Mutual escape.

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Samantha corrió hasta el baño de su habitación, mientras trababa de retener sus lágrimas. Su brazo dolía a un grado exagerado, la sangre salía y no podía hacer nada para detenerla. Su desesperación hacia que mordiera su labio inferior, que estaba roto por un golpe de su padre; Abriendo y lastimando más aquella herida.

Su padre seguía en la sala con el televisor encendido, su hermano llegaría en cualquier momento y Samantha no quería que la viera así, pero no podía tapar su ojo morado, su nariz sangrienta y su labio reventado en tan poco tiempo. Odiaba a su padre de una manera inimaginable. La puerta de la casa se cerró, tapó la herida de su brazo con una toalla mojada y enjuago su boca, para después soltar agua con sangre al lavabo.

No era normal que una niña de tan solo once años tuviera estos problemas.

Corrió hasta su habitación, pero su hermano claramente pudo ver la pequeña sombra de su hermana. Él fue hasta la habitación de la pelirroja, tocó la puerta y al no escuchar respuestas abrió y entró con los ojos cerrados, abriendolos poco a poco hasta ver que estaba en su cama totalmente cubierta por las cobijas.

-Sam, papá se quedó dormido en la sala. ¿Quieres comer algo rico? Traje waffles. -Sonrió emocionado. Camino más hasta ella y la descobijo.

La sonrisa que tenía se borro al instante cuando la miró en posición fetal y su brazo sangrando. Después sus ojos fueron hasta su rostro golpeado, golpes que Sam quería cubrir con sus pequeñas manos y resultaba inútil. Él soltó un suspiro de enojo y miró con furia la puerta de la habitación de la niña.

-Te dije...

-No podía quedarme con los brazos cruzados y regresar a casa cuando se que Will no lo hará esta noche. -Interrumpió, haciendo que su hermano abriera los ojos con sorpresa.

-¿Qué? Samantha mi padre nunca me había golpeado como a ti. Se que estas preocupada por Byers, pero eres más importante para mí.

(...)

Era la mañana del día siguiente, Samantha estaba sirviendo el desayuno mientras que su padre leía el periódico.

-Rápido mocosa, sirve si quiera para algo. -Soltó el humo del cigarro y lo dejo en el cenicero cuando Sam llevo su plato. -Hoy vendrán a comer sus tios, saldremos de viaje y Samantha te quedaras con Steve esta noche, no te confío dejar la casa sola.

-¿Y eddie? No quiero estar con Steve en su casa, llevaría a sus amigos...

-¿Y eso a ti que carajos Samantha? Es hombre, sabe lo que tiene que hacer, es bueno que se divierta, está en su mera juventud junto con tu hermano. Quien irá conmigo y tu tío. A propósito, su madre vendrá a comer, quiere verlos, y ojito conque vea algún rasguño en su fea cara, porque su nota algo me encargaré de hacerla trizas. Hay maquillaje en las cajas viejas de tu madre, cubrete el rostro con eso.

Se me hacía enfermo el saber que mi padre me decir como cubrir los golpes que el mismo dejaba.

Amenazó, soltando el humo del cigarro en mi rostro. Eddie solamente miraba mientras comía, sabía que no se atrevía a decirle algo o enfrentarlo. Al terminar de desayunar, lave los platos y limpie la cocina, mi padre y mi hermano irían a comprar algunas cosas, lo que significaba que Lucas vendría por mí.

No quería que viera mis golpes.

Corrí al ático y comencé a buscar cosas útiles para poder tapar todo. Al terminar busque el suéter de Lucas y me lo puse, tomé mi mochila y espere en el sillón de la sala. Minutos después escuché la campana de la bicicleta de Lucas.

-Sam! Hola, ¿cómo despertaste? -Lucas estaba más feliz de lo normal, vi que sonrió cuando me vio con su suéter.

-Amm, bien ¿y tú? -Regrese la sonrisa. Me subí a la bicicleta y ambos nos dirigimos a la escuela. Entramos al aula donde Dustin estaba esperándonos, Mike no había llegado.

𝗬𝗕𝗪𝗠//𝗟𝗨𝗖𝗔𝗦 𝗦𝗜𝗡𝗖𝗟𝗔𝗜𝗥.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora