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Megumi se encontraba en la recepción de la empresa Ryomen central. Sabía por sus contactos que esa era donde operaba Sukuna y de la cual se encargaba personalmente pero justo ahora tenía un pequeño problema...

—¡Ya te dije que no! ¿Acaso quieres que me despidan?.— la recepcionista le negaba el paso hacia la oficina de Sukuna

—Escucha; Kugisaki ¿No?.— dijo tratando por todos los medios no clavarle un puñal ahí mismo —Se que no hice la cita pero te aseguro que conozco al dueño de la empresa y somos buenos amigos.— no era del todos cierto pero tampoco era una gran mentira —No tendrás ningún problema si me dejas pasar.

La chica suspiró pesadamente mientras se preparaba (seguramente) para gritarle de nuevo.

En eso pudo ver de reojo como una mata de cabello rosa se adentraba en uno de los pasillos.

«¡Sukuna!» intuyó y por lo tanto corrió en la misma dirección con la chica de recepción siguiéndolo y gritando por ayuda a seguridad.

Si Sukuna no lo defendía estaría en serios problemas.

—¡Sukuna!.— habló casi gritando, mientras tomaba del hombro al otro

Gran sorpresa se llevó al ver a un chico más joven y sin las características marcas del Ryomen al frente suyo.

—Oh, te has equivocado.— le dijo sonriente —Mi hermano está en una junta, ni siquiera a podido recibirme a mí.

¿Hermano?

—¡Allí está!.— oh no...

La chica de cabello cobrizo lo había alcanzado y junto a ella habían dos enormes hombres trajeados de negro. Megumi no tendría problema con derribarlos pero no necesitaba hacer más escándalos en la empresa donde se suponía, quería trabajar.

—Oigan, oigan ¿Pero que les sucede, Kugisaki?.— preguntó el supuesto hermano de Sukuna quien se interpuso entre Megumi y los guardias — ¿Porqué tratas así al invitado de mi hermano?

¿Invitado? Ese chico le acababa de salvar el pellejo

—¿Invitado dices?.— cuestionó la chica —No tengo ningún "invitado" programado en la agenda de tu hermano hoy.

Se veía cansada de correr y hablaba jadeante pero con gran autoridad.

—Eso es por que a sido una visita de última hora.— sentenció —Estaremos en la sala de espera, por favor envíanos un café.

Y sin más se dio la vuelta haciéndole una seña para que lo siguiera.

—Yuji Itadori.— una voz de ultratumba proveniente de la chica les erizó la piel —Más te vale no estar mintiendo o me las pagarás.

Megumi pudo notar la cara pálida del chico quien sólo atinó a rascarse la nuca con nerviosismo y voltear a verla con una sonrisa.

—No te preocupes, Kugisaki.— le dijo enérgico y acelerando el paso

El pasillo los llevó hasta un ascensor en el cual se adentraron. Megumi vio como el chico pelirosa apretaba el boton que los llevaría hasta el octavo piso.

—Y dime; ¿En verdad eres amigo de mi hermano?.— preguntó con un eje de incredulidad y asombro

El pobre se había metido en quien sabe cuántos problemas y ni siquiera estaba seguro si él realmente conocía a su hermano.

Las puertas del ascensor se abrieron en un pequeño salón adornado por unos cuantos muebles en los cuales se sentaron. Una jovencita vestida en un traje negro los recibió con café,
tal y como el otro había ordenado.

𝐀𝐬𝐞𝐬𝐢𝐧𝐨 - [𝐒𝐮𝐤𝐮𝐅𝐮𝐬𝐡𝐢] [𝐆𝐨𝐘𝐮𝐮] (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora