Wickedly/Murderly Love: M&M Collection

Entrenamiento

Los pequeños estaban muy emocionados por el día de hoy. No tanto por ir al edificio y servir prácticamente de "becarios" gratuitos de Blitzø en la que hacían recados, limpiar la oficina o ayudarle a organizar sus ponys de colección cuando sus padres estaban masacrando algún humano en la Tierra... ¡Hoy harían algo diferente! Los tres estaban casi vibrando de la emoción, casi sin sentir el frío de la madrugada pues Blitz los había sacado de sus camas casi a empellones, aún con la pistola de Moxxie y los cuchillos de Millie apuntándole a la cara.

Aprovechando una pausa de los encargos (pues habían adelantado casi todos, dejando los más complicados para el final pues necesitaban ayuda de Stolas y sus conexiones para poder completarlos), Blitz había construido sin ayuda de nadie un verdadero circuito de obstáculos en el parqueadero de la empresa, diciendo que ahora que Morrie y Morgan tenían la edad suficiente para no caerse tras usar la pistola de su papá, o cortarse a si mismos con alguno de los cuchillos de su mamá, entonces debían mejorar su agilidad y reflejos para cuando tuvieran que enfrentarse a múltiples enemigos.

Eso ciertamente les emocionó: Aún no habían hecho una misión en solitario, ni siquiera habían matado a su primera víctima por su cuenta, por mas que rogaran a sus padres que querían hacerlo, por lo que hasta ese momento solo habían rematado a objetivos moribundos con un disparo a la cabeza o puñaladas finales para que así perdieran el miedo, según Moxxie... Cuando en realidad, el tener a Millie como su madre les había desarrollado un gusto psicópata por destripar y destruir cosas, Morgan siendo el más prominente al empezar a tener un curioso (malsano) interés por quemar extremidades al rociarlos con queroseno.

Hasta entonces habían aprendido en casa con los modelos de gomaespuma llenos de agujeros a apuntar en el blanco y no en las paredes, así como aprender a desmontar, limpiar y volver a montar las armas sin cometer errores. Y aunque Moxxie era un maestro a la antigua de hacer la práctica cientos de veces hasta el punto de hacerlo viendo televisión o escuchando alguna lección al mismo tiempo, Millie les había hecho jugar World of Guns (1) para que también aprendieran cada una de las partes de las armas mientras los armaban casi a ciegas. Sobra decir que Moxxie quedó encantado con esa lección, haciendo a sus dos hijos poner caras de asco al verlo demostrar su afecto a su esposa.

― ¡Muy bien, pequeñas pulgas, presten atención!―exclamó Blitzø dando unas palmadas para llamar la atención de los hermanos.―. No espero resultados perfectos, pero que si puedan ser capaces de terminar este circuito solitos, pues no pueden depender de mami y papi por siempre, por más que alguno de ellos proteste en este instante...―E hizo una pausa solo para recibir una mirada ceñuda de Moxxie.―. ¡Ahora, pónganse en posición para pasar la pista de obstáculos!

"Pista de obstáculos" era un eufemismo: Lo que Blitzø había hecho apilar autos (de otros), neumáticos y hasta varios contenedores de basura para hacer un intento de laberinto, con varios muñecos de gomaespuma con ametralladoras y un blanco amarradas a los lados. Blitzø les sonrió a sus empleados y sus ahijados para que apreciaran su obra... Morgan miró a sus padres con expresión anhelante:

― ¿...Puedo quemar aunque sea uno de los muñecos?

Antes de que Moxxie o Millie contestaran ("Absolutamente no."), Blitzø hizo una mueca:

―Lo siento Morg, no tenemos presupuesto para pagar una multa por piromanía. No es que me importe la propiedad privada ("Jamás te ha importado" le interrumpió Moxxie con tono inexpresivo.), ...pero ya tuve que comprar varios teléfonos nuevos porque se rompieron, así que estamos algo apretados con el dinero. ¡Así que...!―Luego Blitz sacó un silbato de plata de su bolsillo: Un pequeño trofeo de uno de los últimos encargos, un profesor de atletismo pedófilo.―. ¡...Bien, pónganse en posición!