08

31 2 1
                                    

¿Que se supone que era Suhyeon para Sua?

     Tal vez para Suhyeon, Sua era la persona de la que se había enamorado por primera vez, quien la hacía temblar y tartamudear cada que estaba cerca de ella o la abrazaba, pero ¿y Sua? ¿para Sua, Suhyeon solo era su amiga? ¿alguien en quien podía confíar? ¿o algo más?



     —¿Estás lista para conocer a mis padres? ¡también a mí hermana! —dijo Woojin emocionado.
     —Estoy nerviosa ¿y si no les caigo bien? —dijo Sua.
     —Tranquila, a veces mi hermana suele ser un poco celosa, pero creo que tú le caerás bien.
     —¿Cómo estás tan seguro? ¿y si no?
     —Sua, tranquila, saldrá todo bien.

     Cuando entraron a la casa de Woojin y Sua vió a Suhyeon, su corazón quedó flechado, parecía que había visto a un ángel, cada que podía volteaba a verla, como si fuera la chica más linda del mundo, pero no podía sentir eso, se negaba, era la hermana de Woojin, aún peor porque Woojin era su novio, así que solo se limitó a ser su amiga, pero cada que estaba con Suhyeon no hacía caso a lo que había a su alrededor.

     Esa ocasión que Suhyeon confesó sus sentimientos hacía Sua, el corazón de Sua se aceleró tanto que sentía que se iba a salir, pero ella pensaba que no podía hacerle eso a Woojin, quién era un chico demasiado lindo, pensaba que no volvería a encontrar a alguien como él, al Sua rechazar a Suhyeon, pensaba que la muerte de Susu había sido su culpa. Al tener a su robot lejos, la hacía sentir aún mucho más culpable, por no poder proteger a Suhyeon dos veces.

     Sua había creado el robot por Woojin, quien estaba triste por la muerte de su hermana, pero en el fondo, también lo creo por ella misma, porque quería volver a tener a Suhyeon a su lado, pero no quería volver a tener esa pelea con ella misma, asi que cuando descubrió que Suhyeon tenía sentimientos, entró en ese debate de nuevo.

     Por otro lado, Woojin, aunque extrañaba a su hermana, cuando Sua le dió el robot de Suhyeon, no le agradó mucho la idea, claro que amaba a su hermana y la quería de vuelta, pero tenía miedo de que Sua sintiera algo por ella, cuando su miedo se hizo real busco formas de separarlas, pero a pesar de estar lejos 4 años, su amor era el mismo.



     —Ama ¿por qué las personas se casan? —preguntó Suhyeon.
 

  —¿No aparece éso en internet? —preguntó Sua— bueno, las personas se casan porque quieren estar junto a la persona que más aman y la quieren tener siempre a su lado.
     —¡Cásate conmigo, Sua!
     —¡¿Eh?!
     —Quiero estar siempre a tu lado.
     —Suhyeon, no creo que los robots puedan casarse, ya que no tienen alguna identificación, pero estarás siempre conmigo Susu.

     Y así pasaron los años, Suhyeon y Sua eran felices, Tsuki y Sheon se casaron y abrieron una tienda de donas, Sunoo, hermano de Sheon, iba casi siempre con su novio, Jay, a la tienda, ya que Jay y él amaban las donas. Woojin por otro lado, desarrolló una fuerte dependencia emocional a Sua, así que tuvo que acudir a un psicólogo después de que de diera cuenta que el "amor" que tenía hacía Sua no era muy normal, al final terminó conociendo a un chico, que le hizo saber que en realidad también le gustaban los chicos y a veces visitaba a Sua para ver a Suhyeon.

     Como todos los humanos, cada uno llega a su límite, en dónde ya no puede vivir más y tiene que partir, Woojin y Tsuki fueron los primeros en irse, y desgraciadamente, Sua les siguió.

     —Siento que ya no voy a aguantar más Susu —dijo Sua, quien estaba en una camilla en el hospital.
     —No quiero que te vayas, dijiste que siempre estaría contigo —dijo Suhyeon, se veía tan triste que a Sua le dolía en el corazón, porque sabía que Suhyeon era un robot, alguien quien no envejecía, alguien que no moría.
     —Suhyeon, ése es el destino de los humano —Sua tomó la mano de Suhyeon— quiero estar contigo en esta vida y en todas las demás, como humano o como robot, te amo de las dos formas, jamás dejaré de amarte, en ninguna de mis vidas.

     Pasó una semana, Sua había muerto, era evidente que eso algún día pasaría.

     —Moon Sua, nació el 9 de septiembre, murió a la edad de 76 años —dijo Suhyeon susurrando, ésto lo repetía varias veces seguidas.
     —Ey Suhyeon, no estés así, ella ahora está en un lugar mejor, es la vida de un humano —dijo Sunoo— seguro que yo también moriré pronto —Sunoo sonrió, a pesar de ser ya tan viejo, aún seguía siendo un sol, un sol andante— la idea de morir no me asusta, de hecho, espero encontrarme con una persona a quien aprecié mucho.
     —Pero yo no puedo morir, no podré reencontrar a Sua, nunca, nunca más, mi disco duro guardara todo sobre Sua, pero nunca podré verla de nuevo —Suhyeon tocó su pecho— que suerte tiene Suhyeon humana al poder reencontrarse con Sua.

     Suhyeon estaba tan triste, su razón de vida, su creadora, el amor de su vida, de su vida artificial, su ama... ella ya no estaba ahí, Suhyeon estaba inundada en su tristeza, su hubiera podido llorar, seguro toda la ciudad hubiera estado inundada, eso era tanto para su corazón artificial, que no soportó más, y se apagó voluntariamente, haciendo que nadie pudiera volver a encenderla.

[...]


   —Tengo algo para ti, Susu.
     —¿Que es? ¿acaso es un robot? sabes que amo los robots.
     —¡No! Suhyeon, no puedo regalarte un robot —dijo Sua.
     —Bueno ¿qué es? —preguntó la chica de linda sonrisa, Suhyeon.
     —Margaritas —Sua le dió un ramo de margaritas a Suhyeon.
     —¡¿Que?! ¡ya casi nadie regala flores! —Suhyeon abrazó a Sua— te amo.

     2911, hasta los mismos nombres tenían de nuevo, tal como Sua había deseado antes de morir, quería estar con Suhyeon en todas las vidas, así fue, en cada una de sus vidas ella pudo ser feliz con la mujer de su vida, de todas sus vidas.

A.I ☁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora