Nuevo horizonte.

35 5 0
                                    

El solo tomó servilletas, en realidad muchas, e intento limpiar mi camisa empapada de café.

Se presentó y su nombre me pareció tan sutil y hermoso.

Andrew.

Se disculpó mil y una vez por lo que había ocurrido sin el tener la mínima culpa de algo.

Me ofreció mostrarme la cuidad.

Y yo encantada acepte.

Era un buen chico, todos ahí lo conocían, y lo saludaban.

Pasamos por una tienda de ropa, con la excusa de que le comparia una blusa a su mama.
Me explico que su mama no era muy rellenita, y que sí le podía ayudar a buscar la blusa perfecta.

Claro que jamás me negaría.

Demorado unos diez minutos hasta que la encontramos.

Y me la probé, su mama debía tener buenos gustos igual a su hijo.

Ese chico era divertido y encantador.

Siempre sonreía.

Aunque no supiere mucho de el, me encantaría saber sus misterios.

Después de que me mire al espejo pero mi mente divagaba tan lejos de donde me encontraba.

El me explico que quería que conservara esa blusa, que me acentuaba muy bien y que lo tomara como un obsequio.

Demoro cinco minutos insistiendo hasta que accedí.

No era la mejor opción.

Pero de veras, la blusa que traía estaba empapada, y me sentía muy agradecía, era un gran gesto.

:) :) gracias a todos :) :)

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora