Mala Mía

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Tiago se dirigía a su dormitorio  arrastrando sus pies, sus clases de la tarde no habían sido mejores que los de la mañana y algunos ya sabían su nombre, solo por el pequeño accidente con la rubia.

En San Agustín, no solo eran creativos al violar los códigos de vestimenta sino las paredes de sus cuartos. El ya había pasado por una puerta enmarcada por una cortina de cuentas, y otra con un felpudo de bienvenida que decía “vete al infierno” cuando pasabas por ahí.

Se detuvo en la única puerta blanca de todas, habitación 63, busco las llaves que le dió el asistente y entro.
"Wow no es una celda que raro" el sonríe y se acerca a la ventana.

Había una ventana abierta para permitir la entrada de la brisa nocturna. La vista de los espacios comunes bañados de luna era algo interesante.

Tenía un armario y un pequeño lavatorio, un escritorio para hacer su tarea-pensando en eso.
"Cierto que la Mari quiere que lo hagamos juntos" dejo sus cosas en el escritorio y suspiro.

Vio un espejo y rápidamente miro hacia otro lado, sabiendo bien que es lo que encontraría en su reflejo. Su rostro luciendo ojeroso y cansado. El buzo de el Duki le quedaba como un saco grande pero lo asentaba con su pantalón, siempre le había gustado combinar.

"Ya loco como me ayudaron... Será que fue por el? Ash no no tiago, no fue por eso" se tiró en la cama, dejando un brazo en tapando sus ojos.

Los pensamientos lo llevaron a Rodri... Su novio.

Había comenzado inocentemente, solo dos personas yendo a dar un paseo por el lago, pero tiago comenzó a sentir las sombras retorciéndose sobre sus cabezas. Luego los labios de Rodri tocaron los suyos, y el calor recorrió su cuerpo, y los ojos de él se volvieron blancos de terror…y segundos mas tarde, la vida que el conocía se había ido en un incendio.

Tiago largo un sollozo recordando aquello, se giró y escondió su cara en el hueco de su brazo. Había pasado meses tratando de olvidar ese suceso, llorando la muerte de Rodrigo. Cómo esas criaturas había acabado con todo lo que amaba.

Un golpe en la puerta hizo a Tiago volver a la realidad y levantarse de la cama, abrió encontrándose con un avión de papel pinchado con un alfiler en el pizarrón de corcho junto a su puerta.

El sonrió al ver su nombre escrito en marcador negro a lo largo del ala, pero cuando abrió la nota, todo lo que estaba escrito dentro era una flecha negra apuntando hacia el pasillo.
"Esto necesito wacho una fiesta " sonríe y cierra la puerta, puso la llave de su pieza en el bolsillo, y comenzó a caminar.

Paro frente a la pieza de Mari, que se destacaba muy bien y al darse cuenta había una enfrente, tenía las iniciales de FMK y le pareció raro, no recordaba a ningún FMK entre sus compañeros.

No le dió importancia y miró hacia la puerta de la Mari, antes de tocar vio un segundo avion de papel de. El lo saco del pizarrón de corcho y lo
desplego:

Tiaguito locoo:
Si te apareces para salir esta noche, genial! Saldremos y será genial.
Si tú me plantas, entonces…saca tus garras de mi nota privada, ENZO!
¿Cuantas veces tengo que decirte? Mierda!!!.
Como sea: Se que dije que saldríamos hoy en la noche, pero tengo que hacer una cosas en la enfermería ya sabes, por salud y esa mierda.
Lo que significa-¿lo dejamos para después?
Tuya psicóticamente.
La nena del internado bebé.

Una Guerra En El Cielo-  LITIAGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora