Flowers -Hyunsung

- Pelea.

- Hyung por favor venga... Félix... él...- Y de la nada sollozos y el tono de que la llamada había finalizado.

Hyunjin había salido corriendo hasta la casa del omega peliazul que tan mal lo traía.

Al llegar toco la puerta desesperadamente y por el vidrio vio como Jisung bajaba de las escaleras y casi que corría hacia la puerta donde él estaba.

- ¡Hyunjin!- Si el pelirrojo fuera un poco más pequeño estaba seguro que ese abrazo podría haberlo dejado sin aire.- ¿P-Por qué tardo tanto?- La remera que el alfa llevaba ya estaba algo mojada por las lágrimas del más joven.

- Sunggie, bonito, perdóname ¿Si? Fue difícil correr sin tener mucho estado físico desde mi casa hasta acá.- Solo una risita y abrazo posesivamente al omega. Podía estar fingiendo que estaba bien con Jisung pero juraba que el omega estaba mal por algo que había hecho el alfa de Félix y eso le ponía la sangre a hervir.

- ¿Te m-moleste? ¿N-no vas a d-dejarme por eso o s-si? ¡Perdóname hyung, no pensé que tendría que hacerte correr! ¡En serio perdón, por favor no te vayas con otro omega, por favor!- Las lágrimas y sollozos del ojimiel empezaron a ser desgarradoras para el corazón y la cabeza del alfa.

- Hey, lindo, no molestaste ¿Okey? Al contrario, fui yo quien te llamo por que te extrañaba ¿Y qué es eso de cambiarte Sunggie? ¿Realmente crees que hay algún omega en este mundo que llegue a tu nivel? Sin menospreciar al resto de omegas claro pero es que, tú eres tú y nadie podría igualarse a ti. Jamás voy a cambiarte Sunggie, maybe mi padre podría ser un poco más importante en mi vida pero ya sabes, me dio la vida.- Ambos soltaron una pequeña risita y el alfa sintió como su corazón se empezaba a sentir cálido.- Pero no, lindo, nadie, ningún omega, beta o alfa podría ser tan importante para mi como lo sos vos. Excluyendo de ese grupo a mis hermanos y a mis papás.- De nuevo las risitas y de nuevo la sensación cálida en el corazón del mayor.

- Gracias por venir hyung... lamento haberle pedido que viniera tan tarde...- Las lágrimas del peliazul casi que habían cesado, no del todo, pero casi.

- Sunggie creo que no entendiste, así si me llamaras desde el lugar más alejado de Corea a las 4 de la mañana para que vaya contigo solo para hacerte compañía, yo voy a ir a las 4 de la mañana a ese lugar solo porque vas a estar tú.

El corazón del omega se había empezado a sentir cálido tal como el del alfa. Los ojos de ambos se conectaron y pareciera como si los dos quisieran decirse cosas distintas.

Empezaban a acercarse y en cuanto el omega recostó su cabeza en el pecho del alfa, lo sintieron. El silencio predominaba tanto en ese momento que lograron escuchar como sus corazones palpitaban al mismo tiempo, conectándose.

- Hyunjin... ¿Sientes eso?- Esas palabras habían, momentáneamente, opacado al sonido de los corazones.

- Lo siento Sunggie, ¿no es lindo?- El alfa estaba deseando que el sentir sus corazones de tal manera para el omega haya significado lo mismo que significó para él.

- Se sintió cálido... cállase hyung, quiero escucharlo de nuevo.- Definitivamente eso había sido suficiente para hacer que el alfa sacara la sonrisa más sincera y grande que pudo.