Aún sin poder creerlo, seguían mimando a Yeojin dejando en evidencia cuánto habían extrañado a la cachorra. Los señores Im le pidieron permiso a la pareja para entrar a su hogar y hablar tranquilamente con ellas.
Chaewon se encargó de preparar un té y con la ayuda de su novia sirvieron para los cuatro.
—Queríamos disculparnos sinceramente por toda ésta situación —empieza a hablar la mujer— Mi esposo y yo, creíamos que hacíamos lo mejor para ella. Nosotros no sabíamos del embarazo de Yuri, cuando descubrimos lo que nuestro hijo hizo repudiamos totalmente sus acciones y... Deseábamos que nuestra nieta se criara con su familia. Yuri hizo una gran elección al elegirte para cuidar a Yeojin.
Hyeju intentó replicar pero Chaewon tomó su mano, dejando en claro que escuchara antes de hablar.
—Nos tomó tiempo comprender —continuó el señor Im— Que nosotros no somos su familia, ustedes lo son, actuamos muy egoístas al separarla de sus madres. Espero por favor que puedas perdonarnos y que nos permitas tener contacto con ella...
—Ahora es muy temprano para que pueda tomar una decisión y perdonar —los mayores comprendieron— Pero me alegra que hayan recapacitado, se que ustedes son su familia biológica pero presentarse así de la nada no fue la mejor manera, no tienen idea de cómo me preocupé por toda ésta situación.
—Lo sabemos, realmente nuestras disculpas son sinceras, incluso ya lo pensamos y vamos a pagar nosotros mismos todo el proceso legal de adopción. Así Yeojin será legalmente su hija.
El corazón de la pareja se aceleró feliz ante la idea. Chaewon se sintió esperanzada de poder compartir la custodia también.
Los señores Im le dejaron a Hyeju su número de teléfono y papeles con información sobre la adopción, quedando en que llamaría luego para concretar. Al final se despidieron por fin de Yeojin y ellas y las dejaron a solas nuevamente.
—Voy a guardar las cosas de Yeo —avisa la mayor— Aunque no creo que ésta noche vuelva a su habitación.
—¿Momir? —pregunta Yeojin y Hyeju vuelve a tomarla en brazos, desde que llegó no ha soltado a su bebé.
—En un ratito ranita, primero tomaremos un baño y luego hay que comer.
Yeojin asintió y se abrazó a su madre nuevamente para sentir el aroma de su mamá que tanto había extrañado.
La omega ya no puede estar más feliz, sabiendo que ahora volvieron a estar juntas.
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Luego del baño y la cena, Yeojin estaba totalmente exhausta y se durmió en brazos de Chaewon mientras aún estaba comiendo, así que la omega se encargó de ponerle su pijama y meterla en la cama para que luego durmiera con ellas.
