Capítulo 5

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Título: Baile de bienvenida, bosque, besos, y una fiesta que no piensa parar.

Pov Laila

  El maquillaje hacía que los ojos me escocieran.  Pequeñas lágrimas se escapaban, pero las retuve, de lo contrario se escurriría todo lo que con esfuerzo hizo Rubí. Pobre, se estaba esmerando en verdad.

  Es por eso que lo único que pude hacer era sonreír falsamente, para que no notara el sufrimiento que estaba pasando.

  Stephen estaba hace media hora en el baño. Según él arreglándose, por favor no piensen mal. Se lavaba los dientes cada tres minutos, su lógica indicaba que si Ernest lo besaba, él debía estar presentable. Muy loco, lo sé.

  Miraba entretenida un capítulo de Friends que se reproducía en el televisor. Lo siento mucho pero amo esa serie.

#TeamMónicaxChandlerForever. Problamente yo esté más loca que Stephen.

  El tema “Josh”, no quiero que ni me lo mencionen.

  Ayer estuve súper entretenida con mis mejores amigos y siento que si vuelvo a pensar en ese “chico” (a partir de ahora se llamará así, a menos que quieran decirle el que  “No debe ser nombrado”, ese me gusta más) me deprimo.

Y el día de hoy tiene que ser perfecto. Una experiencia sin igual (según Step).

— Te queda bien esta paleta de colores. Ahora te pondré el rímel y vas a estar estelar. ¡De impacto! — dijo Rubí. Fue tanto el grito que dió que Stephen salió por fin del baño.

— Mmm, me gusta esta colonia, pero la siento algo chillona, y muy dulce. En cambio esta es más masculina. Más yo. ¿Qué creen? — me decía Stephen con dos frascos grandes en sus manos. Cuando se pone así de indeciso es porque está nervioso. Muy tierno, lo sé.

— A mí no me preguntes de estilo. Qué problamente acabe contigo. Pero por lo que has dicho el negro. El de hombre, es mejor.

— Muchas gracias futura perfumista de París. Je t'amie¹.

— Oh, ¡Verdad! Estás dando francés. Te lo tenías calladito ¿eh? — dije en tono meloso.

— No quería decir nada. También por todo lo que hemos pasado estos días. Pero… les prometo que se los contaré. Hay historia en la clase de francés.

— El amor vuela en los aires… — canturreo Rubí. No hablaba mucho porque se notaba que estaba centrada en dejarme como modelo de pasarela.

— Eso digo. Liam ya es historia ¿Verdad?

— Ni me los menciones. Maldito hijo de…

— ¡Oye!, lenguaje no apto para niños. Abstente a las consecuencias — le dijo Rubí riéndose. Siempre le hace eso.

— Como usted diga, señorita. Solamente quería decirles que espero realmente que ese malnacido no pise más el suelo de “Brookfield”. Me callo.

  Liam era por así decirlo el mayor estúpido del mundo.

  Cuando estaba en la ciudad, él y Stephen eran mejores amigos. Pero…, nuestro lindo protagonista se enamoró, y aún así, sabiendo que no iba a ser correspondido decidió callárselo.

Muy típico y cliché, lo sé.

La historia cambia cuando de pronto Liam le propone algo a Step. Sexo sin compromiso y sin ataduras. Se basaba en que eran jóvenes, con las hormonas alborotadas y que tenían ganas de apagar esas llamas que tenían (en resumen adolescente normales).

Stephen dudó mucho pero lo hizo, sólo porque estaba enamorado. Tontamente creía que si eran tan íntimos en el sexo, también lo iban a ser en el plano sentimental. Oh, oh, error común.

Trío DinámicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora