La voluntad de Kagome (Sesshomaru X Kagome)

10 - Hasta pronto

"Querida Kagome,

Lamento todo lo que ha sucedido, no sabes cuan avergonzado y arrepentido me siento y espero que algún día puedas perdonarme por ser tan egoísta, esta carta es la forma que encontré para poder despedirme y pedirte disculpas al mismo tiempo, no intento justificarme pero lo mas seguro es que cuando leas esto ya haya partido de Japón, intentaré poner mi vida en orden antes de seguir adelante con la empresa de mi padre, sabes que siempre te querré, cómo mi amiga y cómo alguien que es muy importante para mí...
Hasta pronto, Inuyasha"

"Como amiga... hace tiempo que habría tenido que darme cuenta" Pensó Kagome que yacía tumbada en la cama de su antigua habitación en casa de su madre, no pudo evitar que las lágrimas brotaran de sus ojos después de leer aquella carta, estaba triste y decepcionada al mismo tiempo, se sentía mal por su amigo pero también se sentía ella como una idiota, no entendía en absoluto por que se marchaba así tan de repente después de todo lo que había ocurrido sin siquiera dar la cara, no podía evitar sentirse un poco culpable, estaba convencida que lo que había pasado entre ellos había tenido algo que ver.

En ese momento entró su madre a la habitación y se encontró a la muchacha sollozando.

- ¿Kagome estas bien? - Le preguntó su madre con tristeza.

- ¿Sabías que Inuyasha se ha ido?

- Si, me lo contó Izayoi, se ha ido a Seúl - Su madre hizo una pausa y observó como la chica sufría en silencio, su hija siempre había sido fuerte y valiente y le dolía mucho verla en ese estado - Kagome, se sincera conmigo... ¿Le quieres?

Kagome alzó la mirada, en ese momento se asomaron unas cuantas lagrimas más.

- Creo que ya no siento ese tipo de cosas por él, pero le quise - Dijo cabizbaja - pero ahora no estoy segura de lo que siento mamá, pero me duele que se haya ido así.

Su madre la abrazó intentando calmarla, sabia todo lo que habían pasado ella e Inuyasha, sabia lo mucho que se habían acompañado desde muy jovenes y era normal que un día las cosas acabasen así, pero le dolía ver a Kagome sufrir.

- Se que suena como una algo sencillo pero este dolor pasará, tienes que intentar pasar página cariño - Le dijo abrazándola intentando calmarla.

- Lo sé, no te preocupes mamá - Le esbozó una sonrisa triste pero sincera.

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Los dias pasaron tranquilamente, Kagome estaba bien atendida por sus familiares, el abuelo no paraba de venir con amuletos extraños y remedios caseros que sabían horrible para que curase mas pronto, Kagome ya estaba un poco harta de probar cosas extrañas y de que no le dejaran moverse para nada, se aburría a mares y aquello le daba tiempo de pensar en cosas, se seguía sintiendo terrible por lo ocurrido con Inuyasha pero quien abarcaba sus pensamientos mas seguido era Sesshomaru, se sentía como una tonta por pensar en ese hombre que era prácticamente un desconocido pero se sonrojaba cada vez que eso pasaba. Era consciente de que tenia que aclararse y dejar de sentir nada por nadie.

Uno de todos esos días Sango y Miroku fueron a verla, le llevaron fruta que aquello era todo un lujo.

- ¿Cómo te encuentras Kagome? - Fue lo primero que dijo Sango

- Te hemos echado de menos y hay alguien que ha preguntado mucho por ti - dijo Miroku con picardia.

- Estoy harta - Se sinceró - quiero volver a la normalidad, y a mi apartamento.

Las dos chicas rieron con complicidad, Sango la entendía perfectamente.

- ¿Quien ha preguntado por mi?