Anoche apenas pudo dormir, Giyuu se sintió muy inquieto luego de que Ryue se marchara tan de pronto. Parecía molesto y eso le hizo tener muchas dudas.
¿Hizo algo malo? ¿Dijo algo desagradable? ¿Le estaba doliendo algo? No volvió a preguntar si estaba enfermo pero Ryue tampoco lo negó ¿Debió preguntarle si necesitaba ayuda? ¿Por qué un hombre así muestra tanto interés en su persona? Y joder ¿Por qué siente que no puede alejarse?
Decidió salir a primera hora, de todas formas no podría dormir más. Caminó casi de puntitas para no despertar a los demás pero eso sólo lo hizo asustarse con el ruido de una carroza en la entrada.
—Joven Tomioka, espero no haberlo despertado–.
Ryue está afuera, hay dos sirvientes asegurando su carreta a la parte trasera de la carroza.
—¿Qué sucede?–.
—Espero que me permita ayudarlo a volver a su hogar, es lo menos que puedo hacer después de todo lo que ha compartido conmigo–.
Muzan consiguió un nuevo sombrero, recuperó esa pizca de galantería que el viento le arrebató.
—No es necesario, además no he–.
—Me ha estado dando muchas negativas ¿Acaso es que no disfruta mi compañía como yo de la suya?–.
Esas palabras fueron como flechas en su corazón, puntas afiladas que se hunden sin piedad al ser acompañadas de una mirada desilusionada.
—Para nada, disfruto mucho de su compañía– es sólo que no siente que le haya sido de utilidad algo de lo que han hablado, menos aun porque el mayor se muestra interesado en su vida, no sólo en la flor.
Muzan se acerca mucho más de lo necesario, baja su rostro sonriente hasta que su nariz casi se une con la de Giyuu.
—Entonces deme el gusto de cuidar de usted durante su trayecto, dijo que es un largo viaje a pie y nunca conocemos con certeza la voluntad del clima– usa sus manos para peinar con suavidad el cabello engrino que fue ignorado por su dueño al despertar e intentar huir en silencio.
Giyuu se preocupa ¿Será que sólo él puede escuchar su corazón? ¿Las personas a su alrededor también oyen el violento bombear?
—De acuerdo, le agradezco–.
—¡Excelente! Por favor, indique a mis hombres el camino a seguir y luego únase a mí–.
"Funciona, Giyuu, oblígate a funcionar".
Camina a cortos pasitos, teme caer porque sus piernas se sienten débiles, habla con los hombres que van a dirigir su camino, les señala la ruta y el pueblo al que deben llegar.
Desearía que los hombres no supieran el camino, de esa forma quizá podría negarse a ir u ofrecerse a ser quien guíe pero ambos asintieron gustosos de ir a un lugar conocido sin importar la distancia de por medio.
Muzan le permitió entrar primero, no sin dar un buen vistazo a la espalda baja de Tomioka cuando éste se dobló ligeramente al subir en la carroza.
Sí, es divertido jugar con ese chico.
Tomó asiento frente al menor, notando cómo el cuerpo entero de Giyuu se destensa, seguramente al perder el pánico de que se sentara a su lado. Pero claro que no lo haría desde el principio, es más divertido cuando alarga el juego.
—¿Fue mi imaginación o hace unos momentos pretendía escapar?–.
Giyuu corre la cortina de la ventana, busca un refugio para sus ojos nerviosos, no soporta demasiado sostenerle la mirada y, aunque el interior de la carroza es adorable con sus ornamentos, el exterior le ofrece mucha mayor seguridad.
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Nosotros ⁕ Muzan x Giyuu
FanfictionTodo el mundo fantasea con volver el tiempo y cambiar aquello que les arrancó la felicidad. Nadie puede culpar a Tomioka por tomar esa oportunidad. "Sólo recuerda, incluso el aleteo de una mariposa puede generar un tornado". Esta historia forma par...