitando junto con mi madre a su amiga, y con ella a toda la familia Uchiha, luego de un rato mi madre con su amiga empezaron a hacer risitas y susurarse, nos dijeron que saliéramos al jardín, nos negamos al principio pero nos obligaron a salir.

Cómo no había nada que hacer veíamos el cielo, estaba apunto de iniciar un atardecer, faltaba poco, en eso Sasuke quería jugar con nosotros, nos negamos pero dijo que si no jugábamos con él, empezaría a gritar y a llorar, y tuvimos que aceptar.