𝐒𝐀𝐌𝐀𝐍𝐓𝐇𝐀 era una chica que vivía en Hawkins, un pueblo en Indiana algo aburrido. Pero todo ese estereotipo se borro cuando la desaparición de Will Byers llevó a varios sucesos extraños.
Aquella niña era blanco fácil de burlas, y los problem...
Ambos niños acababan de llegar, ambos con una bolsa repleta de dulces que habían recolectado. La madre de Samantha estaba en su habitación junto una cobija cubriendo su espalda. Samantha corrió hasta la sala y dejó caer todos los dulces en la mesa de cristal junto con su hermano.
-Vaya, esta vez si que nos fue bien.
Agregó Eddie mirando a su hermanita. Ambos niños estaban comiendo dulces, era tarde y su madre no se había dignado en recibirlos. Era de madrugada, pero aún asi Eddie no podía dormir tranquilamente. Ya que su padre llegaría en cualquier momento.
Eddie había estado recogiendo la cocina y el comedor, ya que su madre no había salido de su habitación en todo el rato. Pensando en si algo le faltaba, escuchó la puerta principal siendo azotada, junto con unos pasos de unas pesadas botas y una botella siendo lanzada contra el suelo.
Aquel estruendo hizo que Samantha se despertará de golpe, Eddie cubrió los oídos de su hermana para que no escuchara como aquel hombre le gritaba a su madre, quien con la voz cortada defendía a sus hijos mientras limpiaba la mesa... Llena de envoltorios de dulces.
-¿Qué es eso, papá ya llegó? -Preguntó la pelirroja con los ojos aún un tanto cerrados. Eddie hizo que su hermana se volviera a recostar, la cubrió con la cobija y cerró la puerta.
-¿Qué crees que haces? Sam esta dormida y tiene escuela mañana. -Eddie no tuvo miedo a hablarle de esa manera. La madre miró a su esposo con miedo, mientras tomaba a Eddie del brazo y lo ponía detrás suyo con la poca valentía que tenía.
El hombre miró a ambos enojados y volvió a golpear algo, está vez la misma pared, haciendo un hueco notorio.
-¿Quién te crees para hablarme así? Maldito mocoso. Si yo quiero que esa niña esté despierta así será, ¡Y QUE SI GRITO Y LLORA?! ese no es mi maldito problema ahora... -Se olía el alcohol saliendo de su boca a kilómetros, la madre no evitó caminar hasta su esposo a soltarle una cachetada.
-Cierra la estúpida boca, esa niña ya mucho tiene con cada decepción que le dejas junto con Eddie, y vienes a la mitad de la noche a gritar a lanzar todo.
El hombre tomó a la mujer del cabello y la lanzó al sofá, Eddie no evitó tratar de defender a su madre. Aquel niño corrió hasta su padre y lo golpeó múltiples veces en el pecho, el hombre trataba de detenerlo pero Eddie era rápido, y el alcohol no lo hacía reaccionar. Eddie pateó la pierna del hombre, lo que lo hizo reaccionar por el dolor en el hueso.
El mismo tomó al chico de la camisa y con fuerza impacto un golpe en su rostro, dejándolo completamente inconsciente. Pero al instante de ver lo que había ocasionado miró con arrepentimiento a la mujer que corría para ayudar a su hijo.
Él puso sus manos sobre su cabeza, fue hasta la cocina y tomó el teléfono y comenzó a hacer la llamada al hospital. Samantha veía todo eso desde la puerta entreabierta de su habitación, mirando como su madre trataba entre lágrimas
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hacer reaccionar a su hijo.
(...)
Lucas al reaccionar tenía la mirada algo perdida, su mente aún trataba de asimilar el golpe que había recibido.
-¡Lucas, Dios! -Suspiró Dustin con alivio.
-Lucas déjame revisar el golpe... -Sinclair no dejo que Mike lo tocara, golpeó su mano, se levantó con dificultad y miró a su amiga.
Lucas comenzó a irse junto con Samantha, ignorando los gritos de Wheeler diciendo que se quedara.
Ambos niños fueron a la casa de Sinclair, donde Samantha revisaba si había algún golpe grave.
-No hay... Todo está bien. Solo debes descansar un poco si no quieres un dolor de cabeza grave. Es normal si ahora te sientes aturdido. ¿Quieres algo de tomar? Tu mamá compró jugo.
Sinclair negó mirándola.
-No quiero descansar, bueno si tal un poco. Pero quiero seguir buscando a Will. No quiero seguir dando más vueltas. -Sinclair cayó sobre su cama agotado, cerró los ojos y dejó salir un suspiro.
-Podemos comenzar a buscarlo tú y yo más tarde.
-¿Tu padre no se enoja si no llegas temprano? -Samantha asintió.
-Normalmente si, pero analice bien las cuentas y no hay dinero ahora... Mi padre se acabó todo el dinero de bebidas alcohólicas y es muy probable que este sobrio estos días, o eso espero. Mañana mamá mandara dinero.
(...)
-Es que, no puedo creer que no haya vuelto. -Mike daba vueltas en la habitación.
-Debe estar cerca. -Calmó Dustin, ninguno de los dos sabía dónde estaba Once.
-Dijo que no era seguro, descompuso las brújulas para protegernos. No nos traicionó.
-Mike, ya cálmate.
-Nunca debí gritarle. Nunca debí hacerlo.
-Mike no es tu culpa.
-No, fue de Lucas.
-Tampoco fue su culpa. -Dustin estaba un poco harto de las discusiones entre ambos amigos ante el tema de Once, y vaya que estaba molesto.
-¿Qué no fue su culpa? Se excedió y le dije cosas horribles a Once.
-No lo pongo en discusión, pero tu también te pasaste un poco, y once también.
Mike hizo una mueca de incredulidad ante lo que Dustin dijo.
-¡Los tres se portaron como un grupo de imbéciles! Fui el único razonable. Y aparte estaba tratando de tranquilizar a Sam, que sabes lo delicada que se pone ante los ruidos o movimientos bruscos. Y a nadie le importó, pero lo que sí importa ahora es que tu fuiste el que empezó, por lo tanto tienes que disculparte. Sabes la regla, tienes que hacerlo
