03

217 9 0
                                    

Paso aproximadamente un mes y poco más, sin noticias, sin llamadas, sin amenazas, como si todo eso hubiera quedado en el olvido, por mi parte estaba bien, pues me sentía más tranquila, pero, por otra parte, no me daba ningún confort porque probablemente se estaban preparando para una cosa grande. Conseguí niñera para Dae por lo que me sentía más segura que alguien cuidara de él enteramente, también mejoramos la seguridad de la casa, Tae odiaba la idea de que volviera a entrenar, pero necesitaba volver a estar en forma para defender a mi hijo, no era difícil porque nunca deje de hacer ejercicio, solo me costaba acostumbrarme a pelear y disparar de nuevo, pero en un par de semana conseguí hacerlo bien. Al día siguiente Taehyung y yo teníamos un día pesado, pues iríamos a una fiesta con los chicos y como es costumbre estas fiestas no son de diversión, los chicos tienen reportes de niñas que serán vendidas a unos empresarios de Tokio por lo que iremos y les arruinaremos la fiesta a esta gente, Tae no estaba nada convencido de llevarme pero tenía que demostrarle que aún podía con todo esto, que no era nada como la niña que entro sin saber un carajo, con miedo y presión, solo así me dejaría participar en la investigación de mi padre. Me levanté muy temprano, pues quería practicar mi tiro, aunque parezca descabellado tengo aún los guantes que Carlos nos dio a Madison y a mí, no los conservo por lindos sino porque siento que esto llena justo de rabia que es lo que me da el valor de querer matar a ese tipo de gente y nunca olvido el infierno que viví estando con ellos, salí y comencé a practicar con un señuelo en el patio, cabe decir que Tae y yo vivimos en un pueblo muy lejos de Seoul y donde casi nadie vive, solo poca gente y las casas son muy separadas, por lo que practicar tiro ahí era perfecto pues cerca estaba el bosque y tenía oportunidad de adentrarme en el sí quería más privacidad.

—Vaya, te dije que no tendrás que deshacerte de nadie cielo

—Solo por si las dudas, ellos son peor que cucarachas si hay una encontrarás miles

—Eres muy linda, pero creo que molesta me das un poco de miedo.

—¿Miedo? ¿Yo? Amor, me casé con un Asesino, ¿no sería yo la asustada?

—De nuevo los usas, _______ eso... no creo que sea buena idea, deberías tirarlos ya.

—Nunca, por mi, Madison murió y estos guantes me recuerdan que es lo que tengo que hacer sin titubear ni mucho menos, además me recuerdan que un día prometí a Madison encontrar a su familia y a día de hoy no lo he hecho.

Taehyung no está muy convencido sobre esto, pues él no quiere que yo tenga una recaída en la depresión o quizá que me vuelva a ir de su lado pero es que las cosas son diferentes ahora yo tengo una familia la cual quiero proteger y por la cual daría todo porque estén sanos y salvos, nadie les haría daño porque de ahora en adelante yo seré quien vele por ellos, me siento culpable de no haber podido defender a mi padre e Irene, pero si puedo defender a mi familia, si ellos no están bien entonces no tengo nada y por esa misma razón tengo que ser fuerte e ir contra todo y contra todos, incluso iría al mismo infierno enfrentando al mismo diablo por Dae y Tae.

Paso el día normal como debería de ser así que comenzamos a listarnos para ese evento tan importante, este tiempo Tae me había dado algunas cosas de mujeres que eran muy peligrosas, me regalo una peineta que era una filosa daga y un perfume que era un ácido muy potente, agradecía ese tipo de detalles que parecen indefensos, pero en manos correctas son armas mortales, Nara cuidaría de nuestro hijo junto a la niñera esa noche mientras Taehyung y yo estaríamos fuera.

—¿Estás lista?

—Sí.

No podía dejar de pensar en qué clase de horrores encontraríamos en esta fiesta, sin duda tenía que prepararme para lo peor que tenga que ver, fuimos por los chicos y mientras llegábamos a la dichosa fiesta Namjoon nos explicó el plan de pies a cabeza, teníamos que ser rápidos y precisos como fuera posible esta misión tenía que salir bien, ya que dependían muchas personas de ella.

Al llegar aparcamos el auto y gracias a Min pudimos clonar la invitación que era muy muy parecida a la real por lo que pudimos pasar sin complicación alguna, ya dentro había mucha gente y estaba apenas llegando lo bueno.

—¿No es mucho?

—A decir verdad, tampoco me parece normal que haya tanta gente en un lugar así, algo no anda bien.

—A ver, solo dedíquense a buscar a quien debemos y exterminar a las personas de la lista y nos vamos

Todos tomaron diferentes caminos incluyéndome, nos separamos pues sabíamos a quién buscar, de pronto un joven alto y apuesto se acercó a mí, pero de inmediato sentí algo extraño.

—Hola muy buenas noches, ah ¿te conozco?

En este momento yo identifiqué que él era un hijo de los principales empresarios que estaban invitados a esa estúpida fiesta, justo era un japonés por lo que me habla en inglés, parecía notar que yo no era asiática.

—Hola, ah, no que yo sepa

—Quizá la confundí, discúlpeme... y dígame ¿Está sola en esta gran fiesta señorita?

—Disculpe caballero, pero no viene sola, ella es mi esposa, un gusto.

—Un gusto señor, lamento el infortunio, pero vi a esta bella dama sola y quise conocerla, ¿tengo el gusto con...?

—Mi esposa y yo un alto empresario, sin embargo, a usted lo veo por primera vez aquí, ¿quién es usted?

—Perdone a mi marido, bueno, disfrute su velada joven

Tome a Tae por el guante y caminamos lejos del joven, cuando estábamos lo suficientemente lejos Tae se detuvo y me miro con cierto enojo.

—¿Por qué lo haces? ¿No vez que estaba coqueteando contigo? Un bastardo social coqueteando con mi esposa

—A ver cálmate, soy tu esposa, ¿sí? Además, ¿cómo se supone que sacaré información si vas detrás de mí todo el tiempo? Tae por favor no lo hagas estoy bien y sé cuidarme

El no dijo nada, solo asintió, sé que le molesto, pero era una realidad, Tae debería dejar de cuidarme y enfocarse en buscar a quien poder matar. Seguimos dando un par de vueltas a la dichosa fiesta, pero no había ni una sola niña, llegamos al punto de reunión porque aparentemente algo definitivamente andaba mal.

—¿Encontraron algo? ¿Escucharon algo?

—No, _____ y yo solo hablamos con Zhang el hijo de los Long Ihn, esto no pinta nada bien

Fue ahí cuando empecé a notar que la gente se comenzaba a ir, claro lo estaban haciendo casi imperceptible, se movían lento dejándonos al descubierto mientras los chicos seguían hablando sin percatarse de lo que estaba pasando.

Me Enamore De Un Asesino (Taehyung Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora