Capítulo 5: Un peligroso compromiso

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-Mamá-Susurró Lea- Estoy aquí, ¿me oyes?, ¿cómo te encuentras?- Lea miró el rostro inmóvil de su madre, no podía soportar ver como en los pocos días que llevaba enferma el suave y tenso rostro de Meredith parecía que había envejecido 10 años de golpe. Sus ojos cerrados dejaban ver las arrugas que empezaban a hacerse notables debajo y al lateral de los ojos, esos mismos que hacía solo tres días habían sido atentos y calculadores como siempre lo habían estado desde que la joven tenía memoria. Al ver que su madre no abría los ojos, le cogió la mano suavemente y la apretó débilmente mientras con la otra acariciaba su rostro desde la frente, pasando por los agudos pómulos que se le estaban quedando por la falta de viveza y comida, hasta la comisura de sus finos labios los cuales eran idénticos a los de su hermana.

-Mamá-Volvió a intentar- Por favor abre los ojos, por favor, quiero...-Se le empezó a quebrar la voz- quiero verte reír otra vez y caminar a paso ligero por toda la casa gruñendo lo mal que hacemos las cosas- Rió Lea en mitad de un sollozo con las lágrimas derramándose por sus rosadas mejillas- Por favor, no me dejes, eres una luchadora, aguanta, aguanta un tiempo más. Conseguiré el dinero para comprar el antídoto, sé como. Lucharé, lucharé por ti mamá, me enfrentaré a todo el reino, lucharé contra el continente entero, contra el mismo Crollan si hace falta- Apretó con más fuerza la mano de su madre y se la llevo a los labios para depositar un beso lleno de dolor y lágrimas en ella- tú solo aguanta, yo haré el resto, te lo prometo, te necesito mamá.

Después de un rato contemplando su rostro ahora iluminado por los fuertes rayos de sol que entraban por la ventana que daba al patio, soltó un frágil suspiro y se levantó con cuidado de no hacer ruido, la arropó con las sabanas y besándole la frente con una suave caricia en el pelo ya grisáceo con mechas blancas, se dirigió despacio hacia la puerta. Le echó un último vistazo, se fijó en la respiración que aún seguía constante y de inmediato dio media vuelta y cerró la puerta tras de sí, demasiado rápido como para ver las silenciosas e inofensivas lágrimas que salieron de los ojos del cuerpo inerte de su madre.

-Lucharé -le dijo seriamente Lea a su padre después de haberle contado todo lo ocurrido en el día anterior en la plaza, todo salvo el hecho de que había sido ella quien había causado todo ese alboroto en Bellum. Ambos se encontraban sentados en la mesa de madera vieja que había en el centro del pequeño comedor, ya era pasado el mediodía y se volvía a escuchar el bullicio de las personas que aprovechaban las últimas tardes calurosas del mes. En semana y media acabaría el verano y empezaría la Temporada Otoño y con ello el Gran Torneo, al cual participarían jóvenes de todo el reino. Ya se empezaban a notar los nervios por las calles y bares, no se hablaba de otra cosa que no fuera sobre como afrontarían todos el gran cambio de su pasatiempo favorito. Saltaba a la vista la gran diferencia que había entre unos y otros, la mayoría de padres alardeaban de como sus hijos iban a patear a los demás, mientras que algunos otros, padres de hijos no hechos para el combate, veían muy injusto que la competición fuera obligatoria.

- Habrá otra manera Lea, iré yo mismo a hablar con los rebeldes a ver que puedo conseguir si hace falta- Era la idea más estúpida que se le había ocurrido, pensó Lea, ¿qué conseguiría él con su carácter bondadoso y amable? Desde luego que nada, no trataba con el herrero de la esquina, estaba hablando de maleantes, asesinos profesionales, calaña que en ese mismo momento se instalaba en Bellum y se quedaría a ver el Gran Torneo. Los cuales le habían dado 60 días hacía ya 3 días, eso conllevaba a que contando la semana y media que aún quedaba de preparación y los 40 días que conllevaba el campeonato, en el caso de que ganara, solo le quedaría aproximadamente una semana para encontrarlos y pagar el alto precio antes de que su madre dejara de respirar.

-Sabes que eso no es posible, la manera más rápida es el torneo, además, que pensaran todos si soy la única que no me presento justo cuando han matado al Mayor, sospecharan de mis motivos- No se podía creer ni ella misma que la verdad de sus hechos la estuviera usando como excusa y supuesta mentira frente a su padre, se le estaba dando demasiado bien esto de mentir.

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⏰ Última actualización: Aug 18, 2022 ⏰

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