El ánimo parecía no decaer en el alemán, pero si su cuerpo, se cansaba más rápido, evitaba soltar quejas cuando sus hijos se abalanzaban sobre el para jugar y daban con alguna de sus grietas, ocultaba el dolor, pero el chileno lo veía, podía verlo en sus ojos.
-¿Dónde vas Chile?-
-Voy a dar una vuelta, a ver que todo vaya bien-
-Te acompaño-
-No es necesario, deberías descansar un ratito, voy y vuelvo- Imperio se acercó a el acariciando su mejilla, al igual que él estaba cansado, apenas si dormía desde que llego, temía que si lo hacía, que si cerraba los ojos por mucho tiempo el desaparecía y no se daría cuenta -¿seguro no quieres que te acompañe?-
-Si tranquilito amor, veré como se ha adaptado mis nuevos ciudadanos y traeré algunas cositas pa comer algo rico-
-Con mayor razón debo ir contigo-
-¡Que no hombre! si voy y vuelvo- se alzó dándole un beso, para luego alejarse, tampoco quería alejarse del pero ya no sabía que otra cosa hacer -bien, regresa pronto liebe-
-Ja, mein kaiser- salió cerrando la puerta tras de él, se acercó a su caballo, lo tenía listo y si no quería tardar lo iba a necesitar, lo monto dándole orden de partir.
Llego más rápido de lo pensado, el caballo parecía agotado por el galope por lo que se bajó apenas llego a su destino, le acaricio la cabeza -perdón amigo, te prometo que cuando volvamos te daré toa la fruta que querai- solo recibió un sonido y choque del casco de la pata contra el suelo -jsjs ok, perame aquí-
Camina por aquel lugar, no había gente a su alrededor para su suerte, sus pasos resonaban en todo el recinto, camino para estar lo más cerca de su objetivo, una estatua. Se arrodillo, incluso su cabeza. No tenía idea como empezar- s-se... ejem... sé que no soy el más devoto, que no suelo asistir a misa... que mi matrimonio seria visto como pecado y que mentimos para conseguirlo... p-pero... y-ya no sé qué más hacer...-junto sus manos entrelazando sus dedos, su cuerpo temblaba y lágrimas comenzaban a salir -por favor patrona, salva a mi marido... salva a Imperio Alemán, te lo ruego-
-Hare lo que sea con tal que hagas el milagro... eres mi patrona... la patrona de toda mi gente, ellos confían en ti... yo confiare en ti... pero por favor te ruego que salves a Imperio, no puedo vivir sin el, nuestros hijos... están pequeños y sufrirán mucho- cada vez se inclinaba más al punto de tener su rostro a solo centímetros del suelo, apretaba cada vez más sus manos que se mantenían entre su abdomen y regazo, las suplicas eran cada vez más desesperadas y el llanto desgarrador al punto que llamo la atención de alguien que lo vio ingresar al lugar, lo siguió ya que le era extraño verlo acudir por cuenta propia.
Ver al chileno de esa manera simplemente le estrujo el corazón, rápido se acercó a él arrodillándose frente a el -¡peñi! ¡peñi!... ¿qué sucede? - alzo su vista dejando ver el rostro húmedo por las lágrimas, los ojos rojos y como bajo estos unas ojeras marcadas y esa expresión, de profundo dolor -¿M-Mapu?... ¡Mapu!- se lanzó a sus brazos siendo correspondido, acariciaba la espalda de menor que seguía llorando en su hombro, no diría que estaba feliz de estar en una iglesia encontrándose con su hermano pero era lo de menos, le urgía saber que le sucedía a él para estar en ese estado.
No sabían cuánto tiempo exactamente estuvieron en esa posición, pero debió ser bastante ya que no sentía las piernas, solo cuando el chileno se calmó lo invito a salir del lugar el cual el de cola asintió.
-¿Me explicaras que sucede? No tengo noticias de ti y cuando te encuentro te veo entrando a una de esas iglesias del winka de España-
-Estoy desesperado-
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𝐒𝐞𝐡𝐧𝐬𝐮𝐜𝐡𝐭 𝐝𝐞𝐬 𝐇𝐞𝐫𝐳𝐞𝐧𝐬
FanfictionPensaban que sus vidas estaban completas juntos, pero el destino muchas veces depara otra cosa, una relación donde solo existía amor y comprensión, felices de encontrar su complemento, quien les hacia ser mejor cada día. Un "Hasta que la muerte nos...