Cαpιтυlo 26 📗

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Muchas veces uno quisiera detener el tiempo para vivirlo aunque sea por unos minutos más, pero es de las cosas imposibles que uno no puede simplemente hacer, solo queda disfrutar de las memorias mientras son vividas y grabar los recuerdos solo en nuestras mentes.

En los planes de la vida de Rose no estaba fijarse en alguien, le gustaba vivir tranquila, disfrutando de enseñar a los peques la lengua inglesa y sonreír al ver buenos resultados en el desempeño de sus queridos alumnos.

En general, a la chica de cabellos rubios le encantaba sacar lo mejor de los demás, hacerlos felices, no sacrificaría nada con tal de lograr su objetivo de repartir amor y conocimientos a las personas con las que tuviera ese alcance, tal vez era su verdadera vocación ayudar a la gente y construir un mundo mejor.

Sin embargo, ahora Roseanne estaba enamorada, no podía caber más felicidad en su rostro, podían llamarla cursi pero era una satisfacción la que le daba saber que un chico tan lindo estaba interesado en ella.

Jimin, había tenido hasta ahora el baile como su única razón para estar satisfecho con su vida, dando sus mayores motivaciones a la hora de deslizarse por los escenarios.
El muchacho de cabello rosa emitía un aura que contagiaba con sus movimientos y sonrisas, solo su presencia en los lugares a los que llegaba, llenaban de encantó los ambientes que frecuentaba.

Una chica enamorada de un chico enamorado ¿Que más se podía pedir?

Pues no tenían la vida arreglada, claro, aprovechaban el tiempo juntos, Rose llegaba junto con Jennie para visitar a ambos chicos los días que tenían libre, y si era necesario, los esperaban en la sala para recibirlos con mimos y besos.

Seguían echándose las mismas miradas que lograron la atracción entre ambos, pues era divertido para los dos, verse cada vez que tenían oportunidad en la institución.

Aún así salían a menudo, a lugares donde Roseanne disfrutaba de la comida junto con la compañía del Pelirosa, las salidas eran frecuentes, por lo regular eran siempre que acababan las clases, Jimin esperaba al final del pasillo, y cuando ella lo veía, corría para darle un abrazo, rodeando con sus brazitos su cuello mientras el la alzaba para dar vueltas con ella colgando de su fuerte cuerpo.

Rose le había recomendado guardar sus ahorros para su viaje, prefería eso a ser consentida, para ella un regalo más valioso que unas flores era la sonrisa que Jimin le brindaba cada vez que le mostraba sus exámenes finales aprobados.

- Cada vez mejoras más, Jiminnie!!! .- se emocionaba pues se acercaba su graduación y tenía todas las ventajas de ser el de promedio más alto en su generación.

- Es que tengo una hermosa motivación para aprender el inglés .- sonrió mientras ella se ruborizada más.

- ¿Y pudo saber cuál es? .- rompió distancias con el para colocar su rostro tan cerca del suyo.

Después de un beso rápido, el se dedico a responder.

- Quisiera llegar a hablarlo tan hermoso y bello como tú .- confesó más sonrojado y sonriente que nunca, para soltar una carcajada pues vio a Roseanne abrir sus ojos impactada -. Es que lo hablas tan bien, Jennie me dijo que envidiaba tu acento y que siempre era placentero oírlo, no pude estar más de acuerdo.

Apretó sus mejillas para que se pusieran tan rosas como el cabello de Jimin, no resistió tanta ternura ante sus ojos y beso ambas mejillas.

- ¿Ustedes no se cansan de ser tan empalagosos? .- los interrumpió un pelinegro de cabellos anchos, que venía de la mano con su tierna novia.

The English's Teɑcheɾ 📚 𝐽𝜄𝑟𝜎𝑠𝜀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora