Dance the night away Era

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Narra Jeongyeon

-Venga Nay, entra en la playa conmigo-le supliqué por décima vez desde que llegamos a la playa a mi novia.

Estábamos pasando un par de días en la isla de Jeju para grabar aprovechando los huecos libres como unas muy merecidas vacaciones después de unos tres años de trabajar rozando la explotación.

-Estoy tomando el sol, ve con las chicas-dijo Nayeon.

-Por fi-la miré haciéndole ojitos a lo que aceptó-¡Eres la mejor!

Sin perder tiempo la cogí de la mano para llevarla corriendo hasta la orilla donde frené ya que a ella le daba miedo el agua.

-No te vas a ahogar, tenlo claro-traté de darle seguridad mientras entraba con ella poco a poco.

-Confío en ti-me respondió mientras me miraba a los ojos.

Pronto llegamos a una zona donde ella hacía pie pero el agua le llegaba al cuello así que paramos.

-¿Si te sujeto, podrás nadar?-le propuse.

-Puedo intentarlo-dijo con el miedo reflejado en su rostro.

Para calmarla, la abracé arropándola en mis brazos y así de paso intercambiamos un poco de calor, algo que no venía mal en un día tan frío como ese.

-Creo que es mejor que solo aprendas a flotar por hoy, confía en mi-después de dejarle varios besos y caricias en la cara la cogí y tumbé retirando mis manos paulatinamente.

-¡Jeongyeon!-al notar la ausencia de mi apoyo, Nayeon se alteró y se incorporó con mi ayuda.

Tras varios intentos más, al fin lo conseguimos. Justo a tiempo ya que a los pocos minutos muestras compañeras nos llamaron para ir de vuelta al hotel.

El hotel en el que nos hospedábamos estaba a pie de playa así que nos desplazábamos la mayoría de las veces a pie. Era un gran edificio compuesto por más de diez plantas.

-¡Au!-ocho de nosotras nos giramos en la dirección de ese grito que llamó nuestra atención encontrándonos con Chaeyoung en el suelo.

-¿Estás bien?-rápidamente Jihyo la ayudó a levantarse sin que apoyase el pie que se había torcido.

-No, me duele mucho-se quejó.

-Jihyo, voy a acompañarla al médico. Puede que tenga un esguince-dije un poco preocupada por mi amiga.

-Si, es lo mejor.

Llamé a un taxi porque Chae no estaba en condiciones de ir caminando a ningún lugar. No tardamos mucho en llegar al hospital del que disponía la isla. El dolor aún continuaba e incluso se le había inflamado.

Lo bueno de la isla es que no mucha gente vivía allí, así que el médico nos atendió rápido y confirmó mi teoría de que era un esguince así que le vendó el pie y le dió una muleta.

Con la ayuda de un taxi y mía llegó al hotel con la idea de reposo en mente. Yo por mi parte, la dejé en la habitación que compartía con las maknaes y me fuí a descansar a la mía.

-Puf, qué día más intensito-me senté en la cama masajeándome mi propio cuello ante un incesante dolor que acudía a ese lugar de vez en cuando y cada vez de forma más frecuente.

-¿Te duele?-me preguntó Nayeon a lo que yo asentí.

Sin decir nada más, ella me tumbó con delicadeza boca abajo y se sentó en la curva de mi espalda poniendo el peso en sus rodillas para dejar en masaje en la zona dolorida con el que acabé dormida.

-Gracias amor-susurré por el sueño que quería llevarme con él.

•TRAS EL ESCENARIO•2YEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora