Body Positivity Week V: Cuerpos con el paso del tiempo

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Nuevamente habían regresado a aquella isla paradisíaca, perdida en medio de las aguas del polo norte, modificada con magia para que fuera indetectable y pareciera más bien una isla del Caribe con vegetación exuberante y arena blanca. Una isla que no parecía posible que estuviera allí en primer lugar, a menos que tu jefe fuera amante de un poderoso príncipe demonio que era a la vez un poderoso usuario de magia. Stolas lo había creado hacía años, principalmente para hacer sus sesiones de sacrificios con sus seguidores en la Tierra, luego para estar lo más lejos posible de su esposa, y finalmente como un lugar para esconderse con su amante lejos de la furia de su (ahora) ex-esposa.

Así, es: Estaban celebrando que por fin Stella se había rendido con su 'venganza' hacía su ex-esposo, encontrando a alguien que era más digno, según ella misma.

...Ni que decir que no había pasado ni una hora de la firma del divorcio, que Stolas había arrastrado a su Blitzy para escaparse a esa isla como forma de tener su "inmediata luna de miel", logrando este que su hija y sus empleados también fueran para celebrar que ya no tuvieran a la ex-princesa Goetia molestándolos y tratando de matarlos, yéndose todos juntos con Octavia como una suerte de vacaciones imprevistas, alargándose hasta una semana entera.

Nuevamente, el joven matrimonio de asesinos se había escabullido hasta la misma playa de pescadores que habían descubierto la primera vez cuando intentaban escaparse de Blitzø y Stolas, esperando disfrutar la paz y soledad de la playa desolada entre la alta maleza, aprovechando que el búho demoníaco muy difícilmente soltaría a su jefe de sus garras ansiosas de cariño y sexo... Y como estarían una semana entera, podrían olvidarse del estrés de los encargos y los ruidos molestos de los vecinos, solo preocupándose por disfrutar y relájese.

...Y nuevamente ambos se habían quitado la ropa por completo, tendiéndose el uno junto al otro sobre una enorme manta a cuadros, bajo el arrullo del suave viento y el atardecer que pintaba de rosa y dorado el cielo polar, contemplándose con plácida ternura y diversión.

En el Infierno existían las playas nudistas, sobretodo en el Círculo de la Envidia, pero ni Millie o Moxxie les habían gustado: Demasiado ocupadas, demasiado sucias, demasiado llenas de pervertidos que buscaban propasarse con alguno de los dos en vez de simplemente relajarse bajo el sol como hacían los demás, algo que habían experimentado cuando apenas estaban de luna de miel... Varios destripamientos y balaceras después, los habían hecho desistir de volver a visitar una alguna playa nudista otra vez.

Ahora podían aprovechar, estirándose sobre la arena, pensando en quizás dormir una siesta  para luego darse un baño nocturno bajo las olas, abrazándose, besándose y follando sobre la orilla de suave arena y bajo la luz de la luna.

Luego de un par de horas de plácida siesta, Moxxie se estiró sobre la manta e hizo tronar sus huesos, contemplando con una sonrisa somnolienta la figura de su querida esposa mientras resoplaba, aún dormida

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...Luego de un par de horas de plácida siesta, Moxxie se estiró sobre la manta e hizo tronar sus huesos, contemplando con una sonrisa somnolienta la figura de su querida esposa mientras resoplaba, aún dormida. Se había dejado crecer nuevamente el cabello, ahora llegándole más abajo de los hombros. Hebras color carbón cubrían sus pequeños y redondos pechos, una de las pocas zonas de su escultural cuerpo que no estaba rayado o moteado de blanco, antiguos vestigios de heridas causadas por su trabajo en la granja y como asesina a lo largo de su vida. Estaba recostada de lado, así que su vientre liso y duro con impresionantes abdominales estaba expuesto a las tiernas y delicadas caricias de las garras de Moxxie como si fuera una gatita acostada panza arriba, una pequeña gatita que solo quería ronronear y mover sus patitas... Haciéndolo, de hecho, arrancándole una tenue sonrisa y dulces sonidos.

Wickedly/Murderly Love: M&M CollectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora