19 - No es buen momento

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- ¿Sango, esta tarde tienes planes? - Preguntó Kagome discretamente, era miercoles y el tiempo se le echaba encima.

- No, estoy libre… ¿Por qué? - La curiosidad la mataba.

- Me puedes acompañar a ir de compras… Es que tengo un evento importante el fin de semana.

- Solo si prometes contármelo todo - Dijo la chica con picardía, uno de sus hobbies era atormentar (en el buen sentido) a Kagome.

Kagome se sonrojó y asintió con la cabeza. Hacía tiempo que no compartían juntas y era el momento de ponerse al día.

Esa tarde, al acabar de trabajar, Kagome la esperó pacientemente en la salida.

- Hasta mañana señorita Kagome -  Se despidió Hoyo de ella al verla parada frente al ascensor esperando.

- Oh! hasta mañana Akitoki! - Dijo la muchacha sonriente.

A Akitoki le seguía doliendo saber que aquel hombre de blancos cabellos se le adelantara y se hubiese quedado con ella. Cada vez que la veía suspiraba en silencio.

- Ya estoy!! Perdona por la espera - Dijo Sango dándose prisa - ¿Dónde quieres ir?

- Ehm… pues tendría que ser algo con clase.

- ¿Cuál es la ocasión? - Dijo Sango poniendo los ojos como platos.

- Voy a acompañar a alguien a una gala benéfica.

La expresión en el rostro de Sango suplicaba una explicación en condiciones, Kagome se había guardado muchas cosas para ella últimamente.

- Ayúdame a escoger ropa, luego podemos ir a cenar y te lo cuento todo.

- ¡Hecho!

Kagome decidió entrar a una boutique de Ginza donde había visto un maniquí vistiendo un precioso vestido verde botella de seda. Aquel vestido tenía una silueta en forma de A, estilo princesa, con una amplia cintura envolvente que se recogía en la parte trasera del vestido. No era un color que le fascinara, más bien le recordaba al color de su horrendo uniforme del instituto, pero debía reconocer que en aquel vestido quedaba precioso. Era un poco caro, 50.000 Yenes para ser exactos, pero la ocasión lo ameritaba.

Al entrar, Kagome pidió a la dependienta que le ayudase a buscar uno de su talla, y para su suerte lo había, aunque aparentemente era una pieza un tanto exclusiva. La chica apurada entró al probador y haciendo unas cuantas maniobras logró probarse el vestido. Al verse al espejo le pareció que estaba bien, aunque se sintió un poco incómoda de que la prenda dejara su espalda completamente descubierta. Ella no estaba acostumbrada a ese tipo de atuendos.

Cuando salió del probador en cuanto su amiga alcanzó a verla se quedó completamente boquiabierta.

- Estás estupenda - Le dijo Sango asombrada - Yo de tí me lo quedaba.

- No me acaba de convencer… La espalda al descubierto es un poco...

- Es un puntazo - Le interrumpió - Aunque depende de a quien acompañes, claramente.

- Ya…

- ¿De quién se trata? - La instigó con picardia - ¿Es un amante? ¿Un amigo? ¿Un familiar?

Kagome se sonrojó completamente, se sentía como una jovencita y eso le molestaba, pero no podia evitarlo. Sango que era muy astuta, pudo leer entre líneas al ver a la chica rosada como un melocotón.

- Mi querida amiga, escúchame atentamente, quédatelo. Estás hermosa.

Kagome dudó, pero al final acabo haciéndole un gesto de aprobación. Volvió al probador a quitarse el vestido y reflexionó una vez más mientras se observaba de pies a cabeza. Sabía perfectamente que su compañero era un hombre guapo, el más guapo que había conocido, y que con poco que hiciese con su apariencia llamaría la atención por completo. Sin duda ella debía estar a su altura.

La voluntad de Kagome (Sesshomaru X Kagome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora