SÁCIAME (Lazos de Placer #1)

Capítulo 7 - Eres todo lo que quiero

Issabel 

— ¡No me toques! — digo casi a gritos.

No suelo alterarme, y mucho menos gritarle a Aron, pero hoy enserio estoy molesta. Después que Emma me sacara del bar me dirigí directamente a mi habitación porque no tenía ganas de hablar con nadie, minutos después llegó Aron con una jodida sonrisa en los labios como si no hubiera pasado nada, como si no dejó que Daniell se burlara de nosotros por lo ridículo que éramos.

Siempre he entendido su forma de ser, lo incomodo que algunas cosas lo suelen poner, pero hoy fue un verdadero idiota. No estaba esperando que me follara enfrente de Daniell, pero, lo menos que podía hacer era decirle que ya teníamos planes, y que eran solo para dos.

— ¿Por qué estas molesta? — pregunta con calma, haciendo que la mía estalle.

— ¿Es una maldita broma? — mi voz sigue con un tono elevado y molesto — no lo sé, Aron, porque eres un maldito imbécil.

Me sorprendo a mí misma que aquellas palabras hubiesen salido de mí, pero ahora no me importaba una mierda.

— Amor, puedes cálmate, por favor — sus palabras me hacen enojar a un más.

— ¿Calmarme? ¿quieres que me calme? que te jodan, Aron Woods, que te jodan.

Lo miro furiosa mientras él me mira con confusión, eso hace que mi temperatura aumente y me hierva la sangre.

— Solo quiero saber porque estas molesta.

— Porque hoy actuaste como un verdadero idiota en frente de Daniell. todo el maldito mundo tiene sexo, no tienes que avergonzarte de ello, actuaste como un jodido virginal.

Nunca me había atrevido a decirle cosas como esas, pero mi paciencia está llegando a su límite.

— ¿Qué demonios quieres de mí? —habla con un tono de voz más alto, pero no supera el mío — discúlpame por no ir por la vida dando shows sexuales a todo el mundo en lugares públicos, por no ser un maldito descarado sexual y por tratar de ser el hombre que necesitas.

— No necesito un maldito hombre en mi jodida vida, y mucho menos uno que no sabe complacerme. Sí estoy contigo es porque me enamore de ti y quiero estar contigo, no porque te necesite.

— ¿No se complacerte? — pregunta incrédulo y con un tono bajo de voz. Parece dolido —te hago el amor cada que tú quieres, sin importar lo que esté haciendo siempre te doy lo que quieres.

Nunca había visto a Aron molesto y mucho menos gritando. Estoy molesta, pero me agrada el hecho que por una maldita vez saliera de sus casillas.

— No quiero que me hagas el maldito amor, quiero que me folles, duro, sucio, rudo. Ya estoy cansada de las malditas tres posiciones de siempre y de fingir un maldito orgasmo.

Mis palabras obviamente le sorprenden. Se pasa ambas manos por el cabello peinándolo hacia atrás y empieza a caminar en círculos por la habitación con las manos en la cabeza.

— ¿Qué demonios?

— Lo siento, Aron, pero no tienes ninguna maldita habilidad sexual. No eres extraordinario en ello.

Ya estoy sintiendo como mi matrimonio terminará antes de que empiece.

— O tal vez tú...

Se detiene antes de terminar la oración mientras me señala con su dedo índice. Su pecho sube y bajaba exageradamente. Quiere explotar, pero se contiene. Sin pasar mucho tiempo se encamina hacia la puerta de la habitación, sus pasos son pesados y rápidos.