Capítulo 2 - El error de Trunks

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—¡Únete a tu hermano mayor, Kakarot! —le gritaba Raditz a Goku mientras le pegaban entre él y Piccolo.

—¡Ese no es mi nombre, me llamo Goku!

Raditz consigue azotarle un golpe que le manda al suelo tumbado mientras el otro hombre verde se aparta mientras concentra un potente ki en sus dedos. El tipo de la armadura marrón y negra pone un pie encima de su hermano, haciendo imposible que se pudiera mover.

No parecían notar mi presencia, y desde la altura donde me encontraba, ya que estaba volando, me fijaba en ellos antes de actuar. Raditz parecía alarmado, se fijó en el aparato que tenía en la oreja, miró a su izquierda y de ahí salió un niño a partir de una explosión. Trozos de lo que parecía ser una diminuta nave salieron por los aires y el niño aterrizó dando un par de volteretas en el aire.

—¡¡Deja a mi padre en paz!! —gritó el niño con todas sus fuerzas. "¿Quién es él?", pensé.

El niño se lanzó para darle un fuerte cabezazo al hombre de pelo largo, pero una milésima de segundo antes de que le fuera a dar en el estómago, a Raditz se le iluminaron los ojos de un color rojo y un aura negra y morada, como la que había en el pergamino, le rodeó todo el cuerpo. Fue en ese instante cuando justo antes de que el pequeño le diera el cabezazo, se consiguió apartar, y el niño cayó al suelo unos metros detrás de él, ya sin fuerza para hacer nada más.

—Niño insolente...

Raditz se dispuso a lanzarle un ataque al pequeño, los gritos de Goku diciéndole a su hermano que parara fueron en vano. Se supone que Raditz tenía que morir en ese combate, el niño no, así que volando fui justamente donde se encontraba tirado en el suelo y me interpuse en el ataque, bloqueándolo y creando una nube de polvo a nuestro alrededor.

Oí unos pitidos que provenían de Raditz, del dispositivo que llevaba en la cabeza.

—¿Pero qué...?.

Con eso, se dio cuenta de que había alguien más en el campo de batalla, no eran los únicos. La nube de polvo se disolvió y todos contemplaron mi estampa, tenía al pequeño en bazos protegiéndolo. Piccolo y Goku se miraronn entre ellos.

—¿Alguien que conoces, Goku?

Este sueltó una pequeña carcajada mientras se levantaba del suelo, algo herido.

—No, pero parece estar dispuesta a ayudar.

Dejé al niño acostado en una piedra algo lejos y me coloqué entre los dos, Piccolo y Goku, para empezar con la verdadera batalla.

—Más te vale ser fuerte —le dije a Raditz, a lo que este me respondió mirándome extrañado.

Mientras, en el mundo TokiToki...

—¡Maldita sea! —se quejaba Trunks al darse cuenta del dispositivo azul que tenía encima de la mesa— Se me olvidó darle el scouter a Berry... Espero que todo salga bien.

El chaval de pelo morado parecía nervioso por el error que parecía haber cometido, porque sin ese dispositivo no podía comunicarse con ella durante la batalla y no le había explicado con detalle lo que debería pasar en ese fragmento de la historia, ya que él tenía pensado explicárselo de mientras ella luchaba.

—Berry... Haz lo correcto. —dijo cerrando los ojos por un momento y al instante volvió a concentrar la mirada en el pergamino donde sucedía la batalla que estaba a punto de comenzar.




—¿Quién eres tú? —me preguntó Raditz.

Dragon Ball Z: El cambio en la historia [BAJO EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora