The English's Teɑcheɾ 📚 𝐽𝜄𝑟𝜎𝑠𝜀

Cαpιтυlo 29 📙

A Jimin le tocó sentarse junto a la ventana, pues a Jungkookie le daba algo de vértigo mirar hacia el vacío cielo azul, sus Hyungs estaban con sus chicas escuchando música y platicando sobre los sueños que estaban por cumplir apenas llegarán a tierras estadounidenses.

No tenía una hora de vuelo y ya sentía extrañar aquella linda muchachita de rubios cabellos que tanto le generaba sonreír.
Miraba las fotos que se habían tomado desde el día en que se prometieron disfrutar de su amor presencial, y como las cosas habían salido tan bien últimamente en su joven vida, sacaba un suspiro agradecido de haber cruzado su camino con el de ella.

Sin más preámbulos, Roseanne se estaba convirtiendo en el amor de su vida, juraba que cuando se volviera un bailarín reconocido lo primero que haría es volver a sus brazos y llenarla de besos y caricias.

El tiempo pensando en ella hizo que se fuera volando literalmente, cuando aterrizaron en la ciudad de Los Angeles, Namjoon dirigió a todos, a las afueras del aeropuerto estaría esperando una camioneta que llevaría a todos a la hermandad donde vivirían.

- Si no entiendes algo, tu solo dime para que yo pueda ayudarte ¿Si, Jisoo? .- el castaño le sonreía a la pelicastaña que se veía algo abrumada pues todo el mundo hablaba inglés ahí y su pánico podía intensificarse.

Más la seguridad volvió a ella, venía del brazo con Jennie y al lado al mejor amigo y novio que podría haber tenido. El chófer se mostró amable, también hablaba Coreano así que podía entender en caso de que tuvieran alguna crisis y no pudieran comunicarse.

Cosa que no debería ocurrir pues ya todos los chicos eran unos completos dominantes del idioma, el conductor les brindo comodidad para expresarse.
Platicando normal hasta que le preguntaron sobre la persona que estaba encargada del lugar donde se alojarian.

- Mejor sigamos hablando felizmente, pues de solo pensar en el señor Ming se me pone la piel de gallina .- no fue mucho lo que dijo pero ya los había comenzado a inquietar.

¿Tan malo era ese tal señor Ming?
Namjoon inspeccionó un poco en su perfil y parecía ser un hombre serio y que no demostraba sus sentimientos abiertamente.

- Dudo que ese tal Ming supere el genio de mi noviecito eh... .- bromeó Jennie mirando como su chico fruncía el ceño y cerraba los ojos, típico hábito que le fascinaba cuando ocurría.

- Excuse Me Babe? .- soltó una risa por las expresiones, término por darle un besito en su nariz para que calmara sus interrogantes faciales.
El auto se detuvo frente a la semejante mansión, bajaron el equipaje y el chófer les abrió paso empujando la rechinante reja de metal que poseía el muro que rodeaba la casa.

- ¿Quien es Kim Namjoon? .- se escuchó una fuerte y potente voz grave detrás de la puerta, apareciendo un señor asiático calvo y de peso regular y con unas hojas en sus manos, su vista se paseaba por lo que fuera que estuviera leyendo.

- Soy yo .- se presentó el azabache acercándose para intentar estrechar su mano, pero el Señor Ming solo lo miro de reojo y les pidió que lo acompañarán adentro.

Los dirigió por todos lados, presentando las habitaciones y tomándose el cargo de elegir quienes compartirían cada una de ellas, los muchachos fueron divididos por edades mientras que las chicas estarían juntas.

- Nini!!! Yo quiero a mi chica conmigo y estoy seguro que Nam también.....- exclamó Yoongi bajo protesta pero el calvo lo frenó.

- Aquí mis órdenes son las que se cumplen, y no quiero que anden de calientes, no los conociera.... .- se mostró indiferente el señor sin importarle lo fruncida que se encontraba la expresión en Yoongi.