Me Enamore De Un Asesino (Taehyung Y Tu)

Capitulo 40

—¿Vamos?

—Esto no tiene buena pinta...

—No, hay que hacer un plan b...chicos no hay que exponernos todos.

—Tiene razón hay que solo pocos en caso de que se ponga peor hay que entrar todos y poder ayudarnos.

—Voy yo eso sí se los digo

—Voy detrás de ti y no acepto un no por respuesta.

—Bien vamos.

—Iré con ustedes

—No, tu no

—Es la hermana de mi novia ¿creen que Hannia me lo perdonaría?

—Pero si nadie regresa, ni siquiera Nicholas alguien tiene que cuidar de ella ¿no piensas?

—Okey, pero si no vuelven en 15 minutos entraré y morirán, sea quien sea

—Bien hermanito, saldremos con _______

Junkook y yo entramos en el elevador marcando el número 3 de la pantalla del subterráneo, el elevador fue cerrando las puertas y prácticamente sabía que Jungkook tenía que salir vivo a como diera lugar él se encargaría de Madison y Nara...

—Tae ¿sabes que tenemos que salir ambos de ahí?

—Sabes que no será posible Jeon, solo prométeme que saldrás en cuanto esté la señal y te llevarás lejos a las chicas.

—¡Tae!

—Jeon no te pregunté, me lo prometas o no lo harás por qué te estoy hablando como Jefe y nada más. — En ese momento el elevador se detuvo y en el suelo había un papelito con una flecha. —Hacia la derecha...bien vamos...

Comencé a caminar y entonces al fondo había otra flecha pero apuntando a la izquierda y notamos una puerta hacia esa dirección, caminamos y al llegar a ella pudimos ver qué estaba obscuro, intente abrir más la puerta y no vinos nada pues la luz nos impedía adoptarnos a la obscuridad, de pronto sentí un golpe en la nuca, al caer en el suelo pude escuchar unos leves gritos provenientes de Jungkook y lo vi caer segundos después a mi lado...cerré mis ojos pues era muy pesados para mantenerlos abiertos...

—Despertaste, ya era hora

—¿Donde...donde está _________?

—Ah mi chica está bien justo vendrá en un momento, no sabes cuánto pedí por verte aquí y pensar que mi tierna __________ te traería aquí nunca lo imaginaria...el mayor asesino de los tiempos está atado justo frente a mi

—Cállate idiota, si vine aquí fue por...

—¿________? Que idiota eres y mira que creí que por ser un asesino a sangre fría lo entenderías niño, pero sigues sin entender la posición en la que estás ¿verdad?

—¿Que? ¿De qué hablas?

—Tú siempre estuviste rodeado de gente que solo quería acabar contigo, de gente que trabajaba para mí y vivía bajo el mismo techo que tú y nunca te diste cuenta...pobre chico me das un poco de pena

—¿A qué te refieres...?

Estaba seguro de que era lo que diría, pero al mostrarme una cara totalmente sería y una sonrisa de lado supe que quizá sería más peor o tenía algo bajo la manga...

—¡¡Habla!!

—No lo creo, mejor que ellos te lo digan, ¿no crees?

—¿Ellos?

En una puerta salieron Kevin, Madison y Jungkook, mis ojos se comenzaron a aguar a un punto que no podía considerarlo...mis sentimientos eran tan malos que me empecé a imaginar cosas, en mi cabeza comencé atar cabos y empezaba a concordar...

—No, ¡¡maldito!! ¿qué les dijiste? ¿qué hacen ellos aquí? Jungkook...eres...eres mi amigo...

—No, a ver vamos de paso a paso...Kevin inicias y después mi hermosa Madison y para finalizar con broche de oro nuestro amado Jungkook

—No tengo que decir mucho, yo acepté trabajar con él por _______ ambos sabemos que él podría haber acabado con ella si no la cuidaba, además sabía cosas que ella necesitaba, además que la amo y no la dejaría sola nunca

—Lo sé y te agradezco que cuidaras de _______ pero sabemos que ella no te ama, aun así gracias por ponerla en riesgo desde el primer momento al no decirnos, imbécil— En ese momento recibí un golpe en la clavícula por parte de los hombres de Carlos después Madison se colocó al frente mío...

—Escúchame Tae y escúchame atentamente...yo soy quien se llevó a Nara y quién la alejó por ti durante tanto tiempo...fui yo la que te hizo tanto daño y...y deje de amarte hace tanto tiempo, yo trabajaba desde más tiempo atrás con Carlos...al principio de nuestras salidas comenzaste a gustarme pero realmente no mucho...cuando nos acostamos me di cuenta que era realmente lo que quería y lo que me gustaba era eso...el sexo por tu lado pero mi misión era llevarme a Nara pues ella cumplía los requisitos adecuados para ser una prostituta más

—¡¡¡No...no es cierto!!! Carajo— Mis ojos me empezaban a dar picazón y mis lágrimas solo cayeron, estaba teniendo un ataque de enojo y tristeza, quería matarla en ese mismo momento —dime qué es una broma, dime qué él te obligo a decirlo Madison... ¿Sabes cuánto te busqué? ¿Sabes cuánto me costó sacarte de mi corazón? ¿Sabes cuántas noches me repetía el que era mi culpa? Termine siendo un asesino por tu culpa, termine odiándome por mucho tiempo gracias a ti... mierda...es como si me hubieras matado en vida...

Madison solo se alejó y sentí de nueva cuenta un puñetazo pero esta vez era un gran dolor el que invadió mi estómago pues otro de los hombre me había golpeado en el estómago pero con unos anillos para nudillos...

—Ah esto se pone mejor...Vamos Jeon dile

—Jungkook, no tú no, no por favor...

Jungkook se acercó a mí, podía ver sus ojos y no estaba mintiendo, no había manera de que el trabajara con Carlos, no podría tragarme ese maldito cuento, pero aparentemente así era, así de jodidamente complicado era todo.

—Yo solo te diré que tengo un tiempo con Carlos ¿sabes por qué el día que recuperaste a Nara y Maadison Cheng no era el correcto? Exactamente, yo le dije a Carlos que estarían ahí y perdón, pero tenía que ver por mi futuro, tú te habías fijado en aquella niña y ambos no podíamos rodearnos de ti...perdón Kim pero dejé de ser tu amigo cuando la escogiste a ella por sobre tu equipo, tu familia y por sobre tu mejor amigo.

Mis ojos se aguaron totalmente y comencé a llorar movía mi cabeza de un lado a otro negando lo innegable yo no quería que Jungkook me dijera la verdad pero realmente mi cabeza estaba haciendo fríos cálculos los cuales no falla ninguno todo concordaba pero me costó tanto el poder creer que el era una persona mala, prácticamente yo lo vi crecer y me cuesta pensar que el me apuñaló en la espalda... nuevamente el mismo hombre me golpeó pero en el ojo, ya a este punto no estaba seguro que era lo que más me dolía si su traición o los golpes, ya ni siquiera sabía la definición del dolor.