Para suerte de la pareja, los señores Im se habían encargado de que el proceso de adopción no fuera tan tardío.
El día de firmar los últimos papeles ya había llegado y Chaewon ya transita la última semana de su primer trimestre de embarazo. Yeojin con su año y nueve meses no entendía mucho acerca de lo que ocurre, pero sus mamás ya le estaban hablando sobre su futuro hermanito o hermanita.
—Bebé, ya debemos irnos —Hyeju se asoma en la habitación con Yeojin en brazos, la cachorra ya estaba perfectamente arregladita, la alfa había aprendido a hacer peinados con el cabello corto de su hija.
La omega volteó a verlas con un puchero.
—La ropa no me queda y solo tengo tres meses ¿Que haré cuando lleve ocho?
Hyeju trató de no reír.
—Cuando eso ocurra, compraré ropa nueva, no debes preocuparte recuerda que cuando nazca nuestro cachorro ya podrás usar tu antigua ropa.
Chaewon no estaba muy segura de eso, pues ya tenía barriguita antes del embarazo incluso, su amor a la comida era más fuerte que ella y ahora el embarazo era una excusa para cumplir sus antojos, aunque Hyunjin ya le había dicho que si seguía así iba a tener que ponerle una dieta estricta en poco tiempo.
—Eso espero —dijo y luego consiguió prender su pantalón.
No muy satisfecha con la respuesta, la alfa se acercó y liberó feromonas para tranquilizar a su pareja, Chaewon lo agradeció y se abrazó con el brazo libre de Hyeju. Yeojin también se acurrucó a su mamá, también le gusta su aroma.
—Hmm algo me dice que nuestra niña sera una linda omeguita —menciona Chaewon.
—¿Tu crees?
—Así es, ella ama tu olor y el de sus abuelos, estoy muy segura de que así será.
Con una sonrisa Hye abraza a Yeojin y Chaewon.
—Voy a cuidar mucho de ustedes, también de mi algodoncito.
Ambas adultas rieron por el apodo, Yeojin lo empezó a usar desde que escuchó a sus padres decir que el bebé es de tamaño de una pequeña bola de algodón. La cachorra apenas habla, pero es buena para repetir, Hyunjin siempre halaga la inteligencia de la pequeña.
—Vamos, se hará tarde, ya estoy lista.
Chaewon se da una última mirada en el espejo y toma en brazos a su hija para que la alfa fuera a buscar la mochilita de rana que usan para las cosas de bebé.
—Mami linda —dice Yeojin y luego besa la mejilla de la omega.
El lobo de Chaewon se agita con alegría y le besa también la mejilla.
—Tu eres más linda mi cachorrita, ¿Vamos con mama?
—¡Si!
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