CHAPTER 04

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Manjiro sentía la adrenalina recorrer por todo su cuerpo cuando arranco lo más rápido posible para huir de aquel camioneta negro el cual le pertenecía a Kisaki, al tipo que le debía millones.

Claramente a él le importaba un pepino el riesgo que eso pudiera atraerle pero estaba con Takemichi, y aunque le callera mal aquel rubio. Tenía que aceptar que no era muy favorable de su parte meterlo en problemas cuando el chico solo lo a cuidaba.

Por otro lado, Hanagaki iba aferrado a la cintura de Mikey, nunca imagino que el pele-negro hiciera correr la motosicleta a tal velocidad como lo había echo hace un rato cuando intento salí de la ciudad, justo ahora avanzaban por una carretera donde casi no pasaban autos.

De pronto la motosicleta se detuvo por lo que tuvo que bajar, sus piernas temblaban, nunca antes había hecho tal cosa, podía soportar muchas cosas pero aún no sé acostumbraba a la velocidad en que los humanos conducían, como si su vida no importara.

Por otro lado Manjiro solo miro hacia su espalda y luego analizo bien el sitio, suspiro y miro al rubio el cual estaba tomando aire.

—Quedate aquí, y esconderte en algún lado.

—¡¿Que..?! ¡¡Acaso perdiste la cabeza!! —Takemichi se sorprendió por aquella confesión del ojigris.

—Solo hazlo, vendré por ti después... y cierra la boca —Mikey no espero más respuesta y comenzó a conducir alejándose de Takemichi.

El este apretó sus labios y negó con la cabeza para luego escuchar como algo se rompía, dejando ver sus hermosas alas blancas.

El ángel comenzó a perseguir a Manjiro por lo alto, quería saber que tramaba aquel sujeto, y si en verdad pensaba volver por él.

Para su sorpresa el chico cambio el destino, dirigiéndose nuevamente a la ciudad, Takemichi tuvo que cambiar su estrategia por lo que evitaría que los humanos lo vieran.

Sano estuvo conduciendo alrededor de 15 minutos para después llegar a una casa la cual estaba un poco descuidada.

Miro todo con detalle para luego colocar un código en aquel viejo receptor y automáticamente la puerta se abrío, Manjiro se adentro a ese lugar por lo que Takemichi se acercó silencioso y escondió sus alas para entrar por la puerta donde el ojigris lo había hecho.

El ángel camino con cautela usando sus poderes para que Sano no pudiera mirarlo/descubrirlo, busco al peli-negro y después de subir las escaleras polvosas lo encontró mirando una puerta en particular.

Su vista se mantuvo detenida en aquella puerta para luego dar la vuelta y entrar a otra habitación, Takemichi camino hasta el marco de la puerta y observó e dedujo que esa era la habitación de Manjiro por las fotografías que había de este hace no mucho tiempo.

El ojos negros grisáceos abrío los cajones y busco desesperadamente algo hasta conseguirlo, de aquel cajón saco una bolsa la cual abrío y sonrió automáticamente.

Con su dedo meñique comenzó a inalar un polvo blanquesino que se encontraba dentro de esta para luego mover un poco su nariz y alzar la cabeza, parecía mostrar que realmente lo disfrutaba.

Por otro lado Takemichi estaba totalmente decepcionado, sabía que Manjiro no era una blanca paloma pero tal vez creeia que tenía un poco de esperanza en cambiar lo que era.

Pero tal vez se había equivocado, pues el peli-negro solo lo había dejado en aquel lugar para venir a drogarse, claro, ahora que estaba recuperando era obvio que escaparía sin dudarlo.

Tal vez ya era hora de abrir los ojos...

Takemichi salió de aquella casa deteniéndose en la entrada, pero algo en él se sentía roto, piempre había sido un ángel feliz y siempre ayudaba a los demás, pero Manjiro era tan ahhh!!

FALLEN ANGEL | ▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora