¿Soy una mala persona?

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No podía dormir, y no era por los habituales ruidos fuera de la ventana de autos estrellándose, estallidos de violencia doméstica en los otros apartamentos, alguna fiesta de heavy metal o los alaridos de algún desquiciado que pedía monedas para detener el inminente Armagedón (según él). Ya había hecho de todo: Contar ovejas infernales, trotar unos minutos para cansarse, hasta tomarse una de las muchas infusiones para dormir que su esposo preparaba para dormir profundamente y no verse molestado por los susodichos ruidos de antes... Y la razón era lo que había pasado hoy.

Millie se movió para quedar de costado, oyendo los suaves ronquidos de Moxxie, en ese momento profundamente dormido por el cóctel de drogas que le habían dado en la sala de Urgencias para tenerlo quieto antes de poner de nuevo los huesos de su espalda en su lugar.

Se mordió el labio inferior. De nuevo había pasado: Una vez más Blitzø usó a su Moxxie como saco de boxeo y diana de burlas... Y ella no hizo nada al respecto.

Moxxie había quedado muy maltrecho luego de que le cayera encima una escalera de hierro por cortesía del Pecador Lyle Lypton, teniendo que llevarlo al hospital para que re-acomodaran sus vértebras... Y lo peor fue que antes de llevarlo al hospital, Blitzø solo había atinado a decir:

"No voy a pagar por esa mierda, que Moxxie se responsabilice por este accidente laboral. Por cierto Mills, dile que cuando le den de alta y deje de lloriquear como una perra, debe venir a arreglar esos huecos en la pared."

¿...Y qué había dicho ella? Solo asentir mientras llevaba a su marido a cuestas para que lo curaran.

¿Por qué seguía haciendo eso? ¿Por qué seguía permitiendo que lo pisotearan así?

Millie quería buscar un responsable, una causa para esa indiferencia a la mierda por la que tenía que pasar su esposo en este trabajo casi a diario... ¿Era su tendencia a querer evitar los conflictos y su deseo de aprobación (al haber crecido en una familia numerosa en el campo, compitiendo con sus hermanos) lo que hacía que no se levantara a defender a su esposo? Millie se mordió el labio con más fuerza: ¿qué clase de excusa era esa? Porque si, era una excusa de mierda, y ella lo sabía.

Sabía que necesitaban este trabajo para sobrevivir, pues siendo diablillos difícilmente conseguirían algún empleo que no los denigrara por su raza como el ser peones de aspirantes a Overlords en las Guerras Territoriales o ser sirvientes (por no decir juguetes) de algún noble. Amaba este trabajo, era emocionante, podía dejar salir su lado psicópata con libertad y le pagaban por ello, podía ver los rápidos y elegantes movimientos de su Moxxie al disparar y reventar cráneos a larga distancia, por no decir que Blitzø era un jefe divertido, a pesar de sus excentricidades. Les daba de comer y pagar las facturas, así como permitirse algún capricho de vez en cuando como salir algún restaurante o comprar un nuevo modelo de dildo negro y gordo con vibrador incorporado para hacer enloquecer por horas a su esposo en la cama.

...Pero el trato deplorable que le daban a su Moxxie era una mancha que siempre estaría allí. Si no era Blitzø usándolo de saco de boxeo o de blanco de sus burlas, era Loona directamente tratándolo como una mierda o comiéndose su almuerzo. (Está bien, la perro infernal era una imbécil con todos, pero punto seguía siendo válido). ...Millie lo tomaría como algo gracioso, como el típico "bullying sano" que se hacen entre compañeros para reforzar el vínculo de amistad... ¿Pero por cuánto tiempo más Moxxie iba a tolerar eso sin finalmente estallar?

Oh, Moxxie tenía sus exabruptos, casi siempre por culpa de su jefe o de Loona. Millie era quien lograba calmarlo, intentando distraerlo de toda la frustración y estrés diario por lo que pasaba...
Justamente pasó por uno en medio de la sala de Urgencias, mientras lo sujetaban de los brazos y piernas para enderezarle a la fuerza los huesos, con Moxxie gritando que estaba harto, harto de todo... En ese momento una enfermera Pecadora le habían inyectado la morfina, haciéndolo empezar a reírse y decir disparates como cuando está demasiado ebrio, soltando una ráfaga de piropos a su esposa... Quien solo había hecho una mueca, sintiéndose mal: Esas palabras la habían herido. Y Millie sabía que sin querer, ese "todo" que Moxxie había gritado, también iba dirigido a ella de algún modo.

Wickedly/Murderly Love: M&M CollectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora