Un reino sumido en caos brinda la oportunidad a nuestra protagonista de embarcarse en una peligrosa aventura en la cual crecerá como pokémon, sufrirá mucho para ello; después de todo el sufrimiento es necesario para aprender que la vida no es blanca...
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La General se encaminó hacia el grupo de pokémon escolta, siendo recibida con múltiples reverencias.
Se dirigió a un Pokémon que compartía muchas similitudes con un llavero, su cuerpo era metálico y a diferencia del resto este se encontraba levitando.
—Alen Kessel, necesito que hagas un reporte de los daños que sufrió el navío. No omitas nada —La mujer miró a dos Pokémon que estaban detrás del nombrado—. Ustedes dos guíen a los zaerianos a sus carpas.
Ante el pedido de su jefa, el klefki se dirigió a lo que quedaba del navío.
La mujer volteo a ver a la tripulación con la que había llegado, enfocando su vista en la carreta en la que estaba el herido mr. mime.
Lilia estaba junto a él, su mirada denotaba preocupación.
—Lleven al herido a alguna zona donde pueda descansar. Si no hay, habiliten una. Y que cada zaeriano reciba atención médica afuera de sus carpas. Los que vinieron como parte de mi escuadrón pueden descansar, el resto debe patrullar los alrededores una vez que todos estemos instalados —Ninguno de los Caza-Dragones puso objeción alguna a las indicaciones de su jefa. A los pocos segundos todos estaban en movimiento.
—General Yusui —La voz de una concejal hizo que la sylveon le preste atención—. Mi familia fue sepultada bajo los escombros de su embarcación, a nosotros también nos corresponde que nos lleven a algún tópico o algo similar. No es justo que solo lleven al mr. mime.
Los Caza-Dragones que no habían sido parte del equipo de escolta durante el viaje marítimo voltearon a ver a la hatterene, impactados y molestos por el atrevimiento de la pokémon.
—Ese Mr. Mime tiene un nombre y un apellido, Sullivan Wallas —La sylveon empleó un tono serio mientras le hablaba a la concejal—, ese Mr. Mime se puso en peligro para cumplir con su misión, hacer que lleguen vivos a los aposentos de la reina. El joven Wallas pudo haber muerto hoy día, agradezco a Diance que no fue así —Conforme hablaba, la general se acercó intimidante a la zaeriana—. Por otra parte, señora concejal, ustedes apenas recibieron rasguños gracias a que él uso reflejo para protegerlos del derrumbe —La sylveon volteo un momento su mirada para ver como trasladaban al herido a una carpa que tenía una cruz roja algo desgastada, luego volvió a mirar a la hatterene—. No hay punto de comparación. Solicitud denegada.
—Usted no puede hablarme de esa forma General —Dijo la hatterene con un tono molesto—. Le recuerdo que cada cosa que digas en contra de nosotros es en contra de-
—Glamnur, Glamnur Tuathy. Los sabios saben cuándo guardar silencio, si tu objetivo es ser una, te aconsejo que memorices lo que he dicho —Interrumpió Aria Iresi—. General Yusui, le pido que ignore el atrevimiento de la concejal. Entendemos muy bien los motivos de sus palabras, continue con lo que deba hacer, nosotros iremos con la escolta que mencionó.
