Capítulo 4

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Título: La penosa noticia.

  ¿Qué pasaría si te enteraras de que alguien muy importante para ti murió? Pues te sentirías fatal ¿Verdad? Bueno, pues así de afectados estaban los habitantes de Brookfield.

  El dolor se reflejaba en el rostro de que cada persona que vivía en esa solitaria ciudad.

  Para ellos Sandra significaba un ejemplo de persona a seguir en Brookfield, una especie de mártir. Porque a pesar de su corta edad la “pequeña científica” (apodo dado por todos en el pueblo) se había destacado en cualquier tarea que pudiera existir.
 
  Tocaba espléndidamente el violín, se sobresalía sobre todo en la gimnasia y en problemas matemáticos muy complicados. Como ha de suponer tenía el mayor coeficiente intelectual del poblado y representaba con orgullo a su ciudad en cuánto a concurso o cualquier cosa que pudiera existir para poner en alto el olvidado nombre de “Brookfield”.

  Todos lloraron y fue tanto el impacto que pararon los centros laborales y las escuelas. El día de hoy era demasiado importante. Un acontecimiento sin igual.

  Es por eso, que al enterarse que la causa de la muerte fue una cruel y despiadada violación, el pueblo en general hervía de total rabia. Que un ser grosero y bárbaro, haya tocado el pecaminoso y virgen cuerpo de Sandra hacía que hasta el ser más insensible del mundo se compadeciera de ella.

  En fin, dejemos de lado a esa pobre muchacha y ubiquémonos en cierto trío. Sobretodo la reacción que tuvieron ante este atípico acontecimiento.

— Era la mejor amiga de Esmeralda, mi hermana. Y la verdad es que me dolió mucho. Nunca pensé que le pudiera pasar algo así — respondió Rubí ante la pregunta que le hizo Step.

— Creo que debo concordar contigo. Pobrecita. Lo peor de todo es que su mamá estaba de viaje, según ella todo estaba bien en casa. Claramente cuando la policía llegó, la avisaron. Tenías que haberla visto. Estaba totalmente devastada. Por cierto ¿Saben quién encontró a Sandra en ese estado?

— Fue Josh — respondió secamente Laila mientras cogía unos cuantos libros y libretas para comenzar la clase. Los posicionó en su mesa, o debo decir mejor que los tiró, con enojo. Estaba muy molesta.

— ¿Estás bien Laila?— preguntó con tacto Rubí.

— Estupenda.

— Eso no se lo cree ni el nerd de Tom, así que…, ve formando una buena mentira porque no voy a desistir hasta que me expliques de dónde proviene tu mal humor.

— No te importa, Stephen. ¿Sabes qué? ¡Eres demasiado entrometido! ¡¡No te importa!!

— Oye, Laila, baja el tono. Él sólo te quiere ayudar.

— ¡Ay Rubí por favor! Eres una incrédula. Tú y Stephen siempre han estado muy unidos. Creo que deberían ser mejores amigos. Solo ustedes dos. Sí, es lo mejor, siento que soy una piedra en la hermosa amistad que tienen.

— ¡Qué mierda te pasa Laila! ¿Tú crees que podríamos remplazarte? Eso jamás. ¿Te queda claro? ¡¡Jamás!! — insistió Stephen. ¿Qué le pasaba hoy?

  No le pudo contradecir la “pequeña come-libros”, ya que la profesora llegó al aula. Y con ella hubieron al menos 2 turnos seguidos de clase.

(...)

1 hora antes:

Pov Josh

  Recogía desesperado mi ropa, para ubicarlas en el maletín de cuero que tenía sobre la cama.

  Mi mente parecía volar muy lejos de esa habitación en la que me encontraba. Sandra, Sandra, Sandra,  se repetía en mi cabeza como una maldita tortura. Y lo odio, odio pensar que yo pude hacerle eso.

Trío DinámicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora