¿Sigues aquí? [hyunlix]

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Mes: 56. Cuenta atrás.

Todo estaba saliendo medianamente bien en la vida de Lee Felix; Hyunjin seguía con él y cada vez que Baekhyun le decía algo al rubio Hyunjin lo defendía, su madre estaba con un dolor de cadera desde hace unas semanas y no quería dejar el trabajo y él...él seguía estando.

El cuerpo de Felix no daba señales de que ese tratamiento más fuerte le fuera mal, por lo tanto no le pasaría nada. Él seguía teniendo la esperanza de llegar y que el médico dijera “Lee Felix, existe una solución ante tu enfermedad” pero soñar era gratis.

Los únicos que hacían despejarle de sus pensamientos pésimos era su grupo, Lee tenía un grupo de amigos y estaba muy muy muy feliz por eso, cada quién tenía una especie de don que hacía que todos se despejaran bastante y animar los días de todos.

Taeyong era el chico que compraba comida para todos cuando quedaban, chocolate lo que más. Minho intentaba conquistar a Han con frases y regalos mientras que Han se dedicaba a rechazarle de forma cariñosa. Han no gustaba del ahora pelimegro pero Minho seguiría insistiendo.

Chan seguía siendo Chan; torpe, cariñoso, cuidadoso. Un día que salieron de la universidad tropezó con un maestro y luego le insultó, cuando se dió cuenta casi le da un infarto allí en medio. Changbin era el raperillo del grupo, participaba en concursos o espectáculos pequeños con fé de que algún CEO le viera actuar y le contratasen, aún así, seguiría dedicándose al arte.

- Tengo hambre. — Taeyong llevó su mano a la barriga cerrando los ojos mientras su pelo era acariciado por Felix y Hyunjin mordía su labio. Estaban esperando a los demás con la comida.

- No creo que tarden, se fueron hace un rato... — susurró Hyunjin moviendo su pierna inquieto. Los minutos pasaron y volvieron con la cena de todos.

- Había una señora que no sabía pedir y entre la torpeza con la que se explica Lino costó mucho. — explicó Han sonriendo y dejando la comida en el cesped del parque donde pasarían la mayor parte de la noche, o eso querían.

Empezaron a comer en completo silencio cómodo. Felix estaba recostado en el pecho de Hyunjin y el mayor de todos, Taeyong, empezó a charlar.

- ¿Ustedes creéis que hay una siguiente vida? — dijo sin mirar a ninguno. El primero en responder fue Felix, se hizo esa pregunta muchísimas veces.

- No lo creo, yo creo que es como si fuera un descanso, tu alma empieza a vagar por todo los sitios posibles mientras que tu cuerpo descansa después de todo lo que viviste. No creo que haya cielo ni infierno, sino que es un sueño profundo donde vas a donde quieres. — explicó volviendo a comer.

- Yo si creo que la haya, — habló Changbin — nadie sabe que hay después de la muerte y es muy común este tipo de preguntas y respuestas. Aún así yo digo que si hay, no creo que te quedes descansando.

- Eso es, ¿cómo explicas las personas que son iguales? Hay gente que dice que han visto a familiares vivos que estaban muertos. — dijo Han mirando a Felix que pensó su respuesta.

- He dicho que el alma empieza a vagar, no he dicho que es lo que hace. Puede ser que ese pedazo de ti se reencarne en alguien similar a su cuerpo anterior, pero nunca van a llegar a ser iguales. — miró a Han y este se calló — Aún así también cabe la posibilidad de que sea la opinión de Changbin hyung.

- No lo sé, yo solo espero reencarnar en una pierda. — habló Hyunjin y el rubio rió.

- No puedes hacer eso, cariño...tienes que ser un ser humano. — el mayor se encogió de hombros y volvió a recostar al menor en su pecho.

- Otra pregunta que tengo es la típica de; ¿qué es la vida? — preguntó Taeyong de vuelta comiendo de nuevo.

- Una simulación. — respondió Felix sin dudarlo — Sea el dios o dioses que estén allí arriba decidieron crear el mundo y a los humanos para ver que tan fuerte podíamos ser y de paso, ellos se divierten y nos controlan a su gusto.

Todos se quedaron callado con eso al ver a Felix tan concentrado en su respuesta y Hyunjin masajeó la cintura del menor.

El castaño y el rubio volvieron a casa, el segundo bastante cansado. Hyunjin cogió en brazos al menor para subir a su habitación y dejarle tumbado en la cama besando todo su rostro. Eso consiguió que Felix sonriera como un niño pequeño.

- Te quiero. — susurró Hyunjin sobre los labios del contrario para terminar besandole siendo correspondido por el otro.

Felix estaba siendo feliz, después de mucho. Era realmente feliz y nadie le podía quitar esa felicidad menos su médico. Él si que le hundía en una enorme tristeza de la que le costaba salir.

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El rubio estaba viendo su teléfono leyendo la noticia de que una chica de su universidad falleció el día anterior. Todos la conocían por ser la felicidad y alegría pura del grupo, curso y universidad; todo se lo guardaba para ella. Aún así, ella era feliz con todo lo que tenía encima, disfrutaba cada segundo, minuto y horas, cada momento.

Esa noticia le hizo reflexionar a Felix sobre su vida. Así que dejó su teléfono en su mesita y comenzó a pensar haciéndose la idea de que su final llegaría tarde o temprano y no se podría hacer nada al respecto. Era inútil todo, solo tenía que aguantar hasta que pudiese e iba a disfrutar de toda su vida, de la vida que le quedaba.

Después de unos minutos se escucharon tiros en la calle. El barrio de Felix no era el más tranquilo que digamos pero eso no era tan frecuente por allí. Hyunjin bajó corriendo y miró al menor confundido.

- Eso fue aquí ¿cierto? — susurró recibiendo una respuesta afirmativa por parte del menor.

El castaño se dispuso asomarse por la ventana viendo que no había nadie y se acercó a la puerta para abrir extrañado. Lo que no sabía es que la noticia que le quedaba por dar a Felix después de eso le arruinaría la vida al menor.

La señora Lee estaba tirada en medio de la carretera con un disparo en la frente y una tarta a su lado. Hyunjin tembló ante el pánico que le estaba causando aquello y no dejó salir a Felix, ¿cómo le contaría eso?