Capítulo 1

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Título: Bandera Roja.

  En la preparatoria de Brookfield, las cosas estaban bastante silenciosas.

  No habían jóvenes correteando por los pasillos, ni tampoco nadie clasificaba en el aula de detención.

Todo parecía malditamente tranquilo, y eso para Stephen, no eran buenas noticias.

  Desaprovechar la única vez que el profesor Soto faltaba a la escuela, era una estupidez. ¿Acaso eran tontos? Eso jamás había pasado en los 1300 años de antigüedad que tenía esa preparatoria. Y muchos menos con la excusa de que su "gato" murió.

  Para comprender más se debe echar una mirada a el aula 3-A. Dónde todos estaban calmados, y peor, aburridos.

  Jennifer estaba con su pequeño grupo de arpías. Y menos mal que era pequeño, porque de lo contrario todo la escuela estaría infestada de esa crueldad que tanto las caracterizaban. Radicaban en el centro del aula, para llamar la atención, eso era seguro.

  Los demás se agrupaban en conjuntos de 2 o 3 compañeros, excepto Josh, ese había nacido solo y moriría solo.

  Con pereza se iba acercando Stephen hacia el puesto de Laila. Junto a él, se encontraba una ojerosa Rubí, que parecía ser más bien un zombi que un ser humano.

  El moreno chico se detuvo delante del pupitre de su mejor amiga, quién, tenía su rostro totalmente tapado por una vieja edición de "El sabueso de los Baskerville".

— Hmn— emitió Stephen en una forma de poder llamar la atención de su amiga. Pero esta simplemente lo ignoró.

— Odio cuando me ignoras, que te pasa ahora. ¿Es acaso tu humor? ¿Te hice algo? ¿Te robé a Josh? — dijo esto último algo más bajo de lo normal. Era bastante frecuente que se burlaran de los sentimientos de Laila.

— ¡¿Puedes callarte?!, si sigues "pinchándola" de ese modo, mucho menos querrá hablar contigo. Tonto — refutó decida de lo que decía Rubí.

— Bueno, bueno. Como ninguna está con ganas de hablar, creo que lo mejor que hago para llamar la atención y avivar un poco el descontento de esto es, ¡Pasear desnudo por los pasillos!, tal vez así dejamos el aburrimiento que tenemos. ¡No es posible! ¡La única vez que falta el maestro de Historia y parecemos una maldita iglesia! ¡Ni Dios es más santo que nosotros en estos momentos!

— Alto ahí, loco, que eso no significa que tenemos que virar la escuela al revés. El hecho de que el profe Soto haya faltado no implica ni cambia nada. No sé qué te crees que somos, ¡¿Jóvenes rebeldes sin causa?!

— Pues deberíamos serlo, después de todo estamos en nuestros plenos 17 años. ¿No lo crees Laila?

— Yo solo quiero que me dejen leer en paz. Es lo único que pido.

— Déjala, es demasiado inocente como para comprender tus deseos culposos.

—¡¿Deseos culposos dices?!, ¡Pero yo lo único que pido es ser lo que realmente somos! ¡Adolescentes!

— Bueno y cuál es para tí el significado de adolescente.

— Esto… mmm, beber hasta el cansancio. Ir a cualquier fiesta que se mencione y si no eres invitado, no importa, ¿y si tus padres no te dejan? Pues te les escapa. Así de fácil. También es ser un finalista en todo su esplendor.

— ¿Qué es eso? — quiso saber Laila.

— No hacer tareas, y terminar un trabajo 5 minutos antes de entregarlo. Es esa la oscura viva del adolescente.

— Me decepcionas — dijeron ambas chicas a la vez.

— ¡¿Qué yo las decepciono?! ¡Ustedes me decepcionan a mí!. Tú, Laila, enamorada de Josh y de ese tal Homes. Y tú también Rubí, obsesionada con Jack.

Trío DinámicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora