Chap. 5 Cruel Reality

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Louis estaba curando su herida, un ceño fruncido mientras lo hacía, como si estuviera nadando en pensamientos tan profundos que lograban irritarle y, aun así, sus dedos eran suaves al aplicar la pasta y vendar la mano de Harry.

La situación parecía, y se sentía, mucho más íntima de lo que era en realidad.

Magda observaba cada movimiento que daban las manos de Louis, ya que en realidad no era muy bueno con las curaciones, pero este no había dejado que nadie más se le acercara. También estaban los otros omegas y betas, quienes, aunque estaban ordenando un poco el lugar, les enviaban miradas poco discretas a ambos y luego a sus manos.

Con un nudo suave y un pequeño asentimiento de Magda, Harry supo que Louis había terminado e iba a darle las gracias cuando sus miradas se juntaron y quedó allí, con su boca abierta, hundiéndose en la profundidad del mar que reflejaban sus ojos.

—Magda, necesitamos un lugar libre. -La voz de Dorian retumbó en el lugar, un omega inconsciente en sus brazos, cadenas aun en sus muñecas y harapos por ropa que apenas le cubrían las cicatrices y las heridas sangrantes.

Tras él había otros dos omegas, ambos con miradas temerosas y caminando tentativamente, vestían los mismos harapos y portaban cicatrices notorias en todo el cuerpo.

Y de un momento a otro todos sabían que hacer. 

La mayoría de los omegas dejó la habitación con bolsos claramente con más vendas para curar a sus compañeros heridos, Dorian se alejó por el largo pasillo y Magda tras él, los betas que quedaron en la habitación, sacaban comida y cosas de los barriles y cajas, preparando una comida improvisada.

—Vengan, esta comida es para ustedes. —Dijo Louis, su voz ahora era suave, su postura era amigable y sus leves feromonas, que por un momento se volvieron agrias por el enojo de ver sus heridas, ahora era dulce.

Lisa tomó a Harry del brazo y lo jalo hasta la mesa donde solía trabajar Magda, ella tomó un artefacto raro y a él le entregó un cuenco con hierbas, entre susurros explicándole que debía hacer con ellas. Ambos se pusieron a trabajar, ella tomaba algunas hojas y frutos del cuenco y los molía mientras Harry las separaba y limpiaba, ambos girándose a mirar como iba la situación de vez en cuando.

Louis parecía no haber logrado que se acercaran, pero les seguía hablando desde donde estaba sentado, su mano sosteniendo la madera con sus nudillos blancos era lo único que denotaba la rabia que llevaba dentro.

Pasos se escucharon y todos esperaban ver a Magda o Dorian, pero un beta que Harry desconocía fue quien apareció, marcas donde antes había cadenas le dieron la pista necesaria para saber que también había sido un esclavo.

Se acercó lentamente junto al capitán y rozó su hombro con el dorso de su mano, demostrando su apoyo a Louis y que estaba a salvo...al igual que ellos ahora.

—Creí escuchar un alboroto. —Su voz era profunda, rasposa, casi como si no estuviera acostumbrado a usarla mucho.

Ambos Omegas los veían aterrados, sus ojos viajando de Louis al beta, sus posturas tensas y cabezas gachas.

—Nos atacaron pero ya vencimos. —Louis contestó sin girarse, pero su voz y actitud no habían cambiado.

El beta se giró levemente, casi como si algo hubiera llamado su atención. Harry intentó ver en la misma dirección pero solo estaban los mismos dos omegas.

—Veo que salvaron a más de nosotros, muchas gracias. —Su voz esta vez sonó casi estrangulada, una leve sonrisa en sus labios. Se agacho y, con voz suave dijo. —Ven aquí, sé que los tres tienen hambre y, les prometo, aquí nadie les hará daño. —estiró su mano, las marcas y cicatrices visibles para todos, pero su sonrisa solo seguía creciendo.

The Crowned Pirate (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora