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—Hola cariño, buenos días.

—¡Mamá!

No podía creer que Dae-hyun ya sea un niño con casi 3 años y medio, lo veo y sigo sin creer que haya crecido tanto en tampoco tiempo y más que ahora es un niño muy parlanchín que cuando aprendió a decir Mamá también diría Papá y los nombres de los chicos o de mi hermana, Dae era un pequeño muy inteligente que poco a poco nos llenaba de orgullo a Tae y a mí.

—¿Tienes hambre campeón?

—¡¡Siii!!

Dae ni siquiera espero y bajo con cuidado de la cama corriendo hacia afuera de nuestra habitación, solo me reí y me levanté de la cama para acto seguido tenderla, me hice un moño alto y cuando termine salí en rumbo a la cocina, observe como Dae había encendido la televisión y como cada mañana se sentó en su pequeña mesita frente a esta mientras esperaba su comida. Sin hacerlo esperar más decidí hacerle su cereal favorito, pues Dae prefería siempre almorzar eso antes de cualquier otra cosa y como madre consentidora que soy obviamente le doy lo que me pida al hombrecito de mi vida.

Hoy especialmente me sentía un poco agobiada pues Tae hacia 3 días no estaba en casa, ni siquiera tenía una noticia suya y de ningún chico en general, Hannia me había llamado una noche anterior diciéndome que estaba preocupada pues Jimin le había enviado un último mensaje ese mismo día por la mañana diciendo que la amaba por sobre cualquier cosa, sin duda algo que nos aterraba a ambas por que no sabíamos si era un mensaje de despedida, el trabajo de los chicos nunca me desagrado una vez que lo entendí pero si me aterraba la idea que me arrebataran a Kim de mi lado, más aun que Dae creciera sin su padre quien era su adoración, me gustaba saber que Taehyung era un gran padre y esposo tanto que lo único que pedía esta mañana era escuchar su voz entrando por esa puerta, pero a veces pensaba que pedía demasiado aun sabiendo el peligro que él corría.

—Mami...

—¿Qué pasa Dae?

—Me duele aquí.

Dae apareció por la puerta de la cocina tocando su pancita, parecía que le dolía el estómago y tal vez era porque quería ya su cereal y yo me distraje pensando en Tae, me agache a su estatura y bese su pancita para luego levantarme y tomar su platito

—Ven, vamos a comer cielo

Dae tomo mi mano y caminamos hasta su mesita cuando escuche la puerta abrirse y Dae también por lo que me soltó y salió corriendo en su dirección, deje el plato de Dae en su mesita y camine rápidamente a la puerta para ver a Taehyung abrazando a Dae y levantándolo por los aires mientras el pequeño reía, mi corazón en ese momento descanso como nunca antes. Tae le dio un beso a Dae seguido de muchos más mientras el pequeño también se los devolvía a su ritmo.

—Mi hombrecito, te extrañe tanto.

—Papi, vamos a comer...

—Me parece perfecto, tengo mucha hambre.

Dae pidió bajar con sus clásicos señalamientos hacia el suelo y corrió nuevamente a la cocina, Tae en ese momento me miro y sonrió, sin esperar más yo solo corrí a sus brazos y escondí mi cara en su cuello.

—También te extrañe tanto mi cielo.

—No sabes lo preocupada que estaba, Kim no vuelvas a desaparecer así... siento que me muero

—Estoy bien _______, sabes que a veces lo mejor es incomunicarnos por cualquier cosa que sale mal.

—Pero... lo entiendo, pero es que yo... no sé qué haría sin ti, no sé qué le diría a Dae si tu llegas a faltar... no podría pensar en nada que no fueras tu volviendo aquí.

Me Enamore De Un Asesino (Taehyung Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora