día 13: siéntate, hablemos, me lees, te leo.

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dale un beso por mi.

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Cuántas cumplidas?.
Cuántas rotas...

Me enamore de unos hermosos ojos café, que debajo de ellos encontré la razón de mi locura; esos lindos que al sonreír me hacían enamorarme aún más, me enamoré de las pláticas continuas, de la manera en que hacías que nunca me aburriera de hablar contigo, y de hacerme reír aunque no te tuviese cerca. Y como al pasar el tiempo un "te quiero" se convirtió en "te amo" y como pasamos de ser nada a ser el amor de nuestras siguientes vidas, cada día me enamoraría de tu mismo ser, dulce como la miel
Te sigo queriendo. estoy aquí, conmigo y sin ti. En guerra porque todavía te amo y porque a pesar de todo no tengo excusas para olvidarte. y entonces escucho todas esas canciones que me hacen sentir muy cerca de ti, y amontono recuerdos para dejar de extrañarte, y te sigo eligiendo en cada uno de mis días, porque dejaré de amar... No puedo


Hoy, me quedo con lo lindo. Sin olvidar lo malo y lo que aprendí. No me arrepiento una sola vez de haber Sido como fui, de haber suspirado por tí mil cien veces; por haberme enamorado hasta la punta de los dedos y llevar nuestro amor a cuestas por mucho. Los planos de mis ruinas siempre los tendrás tú pero siempre ten en cuenta que en ruinas, sigo totalmente hermosa.

Jamás pensé querer a alguien así, si hoy de algo estoy segura es que en mi vida me sentiré de ese modo. Ojalá no piense que no la quiero con todo mi ser porque al contrario, es de lo único que hoy estoy segura. Siempre de pequeña me imaginé un cuento de adas, un amor perfecto, una historia excepcional y resultó ser un completo enredo de hilos como los que me ponía mi abuela constantemente cuando tejía a acomodar porque la bola rodaba en el suelo.

En eso consiste, desenredar y tener paciencia y en un momento dejar de tensar el hilo y soltar.

Así pues, volví a mi vida, a mis días, a aquella rutina tan maravillosa previa al desastre que viví estos días. Volví a sentirme valorada por mi misma. Me costó pero aprendí a perdonar el daño que me había causado esta guerra. Supe sobreponerme y derrotarla a base de dosis de alegría y llantos. Porque ésa, es la única forma de superar las cosas: poniéndose de pie y haciéndote más grande que ellas. Seguro que esto ya te lo eh dicho en más de una ocasión. ¿Verdad?
Yo me recuperé, no me tiembla la voz ni los recuerdos para decirte que volví a ser feliz. ¿Sabes cómo?valoré todo lo que tenía y también lo que había tenido, que eso es algo que nunca hay que olvidar, aunque sea parte del pasado. Deje que mi vida me diera lo que me tenía preparado para mí. Me di un respiro. Recobré el aire. Es una costumbre tonta que tenemos las personas: recordamos lo que tenemos cuando perdemos algo. A mí sólo me faltaba ella, sí, pero no en mi corazón; ahí sigue siempre el suyo.

Te eh pensado mucho, ojalá hayas disfrutado todo lo que te di. Fue para ti unicamente y con toda la intención.
Espero hayas aprendido, comprendido, y divertido.
Te hayas sentido plena y querida.
Que aprenderieras lo que es el amor la responsabilidad y el compromiso.
A su vez que ya sepas lo que es jugar con alguien, herir sentimientos, mentir, menospreciar, no valorar y por consecuencia perder.
Que luego el esfuerzo para recuperar no es insignificantivo.
Y que los grandes amores duran para siempre, pero no siempre duelen.
Lo que es que exploten de amor por ti.
Un beso fugaz y cuidado que siempre te di.
Lo que es el aguante de un abrazo verdadero.
Lo que causa aparecer y desaparecer.
Lo mucho que lastiman las promesas no cumplidas, las mentiras
Que unos ojos se fijen en ti, y no puedan dejar de mirarte con tanto amor.

Lo lindo que puede ser al amor y lo mucho que puede llegar a doler también.

En este mundo todos somos ganadores, pero no en el mismo juego.
Es que hay personas que te quitan el corazón, y otros que te lo vuelven a poner.
Pero en medio de todo este caos, siempre vale quererse en defensa propia. Lejos de todos y más cerca de ti.
Porque la inconsciencia, duele mucho más de lo que la gente piensa y una de las lecciones más difíciles de la vida es dejar ir. Sea culpa, amor, rabia, pérdida o traición. Nunca es fácil el cambio. Luchamos por aguantar, pero también luchamos por dejar ir.

Y es que el dolor nunca llega en olas que limpian la orilla. Es más como un tornado y los que amamos y hemos perdido a otros, siempre estamos en el centro de todo.

No me dejes ir, si es que para ti esa vida que dejamos también tuvo algún significado. No me dejes que el olvido me borre de la geografía de tu memoria, que los mapas que te dirigen a mi nombre se pierdan, que ya nunca más ningún objeto te devuelva mi nombre, aunque sea por casualidad. No me dejes ir porqie a estas alturas esa es la única esperanza que me queda, el saber que todavía vivo en la mente de alguien que amé con todas mi fuerzas, haga llegar a despojarme de todas ellas. Encuentrame entre tus sueños y deja que te invite a juntarnos las manos y la vida, la boca y los besos, como antaño cuando creíamos que todo eso iba a durar para siempre.

Quizá no es el final feliz que esperaba, porque la historia aún no llega a si fin.

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