Tobio Kageyama

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Definitivamente esa era una de las primeras veces donde te levantabas temprano en vacaciones, siendo obligado por tu novio. Normalmente eras muy animado y sonriente pero está vez estabas con cara de culo.

Estabas en el gimnasio del instituto donde estudiabas, ¿por qué? Fácil. Kageyama decidió enséñale lo más básico del voleibol a Dai para que no se pase los meses que tienen de vacaciones solo durmiendo.

Dai estaba en el club de basquetbol, se unió porque no sabía dónde más unirse, así que solo eligió uno a la zar. No le llamaba la atención ningún deporte en particular solo quería salir de las insistencias de unirse a un club.

En el gimnasio se encontraban Hinata, Daichi, Tanaka, Sugawara, Yamaguchi, Tsukishima, Kageyama y Dai. Los encargados de explicarle lo más básico que tenía que hacer eran Daichi, Sugawara y Kageyama, Hinata también lo intento pero el nuevo no le entendió su explicación.

Se pasaron toda la mañana haciendo ejercicios, también explicaciones y demás. Pusieron a Dai a hacer ejercicios en diferentes posiciones como; rematador, líbero, armador entre otras. Se le dió mejor ser rematador y líbero.

Y así empezaron su semana, Kageyama y Dai practicaban más a menudo. Tobio practicaba sus armadas (o como vrgs se escriba) y Dai sus remates.

Al estar solos en la cancha se tomaron la libertad de entrelazar sus meñiques mientras con la otra mano tomaban agua. Practicaron una hora más y te sentaste en el suelo cansado.

—¿Cómo puedes hacer esto los cinco días de la semana?—. Se quejo en voz alta.

—Te acostumbras con el tiempo—. Tomo un sorbo de su agua. Tobio se iba a tomar la libertad de regañar a su novio—. ¡No deberías de quejarte tanto, solo llevas un día! Además, no sé por qué no tienes aguante si entrenas basquetbol.

El regaño iba a ser largo, así que para callar a su novio ahora enojado. Dai se le acercó, lo agarro de la nuca para atraerlo hacía él y besarlo. Kageyama no sé lo esperaba, Dai lo había agarrado desprevenido.

Al separarse Dai pudo notar el gran sonrojo que tenía tobio en sus cachetes.

—Que lindo te ves sonrojado, debería sorprenderte con ese tipo de besos más a menudo.

—Idiota.

(...)

La mañana estaba haciendo mucho frío más de lo usual. Dai antes de llegar al gimnasio paso comprando un café con leche. Al llegar al lugar donde se encontró con su novio y con Hinata.

—Buenos días—. Un bostezó se escapó de sus labios mientras ponía su mochila en las gradas.

—¡Buenos días, Dai!—Hinata se lanzó a abrazar al de cabello negro con un mechón gris.

—Llegas tarde.

—Lo siento, Kageyama, pase comprando un cafe—. El chico recién llegado empezó a estirarse.

—¡Hay que calentar para luego empezar a practicar!

—Ya que.

Pasaron alrededor de una hora y media entrenando. Se pararon a descansar un rato para recuperar energías. En ese tiempo llego Yamaguchi y Tsukishima, luego llegaron los demás. Cómo pasa casi todos los días, Kei empezó a molestar a Kageyama, lo que empezó con una pequeña pelea entre ambos.

Hubo algo que dejo confuso a Dai; Tsukishima llamo a Kageyama "el rey" o "el rey de la cancha". Con curiosidad se atrevió a preguntar.

—¿El rey de la cancha?

—¿No lo conoces?—Kei volteo hacía Dai, el cuál lo miraba con confusión-. Bueno, era un jugador muy egocéntrico y mandon con todos en su equipo.

—¿A si? ¿Y quién era?—La curiosidad estaba carcomiendo a Dai de la manera más cruel posible.

—¿De verdad quieres saber?—Tsukishima hizo una sonrisa con malicia mientras veía como el pelinegro le brillaban los ojos por saber.

—Claro que...

—¡No!—Interrumpió Tobio, el cuál se encontraba tenso y nervioso.

—¿Por qué no?

—Así es, Kageyama, ¿por qué no puede saber?

—Porque... Pues... Eh.

Todos los que se encontraban en la cancha veían a Kageyama. Todos tenían sus propias suposiciones sobre por qué Kageyama no quería que Dai se enterará sobre quién era "el rey de la cancha".

Por otro lado. Kageyama no sabía que hacer o decir. Sentía la intensa mirada de su novio sobre él sintiéndose todavía más presionado. No quería que Dai lo reconozca por ese estúpido apodo.

Sin mencionar una palabra. Tobio se acercó a Dai, lo agarro por el cuello de la camisa que tenía puesta y lo jalo llevándose lo con él. Estuvieron caminando unos cinco minutos. Hasta que llegaron a la parte trasera del instituto. Dónde, normalmente, las parejas iban a besarse, incluso a tocarse.

—Kageyama...

Tobio solo lo abrazo sin decir nada. Dai correspondió al abrazo con confusión. Estuvieron diez minutos así, en la misma posición. Dai empezó a acariciar y a jugar con el cabello negro de Tobio.

—Kageyama—. Volvio a llamarlo-. ¿Por qué no quieres que sepa quién es "el rey de la cancha"?

Porque tengo miedo de que tú también me veas por el lado de dictador y no me veas como realmente soy.

Su orgullo no lo dejo pronunciar esas palabras, así que solo le iba a dar una "explicación" increíblemente corta.

—Porque no, y punto.

Dai no volvió a preguntar nada más. Lo único que hizo fue levantar el rostro de Kageyama y besarlo. Tobio le correspondió en seguida. Sus labios se juntaban y se tocaban entre si, haciendo que encajaran perfectamente uno con el otro. Dai mordió el labio inferior del de menor estatura, haciendo que este soltara un pequeño quejido. Dai aprovecho para meter su lengua en la boca del contrario.

Kageyama enrollo sus brazos por encima de los hombros de Dai, y empezó a acariciar el cabello del de mayor estatura. Sus lenguas se entrelazaban por breves momentos. Luego de unos minutos. Tuvieron que separarse por falta de oxígeno. Dando fin al beso apasionado.

—Lo que tú digas. Ahora, ¿quieres ir por un cartón de leche o yogurt?

—Claro—. Empezaron a caminar hacía una máquina expendedora. Dai empezó presionar unos botones en la máquina. Mientras que Kageyama veía a su novio—. Nunca creí que me gustarían los besos con lengua.

Luego escucho la risa de Dai, el cuál era profunda y muy sexy.

—¿Por qué?

—No lo sé. Desde mi punto de vista; se veía asqueroso.

—Entonces, ¿te hice cambiar de opinión?

—Puede ser.

—Bueno, entonces, te besaré así más a menudo, a si cambiaré ese "puede ser" a un "sí".

—Me encanta la idea.

Fin...

Espero y les haya gustado.

One Shots (Bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora