Antes de Todo (Saga Castigos #2).

Capitulo 5.

Estos días fueron los más raros de mi vida. Mi madre me compró ropa hasta más no poder, el problema es que nada de eso es mi estilo, todo es con colores coloridos cosas que ni pienso usar, ¡prefiero vivir con pijamas!.

Fui a varios eventos con mi padre y mis hermanas, lo más extraño es que Artemisa y Atenea me ignora, cuando estoy serca de ellas ruedan los ojos y actúan como si yo apestara.

Me han puesto cuatro guardaespaldas, súper guapos, un chófer, hasta una nana, ¿para que?, total me iré en menos de dos meses, no entiendo porque tanto alboroto.

Algo que me dejó muy pensativa fueron las palabras de mis hermanas unas semanas atrás, ¿hablaban enserio?, ¿tenía que volver a casa?, ¿qué demonios pasa en esta casa?. En los únicos momentos que no parecemos desconocidos es cuando cenamos y vamos a eventos después todos siguen su camino como si no vivieran con más personas.

Me paso el resto del día con Erica en su oficina o molestando a el señor Norguet, esa casa parece que siempre está de luto, nadie se ríe, no se divierten, estoy segura que nunca jugaron con lodo alguna de ellas.

Mi madre me prohibió hablar con mi abuela, dijo que estaba muy ocupada como para hablar conmigo, que yo era una distracción para su trabajo, que mucho ya la había molestado estos diez años. Eso fue lo causante de que este así, triste, ¿quién se cree?, mi abuela me ama y estoy segura que más que ella. Vive ignorando todo que tenga que ver conmigo, e llagado a darme cuenta que me utiliza como puente para estar con mi padre o por utilizarme a su favor.

Tengo tres días que no e ido a la empresa, no quiero quitarle el tiempo a nadie, es como si las palabras de mi madre me hicieran darme cuenta que estoy molestando más de lo que debo.

Estoy aquí dentro desde entonces, solo voy a desayunar y luego me quedo leyendo o dibujando hasta me quedo dormida mientras pienso y lloro en silencio por no estar con mis amigos y después voy a la cena.

Hoy decidí comenzar un nuevo libro, pero estoy más concentrada en pensar que esta haciendo Ismael que en el mismo libro, ¿habrá regañado a los gemelos?, ¿a discutido con Aarón?. Aarón....¿como estará con la muerte de su hermano?.

¿Ya no siente rencor?. Yo me pongo en su lugar con esto pero si es me hubiera preguntado que paso un día antes yo le hubiera contestado y el no me hubiera juzgado.

—Pase —dije al escuchar los toques a la puerta. Hera, la muda, claro no me mal i interpreten, pero mi hermana es bien desconfiada, ella te observa, te analiza y después si ve que eres de confiar habla, es como si tiene que enterarse hasta de tus debilidades para luego atacar.

—Hoy no te vi en el desayuno y te traje mi receta de batidos de chocolate —cerro la puerta, tenía dos vasos de cristal con chocolate, se podían ver trozos de chocolates y fresas como adornos.

Ella lo ofreció y tomó asiento a mi lado, su piel de porcelana brillaba con los rayos del sol que venían de la ventana, su cabello era dorado, sus labios dos líneas finas rosadas y esos ojos de gatos la hacen ver más que una princesa.

De serca sus pecas se ven más claras, sus ojeras hacían que luciera como mapache, ¿no está durmiendo bien?, y bastantes cachetes.

—¿Has pensando en escribir un libro? —rompe el silencio.

—Si, es uno de mis sueños.

—Cuéntame más —solo me lleva dos años, no creo que tengamos tanta diferencia en gustos.

—No quiero ser conocida por mi apellido, se ve feo, quiero que me reconozcan por ser una de las mejores escritoras del mundo, que mis novelas sean traducidas a todos los idiomas porque es muy popular, quiero brillar con mi propia luz —me hace tanta ilusión que sonreía solo con imaginarme en la televisión con mi libro en mano—. Quiero un titular que diga: Aurora Castañeda una de las mejores escritoras del mundo en estos momentos.