Se dice que el amor no tiene edad, que no importa la edad que tengas si te enamoras, pues es amor eso le ocurrió a Alessandra Rossi una chica de 19 años que cursa su segundo año de universidad, tiene una vida monótona desde la muerte de su madre per...
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𝓐𝓵𝓮𝓼𝓼𝓪𝓷𝓭𝓻𝓪
Llego a mi casa cansada, pero contenta por mis amigos
Reviso el reloj y veo que es la una de la madrugada, nos habíamos demorado porque entre broma, risa y demás se nos fue el tiempo
Abro la puerta de mi casa, cierro y dejo en el mueble la llave, voy despacio ya que no quiero despertar a mi padre el ayer había ido a la oficina a ponerse al día con todo y había llegado cansado
-Que sueño – bostezo
La luz se prende de repente haciéndome brincar del susto
-Buenas noches Alessandra – volteo y me encuentro con mi padre sentado en el sofá
Suspiro aliviada
-Me asustase – me pongo una mano en el pecho tratando de alivianar el susto –¿Qué haces despierto?
No responde
- ¿Padre? – frunzo el ceño, se levanta del sofá y camina hacia donde estoy - ¿Qué ocu- antes de que pueda decir algo más su mano derecha se estampa en mi mejilla
Me quedo atónita
- ¿Me golpeaste? ¿Por qué padre?
- ¡Eres una zorra! – me grita histérico, le miro confundida
- ¿De qué hablas? – saca su celular y me muestra una foto mía y de Massimo teniendo sexo en el Lamborghini, palidezco – Papá yo...
- ¡Cállate! – lanza el celular al suelo ocasionando que se rompa - ¡¿Así que te regalaron el auto?! ¡¿Cómo pudiste haberte acostado con tu profesor?!
Retrocedo asustada, nunca le había visto así
-Papá escúchame – le suplico
- ¡¿No es suficiente todo lo que tienes?! – señala todo a su alrededor - ¡Eres una prostituta!
- ¡No me llames así! – me mira incrédulo
- ¡¿Qué no te llame así?! – ríe - ¡Si estas teniendo sexo con tu profesor!
-Él y yo somos pareja
- ¿Pareja? – me mira sin poder creer lo que le estoy diciendo - ¡Tú solo eres una de sus zorras!
Niego
- ¡Eso no es verdad! ¡El me ama y yo le amo!
-Me decepcionas – se aleja – Ese hombre no te ama, podría ser tu hermano Alessandra
-Papá escúchame por favor, debo explicarte – intento acercarme, pero se aleja
- ¡Lárgate! – toma mis llaves y me las lanza - ¡No quiero verte! ¡Me das asco!
Esas palabras terminan por romperme
-¡¡Ahora!! – con ese grito me basto para que coja mis llaves y salga corriendo hacia mi moto