Capítulo 35 - Recuerdos dolorosos y promesas de amor eterno

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Issabel

Esta mañana he visto la reacción más adorable de Daniell. Decidí sorprenderlo con un desayuno en la cama. Después de tantas veces que él me había consentido de esa manera, pensé que era justo devolvérselo.

Preparé con mucho amor un delicioso desayuno con huevos revueltos, tostadas, frutas frescas y una taza de café humeante. No soy la mejor en la cocina, pero, se me da bastante bien fritar huevos. Con cuidado, llevé la bandeja a la habitación y abrí la puerta con sigilo.

Al verme entrar con la bandeja, Daniell se incorporó en la cama con una expresión de confusión en su rostro.

— ¿Eso es para mí? — pregunta confundido al ver el desayuno.

Asentí con la cabeza y coloqué la bandeja sobre sus piernas. Sus ojos brillaron de emoción y sus labios se curvaron en una mueca de felicidad.

— No tienes que hacer esto — dijo apuntando la comida.

— Pero quiero hacerlo — le digo con una sonrisa.

Me observó por un rato, tal vez intentando descubrir porque lo había hecho. Aun me mira con confusión y no puedo evitar sonreír, no creo que alguien que no sea Darly le haya llevado el desayuno a la cama antes.

Él se sentó más cómodamente y comenzó a devorar el desayuno con mucho entusiasmo. Me senté a su lado y observé cómo disfrutaba de cada bocado.

— Esto está delicioso — dijo entre mordidas de tostada.

Me sentí muy feliz al ver lo feliz que estaba. Verlo disfrutar de algo que había preparado con tanto amor era una sensación maravillosa.

— Gracias por esto — me dio un beso en la mejilla.

Sonrojada, le dije que no había nada que agradecer. La verdad es que me sentía muy feliz de haberle dado esta sorpresa y de ver lo adorable que se veía devorando el desayuno en la cama.

— Pero la próxima vez no le eches tanta sal a los huevos — le di un pequeño golpe en el costado con mi brazo. Ni siquiera les había echado sal a los huevos, sé que no le gustan con sal.

Después de terminar el desayuno, nos quedamos un rato más en la cama abrazados y hablando de cosas sin importancia.

Daniell dijo que quería llevarme a un lugar y ahora vamos en el auto de camino allá, no me dijo a donde iríamos, pero antes pasamos a su departamento porque dijo que debía recoger algo.

Ya llevamos más de una hora y media de trayecto y no parece que lleguemos pronto. Durante el camino él ha estado un poco pensativo, casi no hemos hablado, pero desde que nos subimos al auto tomó mi mano y la entrelazó con la suya para luego dejarla en su pierna, en ocasiones deja un beso en mi mano y luego la vuelve a dejar en su lugar sin soltarme.

— ¿En qué piensas? — le pregunto.

— En algo que quiero hacerte — responde sin despegar la vista del camino.

Sonrío ante sus palabras, estoy muy interesada en ello.

— Mmm, cuéntame más, por favor — le pido.

Desde mi posición lo veo sonreír, luego me mira por un par de segundos y vuelve la vista al camino.

— Tenemos algo pendiente — habla serio.

Intento recordar algo de lo que hablamos anoche que no esté recordando en este momento, pero nada llega a mi mente.

— Y ¿Qué es lo que tenemos pendiente? — me acomodo en el asiento para verlo mejor.

SÁCIAME  (Lazos de Placer #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora