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Mes: 61. Cuenta atrás.

Hyunjin y Felix habían decidido salir a dar un paseo y cenar fuera de casa.

- Hyunjin, ¿te acuerdas de lo que me dijiste hace un par de semanas? Eso de que te gusto y demás. — el rubio le miró mientras el mayor asentía sin mirarle.

- ¿Qué pasa con eso? — dijo al cabo de los segundos cuando Felix aún no habló.

- Sinceramente me llevas gustando desde hace bastante tiempo pero al no tener contacto no quería decírtelo por miedo a que le dijeras que no. — explicó el de pecas rascando su brazo — Con esto de la ansiedad y demás sabes que no lo llevo tan bien y por eso te dije que esperases. Quiero ser tu novio Hyunjin.

Felix se quedó parado y el castaño imitó su acción mirandole, intentando asimilar lo que dijo. ¿Enserio le estaba diciendo que si o estaba soñando una vez más con eso? El rubio empezó a ponerse más nervioso sintiendo sus manos temblar.

- Y yo el tuyo. — Hyunjin habló por fin y Felix le abrazó fuerte escondiendo su cabeza en su cuello siendo su abrazo correspondido.

Y así pasaron su lindo día. Volvieron a casa de Felix cuando su madre le llamó ya que tenía que decirles algo importante.

Durante esas semanas evitó mucho a Baekhyun quien seguía insistiendo que era su hermano al que se llevó tanto tiempo abusando de él.

Al llegar a casa el padre de Baekhyun y su hijo estaban sentados en el sofá y la mujer estaba de pie jugando con sus manos. La incomodidad se podía cortar con un cuchillo lo que hizo que el más pequeño se incomodara.

- Felix... — la mujer tragó fuerte y cerró los ojos cogiendo aire mientras que su hijo no quitó la mirada de ella — Baekhyun es tu hermano.

- ¿Cómo así? ¿Sin pruebas? ¿Sin historia? — ladeó su cabeza extrañado intentando que no notara el miedo que tenía en el cuerpo.

- Chico, tu madre se acostó conmigo. — habló el hombre de unos 42 años al lado de Baekhyun, pelinegro y bastante parecido a su hijo. Aún así, sabía que su madre hubiera sido incapaz de hacerlo.

- ¿Cómo? ¿Cuando fue? — miró a su madre esperando una respuesta mientras que Hyunjin acariciaba el dorso del rubio intentando calmarle al notarle tan tenso.

- Aún no habías nacido... — Felix entrecerró los ojos esperando más palabras de su madre que nunca llegaron.

- ¿Tú? ¿Acostarte con otro y tener un hijo? Hubieras preferido morir.

- Me pagaron bien... — se quedó en silencio al ver a su hijo con esa expresión; ojos abiertos y sus pupilas contraidas, su boca entreabierta y sus mejillas empezaron a llenarse de lágrimas.

- ¿Has hecho eso por puro dinero? — dijo sin poder procesar nada a partir de aquel momento — ¡Le juraste a papá que le ibas a ser leal! ¡Él me lo contó y me enseñó un video!

- Hey, fefi tranquilo... — susurró el castaño a su lado acariciando ahora sus brazos despacio.

- Y encima papá estaba vivo cuando lo hiciste... — se peinó para atrás dejando a todas las personas calladas — ¿Que le dijiste a él?

- Se fue de viaje a trabajar... — susurró la mujer que era incapaz de mirar a su hijo.

- Bueno, viendo que todo está explicado te dejo aquí a Baekhyun. Gracias por su tiempo. — el hombre se levantó y dejó a su hijo como si no hubiera ocurrido nada.

Mientras el rubio lloraba y era consolado por su novio, su acosador, bully y "nuevo hermano" sonreía victorioso, parecía que solo hizo eso para joder a Felix y disfrutó de aquello.

Felix tenía miedo. Notaba sus manos temblar y la falta de aire, no podía pensar con claridad y agarró fuerte los brazos de Hyunjin al sentirse débil.

El castaño le llevó hasta el sofá donde lo sentó para se calmara y sin llegar a quedarse inconsciente lo logró poco a poco.

De solo pensar en el infierno que le esperaba en su casa quería huir de la ciudad y del país, no quería ver a Baekhyun más veces, y durante todo los días.

No quería soportar su voz diciéndole que haga las cosas que debía de hacer él. No quería sentir de nuevo su cara dentro del inodoro y en su propia casa. No quería verle. Quería desaparecer.

El mayor al darse cuenta de que Felix no estaba bien y tenía la mirada perdida le abrazó.

- Estaré contigo. — y esas dos palabras bastaron para que el rubio se tranquilizara — No dejaré que te pase nada, Felix.

- ¿Y tú cuando te vas, Hwang? — la voz del adolescente se escuchó muy molesta a oídos de Felix que solo se aferró más al castaño.

- Vivo aquí, Baek. — empezó a acariciar el pelo del menor y su madre apareció.

- ¿Qué queréis de cena? — susurró y Baekhyun parecía que fue un vagabundo que no comió en meses.

- Kimchi, bibimbap, ramen y arroz. — la señora Lee suspiro diciéndole que eso era demasiada comida a lo que el pelinegro no se lo tomó bien. — Que me hagas eso, ¿o no escuchaste, zorra?

- Oye, ten un respeto. — Hyunjin habló mirando a Baekhyun — Respetale, no te hizo nada para que le hablases así.

Solo recibió una mala cara por parte de Baekhyun lo que hizo que al castaño le molestara un poco más aquella reacción.

Y a partir de aquel día la casa de los Lee se convirtió en un absoluto infierno. Felix no salía de la habitación de Baekhyun ya que tenía que limpiarla o si no le pegaba.

Hyunjin evitaba encontrarse con él, Felix y él debían de dormir en la misma habitación ya que Baekhyun le hechó de la suya. Después de haber escuchado lo que el menor le decía y tenía que hacer por Baekhyun su sangre ardió más de rabia.

Por otro lado Baekhyun estaba viviendo como un rey, su madre le hacía la comida que el pedía, Felix limpiaba su habitación por él, le daba su comida en el descanso de la universidad y Hyunjin no estaba molestandole.

.-.-.-.-

- No puedo más... — susurró el rubio sentandose en la cama de Baekhyun el cual había salido a una fiesta y Hyunjin estaba parado en la puerta.

- Le voy a partir la cara. — soltó sin filtro alguno, desde kilómetros se veía que no le agradaba nada la presencia de Baekhyun cerca suya.

- Cállate y ayúdame por favor. — abultó sus labios y no hay nadie en el mundo que pudiera negarse a nada con esa cara, lo que hizo al mayor sonreír — Te daré besitos después pero ayúdame, por fa, por fa...

Y así es como lograba conseguir que Hyunjin le hiciera caso. El rubio sonrió orgulloso empezando a recoger junto al mayor.

- ¿Y si le gastamos una broma? — propuso Hyunjin a lo que Felix aceptó.

Hwang Hyunjin sabía perfectamente cual era el punto débil de Baekhyun; las arañas. Fue a comprar unas arañas de plástico y volvió a la casa colocándolas por la cama de la víctima que tendría su broma.

Después de eso, ambos adolescentes se fueron de la habitación a la suya y como prometió Felix besaría a su novio hasta que se cansara de sus besos.

Felix estaba sentando en el regazo de Hyunjin mientras dejaba cortos besos en sus labios y los llevaba a sus mejillas y nariz. Hyunjin por su parte estaba sonriendo como un tonto, como un niño de cinco años que le compraron su juguete favorito.

Todos esos besos acompañados de algunas frases por parte del mayor. Estaban en una burbuja, solo ellos dos, sin nadie más y sin pensamientos pesimistas y quejándose de su día.

.-.-.-.-

En la noche Hyunjin abrazaba al menor como si fuera a irse mientras el contrario dormía acurrucado en el pecho de su mayor.

Todo estaba en silencio, en paz, hasta un grito los despertó y cuando se dieron cuenta de quién fue soltaron una risa.

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