-Este osito es perfecto para mi pequeña villa! Siempre le gusto estas cosas y seguro le encantara cuando lo vea- miraba con entusiasmo el juguete, llevaba varios minutos eligiendo obsequios a sus hijos, eran bastantes y seguro iría a necesitar más de una visita para comprarle a todos y aun debía buscar el obsequio perfecto para su amado esposo.
Estaba tan absorto en su misión que no era consciente de las constantes miradas y susurros hacia su persona, no pasaba precisamente desapercibido, los más mayores se asustaban apenas lo identificaban por lo que se retiraban con rapidez del lugar.
-Es increíble, cuanto ha cambiado este lugar... ¡pensar que aquí confeccionaban mi calzado y el de mi padre! Ahh... lastima, a mi nieto le vendría bien algo de clase, parece vagabundo- caminaba por el pasillo con varios objetos entre sus brazos. Una pequeña discusión se formaba entre los vendedores ya que ninguno parecía tener el valor de acercarse a Imperio para ofrecerle ayuda o quien seria el encargado de caja.
-Disculpen caballeros... señorita, deseo llevar estos obsequios y necesito que sean envueltos con propiedad- las personas levantaban sus miradas en busca del rostro del contrario, pero al ver la expresión de enojo y casi maligna, pero ellos soltaron unos gritos ahogados, se pegaban o empujaban hasta que uno de ellos tropezó hacia el frente -b-bienvenido señor, claro-
Se movía con torpeza debido a los nervios, le estaba costando trabajo marcar los objetos, con su cabeza le hizo señas a otro para que envolviera los objetos, por lo menos si lo hacían rápido se librarían pronto de aquella representación tan aterradora -l-listo señor, ¿c-c-omo paga? -
-¿Que pregunta es esa? Obvio que con Deutsche Mark, estos jóvenes...- los tres se miraban entre sí, no sabían de que estaba hablando -disculpe, pero ¿con que dijo que pagaba? -
-¡Con mark! Por dios- de su bolsillo extrajo varios billetes y monedas, se las enseño a los empleados quienes miraba con más dudas plasmadas en sus rostros. Uno busco rápido, a su parecer parecía una mala broma, pero para pesar de todos no era así -em señor, disculpe pero esto ya no se utiliza... hace como cien años creo, ahora se utiliza euros o dólares si prefiere- de pronto el empleado soltó un grito agudo debido a que Imperio alemán propino un fuerte golpe con su puño al golpear el mostrador -¡no sé qué demonios son euros pero he tenido un horrible regresar y no perder el tiempo con unos mocosos ignorante cuando podría estar alistándome para viajar, así que recibirán esto y me marchare!-
-¡P-pero señor! ni sabemos cuánto es... ¿un marco? debe ser mucho... ¿o poco?- miro una de las monedas, ya habían enfrentado clientes problemáticos pero nada comparado con la apariencia de Imperio, su sola presencia ya infundía terror en ellos como para animarse a entablar una discusión con el -Ese no es mi problema, yo estoy pagando y si tuvieran un poco de respeto hacia sus superiores dejarían de hacer problemas-
-¡Pero s-señor no podemos aceptarlo! si gusta le reservamos todo esto mientras usted va por el dinero correcto- de la nada comenzó a formarse un aura oscura en el alemán, ya estaba de mal humor debido a la fotografía y que ahora le negaran algo solo empeoraba los ánimos -creo que ya no les enseñan a respetar a sus representaciones... quizás yo deba darles unas cuantas lecciones- los tres humanos se abrazaron, estaban temblando de miedo, necesitaban ayuda pero el miedo los paralizo.
»——————⋆◦★◦⋆——————«
-¡Agh! demonios, ya responde anciano- apago con molestia su móvil, la reunión había acabado y Alemania llevaba algunos minutos llamando al teléfono de su casa esperando que su abuelo respondiera pero no obtuvo respuesta. Regreso a la sala de reuniones por sus pertenencias, en eso su móvil comenzó a sonar soltó un suspiro cansado, deseaba con todo su ser no fuera por trabajo -luego de librarme de mi abuelo tomare una largas vacaciones y juro que los enviare al demonio a todos- sin siquiera ver de quien se trataba contesto de muy mala gana -chaa ¿ya te enojaste conmigo? - su ceño fruncido desapareció, llevaba unos días que no sabía de él y justo llamaba en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐞𝐡𝐧𝐬𝐮𝐜𝐡𝐭 𝐝𝐞𝐬 𝐇𝐞𝐫𝐳𝐞𝐧𝐬
FanfictionPensaban que sus vidas estaban completas juntos, pero el destino muchas veces depara otra cosa, una relación donde solo existía amor y comprensión, felices de encontrar su complemento, quien les hacia ser mejor cada día. Un "Hasta que la muerte nos...