Ilusiones rotas

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Tiago iba saliendo del armario de archivadores, dónde ayudaba María, ambos se habían decidido a encontrar algo sobre mauro.
Cuando el menor salía dos botas negras, saliendo de la cabina del teléfono, viéndose muy Bruja del Sur, una Tulli no sonriente lo miraba con sus ojos en modo sospecha. Sonrió , se puso el teléfono en la oreja, y pateó el suelo.

"Por qué te ves tan culpable Tiago?"  le preguntó, parándose con sus manos en sus caderas. "Déjame adivinar. Aún estás ignorando mi sugerencia de quedarte lejos de Mau."

Toda esta cosa de monstruo malvado tenía que ser una actuación. Tulli no tenía manera de saber dónde había estado el y María minutos antes, o sino se llevaría un castigo o talvez expulsión.
No tenía razón para ser tan mala. Desde el primer día de escuela, tiago no le había hecho nada a esa rubia- excepto mantenerse lejos de ella.

"Ya has olvidado qué desastre hiciste la última vez que trataste de meterte con un chico que no estaba interesado? " La voz de Tulli era filosa como un cuchillo.
"Cuál era su nombre? Ramiro? Román?"

Rodrigo. Cómo podía saber Tulli de Rodrigo? Ese era su más profundo y oscuro secreto. La única cosa que Tiago quería-que necesitaba- mantener en secreto en San Agustín. Ahora, no solo el Mal Encarnado sabía todo sobre eso, no sintió lástima en mencionarlo cruelmente.

Había sido posible que María o Thomas habían estado mintiendo, que él no era la única persona con el que compartían secretos? Había otra explicación lógica?.

Tiago cruzó sus brazos en su pecho, sintiéndose enfermo, expuesto y culpable como se había sentido en la noche del incendio.
Tuli ladeó su cabeza. "Finalmente," dijo ella, sonando aliviada. "Algo te afectó." Le dio la espalda y empujó la puerta del frente.

Antes de irse ella volteó su cuello y dijo. "Así que no te atrevas a hacerle a Mauro lo que le hiciste a como se llame. Capicci enfermito?"

Tiago la siguió con su mirada, pero sólo dio unos pasos fuera y se dio cuenta de que rompería a llorar si se encargaba de la rubia ahora.
La chica era muy despiadada. Luego, emi fue desde las gradas para encontrar a tuli en medio del campo. Estaban lo suficientemente lejos que tiago no podía ver sus expresiones cuando las dos se voltearon hacia el.

Él vio como la rubia le susurraba cosas a la más alta, imaginando que le estaría contando todo lo que sabía de Rodrigo, quien correría para decirle las noticias a Mauro. Ya que ellos dos eran muy amigos, incluso tiago pensaba que emi le gusta su rubio, pero se dió cuenta que Mau solo la trata como una hermana. Cuando pensó en eso, un a cosquilleo desde la punta de los dedos a sus brazos.

Toda esta semana la había pasado tan bien junto a Mau, el chico era todo un caballero, se tomaban de la mano y garchaban en los lugares menos imaginados, pero Tiago seguía con la duda de su pasado.

Sentía con todo su corazón que lo conocía, que lo había visto alguna vez pero el tema ya estaba cansando a mauro, tanto que tiago dejo de hablar.
Pero la duda seguía y pidió a María si podía ayudar a entrar a los archivos de la escuela, ambos se escaparon luego de clases, allí se pusieron a buscar en las cajas y vaya su sorpresa al enterarse que Mauro había llegado allí de una casa de adopción, no sé conocían sus padres.

Y su sorpresa fue aún peor que varios de los archivos de sus amigos decía lo mismo, casa de adopción, sin padres.
Tiago y María se sentían como en una película de detectives.

"Cuidado!" una voz llamó. El equipo de fútbol tenía una extraña manera de siempre encontrarlo.
Hizo un gesto de dolor, mirando directamente al sol. No podía ver nada y ni siquiera tuvo tiempo de cubrirse la cara antes de que sintiera el golpe contra el lado de su cara. Ouch.

Una Guerra En El Cielo-  LITIAGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora