2 - Cómo si nada

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Kagome se despertó un poco aturdida, cuando reviso el reloj eran las seis de la tarde, aparentemente se había quedado muy dormida, al revisar su teléfono móvil vio las llamadas perdidas y mensajes, entre ellos algunos de Inuyasha.

Se levantó y al verse al espejo se dio cuenta que tenia los ojos hinchados, era normal después de lo que había llorado, decidió que no quería verse ni que la vieran en ese estado, se dio un baño caliente en la bañera y después de un buen rato se arregló, se maquillo y se puso uno de sus mejores vestidos, no sabia si para salir o solamente para subirse el ánimo un poco, pero eso hizo. Una vez lista bajo a la cocina a buscar algo de agua, moría de sed, pero aunque a penas había comido ese día no tenia hambre, tenia el estomago hecho un nudo, al llegar a la cocina se encontró a su madre quien la observó un poco sorprendida.

- ¿Kagome estás bien? - Preguntó su madre con preocupación .

- ¡Claro! ¿Por que? - Reaccionó Kagome haciendo como que no pasaba nada.

- Inuyasha te estuvo buscando, estaba muy preocupado por ti. ¿Segura que no ocurre nada?

- Para nada - Mintió - Debe ser por los examenes.

- ¡Vale! ¡Vais como locos útilmente! sabes que si necesitas algo puedes contar conmigo - Dijo su madre. Naomi la madre de Kagome no era tonta, y se había dado cuenta que algo no iba bien, hacía tiempo que se había percatado que su hija sentía algo por Inuyasha, aunque Kagome no lo supiera entonces.

- Gracias mamá.

- ¿Saldrás ahora? - Preguntó su madre sonriente.

- Esto... sí, Eri me había invitado el otro día a la inauguración del bar de su hermana, no estaba segura si podría ir pero al final me he animado.

No era mentira, se había sacado aquello como excusa debajo de la manga para no dar explicaciones a su madre, pero ahora que lo recordaba ese Jueves Rika la hermana mayor de su amiga Eri inauguraba el bar que había estado preparando los últimos meses en Shinjuku.
Eri era una de las tres compañeras de instituto con las que Kagome aun después de haber ido a universidades distintas seguían en contacto y se veían frecuentemente para ir de compras o ir a comer.

- Muy bien, mantenme informada.

- Gracias mamá - y le dio un abrazo, aquel abrazo aunque su madre no lo sabia le reconfortó muchísimo.

Cogió su bolso y efectivamente allí estaba la invitación a aquel bar llamado "Shikon". "Quizá me ayude a distraerme un poco y no pensar tanto en él" pensó para sí. Aun era algo pronto y antes de marcharse revisó los mensajes que tenia de Inuyasha

- Kagome, espero no te hayas enfadado, quería explicártelo personalmente pero cuando fui a tu casa dormías y no quise seguir incordiando a tu madre. Kikyo y yo estamos saliendo desde hace un mes aproximadamente, ocurrió sin mas y no estaba en nuestros planes ocultarte nada, pero con el lio que llevamos de la uni no encontramos el momento apropiado.
Eres mi mejor amiga y una de las personas que mas aprecio en el mundo, lo ultimo que quiero es ocultarte cosas o lastimarte.
Cuando puedas contáctame por favor, quiero saber que estás bien.

Kagome suspiró, "Mejor amiga" pensó y se sintió como una tonta, siempre había formado parte de la llamada "Friend zone", siempre había sido eso, la amiga que servía de apoyo moral, de paño de lagrimas y de consejera. Que sinsentido fue enamorarse de Inuyasha. Se armó de valor y respondió el mensaje.

- Estoy bien, no tienes de que preocuparte. Lo de tu relación con Kikyo no teníais que haberme ocultado nada, no era necesario, pero tampoco estoy enfadada por eso, solo me impresionó encontraros así esta mañana y no quería ser fisgona, luego vine a casa a descansar porque esta noche tengo planes, es todo. No tienes que preocuparte, estamos como siempre :)

Pulsó el botón de "enviar" y se sintió aliviada de haber podido plantar cara a aquel mensaje "como si nada", era lo que quería, que no sintieran pena por ella o forzar a Inuyasha a darle mas atenciones de las que necesitaba, si algo le caracterizaba era ser muy protector con ella.

Enseguida hubo respuesta de Inuyasha

- Me alegro que estés bien y que no estés enfadada conmigo, era lo ultimo que quería en el mundo.
¿Pero que planes tienes? ¿Por la noche? Debes de ser cuidadosa, hay mucho idiota suelto ¿Con quien vas?.

Kagome decidió no darle mas respuesta, ¿Quién se creía para pedirle explicaciones? Mas aun después de haberle ocultado que se tiraba a Kikyo. Kagome suspiro de hastío, estas eran las actitudes que no entendía de Inuyasha, salía con Kikyo pero insistía en meter las narices en cuanto hacia ella, como la vez que Hoyo la invitó a salir e Inuyasha se puso como una fiera porque según el nadie era lo suficientemente bueno para ella.

- Es un egoísta - Dijo en voz baja y negando con la cabeza

Pidió un taxi y se fue al bar de Rika. Al llegar allí busco a Eri, el bar estaba sorprendentemente lleno, a Kagome aquel hecho le asustó un poco, no estaba acostumbrada a esos lugares ni a tanta gente pero siguió adelante.

- ¡Kagome, has podido venir!

- ¡Si! - Le sonrió - He logrado salir airosa de los exámenes.

- Pues un motivo mas para celebrar - Eri echó una mirada como si buscara a alguien - ¿Y tu guardaespaldas?

- ¿Quien? ¿Inuyasha?

- ¿Quién mas? - Se Río su amiga

- Ahora tiene novia, así que supongo que estará ocupándose de sus asuntos.

- ¡Vaya! - Dijo Eri realmente sorprendida, siempre pensó que Inuyasha iba detrás de Kagome y le sorprendió saber que tenia novia y que no era su amiga. - Pues si quieres ve entrando mientras busco a mi hermana, pide lo que quieras, la casa invita.

- Pues iré a la barra a pedirme algo, te veo por allí - Dijo Kagome.

Mientras caminaba por aquel bar se dio cuenta que la mayoría de gente que se encontraba allí parecían prácticamente modelos, era cierto que Eri venia de muy buena familia y al bar de su hermana era parte de una cadena de hoteles bastante famosa que se caracterizaba por tener un publico selecto. Algunos de estos "modelos" le dirigían miradas indiscretas a Kagome que era muy guapa y además ese día llevaba un vestido de terciopelo azul que acentuaba su figura perfectamente.

Al llegar a la barra había un hombre de espaldas del otro lado de la barra, le llamó la atención el color de su cabello, era rubio platinado casi blanco "Como el de Inuyasha pensó" solo que a diferencia de Inuyasha, el de este sujeto era aun mas largo y arreglado. Aquel no era un color de pelo demasiado común pero lo peor era que le recordaba a quien fue a olvidar.

- ¿Hola? - Dijo Kagome levantando un poco la voz para que le oyera con todo aquel ruido - ¿Me puedes poner un Martini seco por favor?

Su interlocutor se giró y la miró con cara de pocos amigos sin perder detalle de la muchacha que le hablaba. Tenia los ojos de un color amarillo profundo, era muy pálido y sin duda muy atractivo

- No trabajo aquí - Dijo secamente.

Kagome se ruborizó por encontrarse cara a cara con aquel sujeto y también por la inesperada respuesta que le pareció como mínimo grosera.

- Perdone - Dijo ella por lo bajo y se levantó para no seguir cruzándose en el espacio vital de aquella persona tan tosca.

- Espere - Dijo el nueva mente con voz queda antes de que la muchacha acabara de levantarse.

Y sin argumentar mucho mas le preparó el cóctel que la chica había solicitado.

- No soy un experto, pero este casualmente es mi cóctel favorito - Dijo en tono neutro y tras servirle la copa se marcho de la barra sin argumentar nada más.

Continuará...

La voluntad de Kagome (Sesshomaru X Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora