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Cuando paso la media hora que Taehyun le había indicado a Guillermo, el hombre tocó la puerta de la habitación y paso por las maletas, siendo seguido por ambos jóvenes.

-Anda Taehyunie, dime a dónde vamos.

-No.

-¿Porqué?

-Es una sorpresa.

Beomgyu frunció el ceño- no me gustan las sorpresas.

-A mi si- le dió un beso en la mejilla antes de subir al carro- sorpresa.

-¡Ya!

El camino al aeropuerto siempre fue aburrido para Taehyun, desde que era niño se la pasaba viajando, nunca tuvo descanso, y pues para Beomgyu fue más rápido de lo normal, antes de subir al avión, Kang tomó la mano de Choi y sin soltarla ingresaron a dicho vehículo aéreo.

-Taehyunie~

-No.

-Por favor~

-Si sigues insistiendo te soltaré de la mano.

-¡Pero Kang!

-Pero Choi.

-Olvidalo.

Pasaron largas horas de vuelo, en las que Beomgyu no le volvió a dirigir la palabra, pero tampoco soltaba su mano, ya estando a punto de llegar decidió decirle al pelilargo su destino.

-Paris.

-¿Mh?- pregunto mirándolo a los ojos.

-Nuestro destino, París, Francia.

Los ojos de Beomgyu se achicaron un poco cuando sonrió, soltó el agarre de las manos, para inmediatamente abrazar a Taehyun.

-Gracias.

-¿Porqué?

-Por decirme, no podía fingir más tiempo que estaba molesto.

-Sabia que no lo estabas.

Al bajar de aquel avión el pelilargo soltó un suspiro de alivio, y abrazo al peligris.

-Seguimos vivos- celebro- ¿A dónde vamos ahora?

-¿Al hotel?

-Buena idea.

-Sabes por qué a Francia- hablo Taehyun más bien como una pregunta una vez dentro de su habitación.

-No ¿Porqué?- le respondió sentándose en la cama.

-Una vez cuando era niño mi madre me trajo aquí, dijo que Francia era la cuidad del amor, no le creí en ese entonces porque no sabía que era el amor, mucho menos porque ellos nunca lo demostraron, ni mi madre ni mi padre, me dijo que me traía aquí, porque ella me amaba, como su hijo, tsk como si eso fuera verdad, y que me enseñaba este lugar porque si algún día yo amaba a alguien, lo tenía que traer a este lugar- sonrió, pocos eran los momentos que recordaba tener bien con su madre- por eso te traje aquí, fue como un tipo de promesa hacia mi madre, solo a ti te he llegado a amar, mucho más de lo que es normal.

-¿Porqué yo? Y si conoces a alguien más en el futuro y te aburres de mi, ¿Lo traeras aquí?

-Imposible, eres el único.

Beomgyu soltó un suspiro y se dió la oportunidad de abrazar a Kang, quien ya se había sentado junto a el.

-Gracias Taehyunie, yo también te amo y desde hace dos años tu también eres el único.

Ambos emitieron un bostezo.

-Tenemos que dormir, fue un viaje largo- dijo Taehyun acostándose y dejando su brazo estirado, para que el azabache lo usará de almohada.

(Viéndolo desde mi punto de vista actual en esta historia se la pasan durmiendo, lo intentaré cambiar)

-Además mañana cuando despertemos te llevaré a la Torre Eiffel.

Beomgyu le sonrió- uyy, señor Kang se puso muy romántico.

-¿No te gusta?

Choi asintió- me gusta, es muy lindo de tu parte.

Ahora fue el turno de Taehyun de sonreír- ya veo, ahora duerme.

El pelinegro se recostó en una orilla de la cama esperando a que Taehyun entrará, estaba un poco serio por que se sentía solo, ya se había cambiado y habían pasado quince minutos desde entonces, y cuando menos se dio cuenta, ya estaba dormido. No se volvió a despertar en toda la noche, si lo hasta las ocho de la mañana del día siguiente, Kang lo observaba como si fuera la octava maravilla del mundo.

-¿Tengo algo en la cara?- el mayor negó- ¿Entonces?

-Nada, solo me preguntaba algo.

-¿Qué?

-Nada, nada, ¿Descansaste?

-Pues al principio no, porque no estabas, pero después me quedé dormido, ¿Donde estabas?

-Preparando todo para hoy.

-¿Así? ¿Qué hiciste? ¿A dónde iremos?

Taehyun se mantenía sentado en la cama, ya vestido, mientras Beomgyu aún seguía en pijama, el rubio lo miraba tiernamente, sus ojos brillaban y mucho.

-Te amo- confesó, algo tan repentino que ocasionó que Beomgyu se sonrojara y se tapara con las sábanas hasta la cabeza- ¿Qué pasa?- soltó una pequeña risita.

-¿P-porque tan de repente?

-Porque te amo.

-Si, pero yo te pregunte algo y me respondiste...

-Con mis sentimientos, Choi Beomgyu, te amo.

Entonces el pelinegro se permitió destaparse aún sonrojado- también te amo Kang Taehyun.

Ambos se sonrieron- anda, ve a cambiarte, te llevaré a miles de lugares toda esta semana.

-¿Tantos? Sabes Tae pareces un niño pequeño emocionado por navidad.

-¿Porqué? Solo quiero hacerte feliz y verte sonreír.

-Ya lo haces.

Después de un rato de esperar al menor sentado en la cama, al fin salieron del cuarto del hotel.

-¿A dónde quieres ir primero?

-¿A dónde me quieres llevar?

-¿Qué te parece si dejamos la Torre Eiffel para la noche? Se ve más hermosa en la noche.

-Está bien, ¿entonces?

-¿Te gustan los museos?

Beomgyu negó- s-son aburridos...

Taehyun sonrió- no tanto, pero si no te gustan... Supongo que solo podemos tomarnos una foto fuera de el, ¿Quieres?

-¡Si! Siempre y cuando no entremos a ver la Monalisa todo bien.

-Esta bien, esta bien.

Todo el día se la pasaron dando vueltas y tomando demasiadas fotos por todo París, y al llegar la noche Taehyun tomó la mano de Beomgyu en silencio y lo llevó a la Torre Eiffel, sin decir nada subieron hasta la cima y se quedaron ahí, Beomgyu observando el hermoso paisaje y Taehyun observándolo a él.

-Beomgyu.

-¿Si?

-Hoy exactamente hace cuatro años te vi por primera vez- recordó con una sonrisa- llamaste mi atención desde el primer momento... Aunque quise acercarme a ti sin lograrlo, me alegra haber hecho ese trato con tus padres... Sabes, hace mucho no lo digo pero, Choi Beomgyu, estás en todo tu derecho de pedir el divorcio, ya que todo fue por obligación.

Continuará...

OBLIGADO~TAEGYUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora