Bochorno

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Es hasta que Mingjue baña de cálido semen el interior de Xichen, que logra calmarse y enfocar sus pensamientos, Xichen tiene varias marcas en todos su cuerpo, ahora yace totalmente dormido, rubicundo y con algunos restos de lágrimas corriendo por sus mejillas.

Mingjue siente cierto pánico al rememorar cómo Xichen había eyaculado en su mano un par de veces y le había pedido que se detuvieran un poco, la piel de las nalgas se ve roja y Mingjue simplemente no se había detenido...

El...no había podido detenerse. Ver las reacciones de Xichen le habían sumergido en un placer oscuro y desbordante, irrefrenable e incontrolable.

¿Lo había violado? ¿había actuado en contra de los deseos de Xichen? Mingjue no sabe que es lo que pasó con el, apenas habia visto a Xichen el deseo por tener sexo con el habia nublado sus pensamientos. Xichen gime en sueños y entre abre los ojos, la fatiga se refleja en los ojos claros y una sonrisa diminuta se dibuja en su boquita amada y enrojecida.

-Gege... eres malo, te dije que te detuvieras...-

como si fuera un gatito, se acerca a su pecho y se acomoda hermosamente a su lado, buscando su calor y mimos que Mingjue no duda en dar.

-perdoname... ¿te lastimé?- más dormido que despierto, Xichen sonríe y da besitos en su pecho. -voy a necesitar una compresa en el trasero algunos días, pero ya puedo presumir que me fui en vez de venirme-

Todo el miedo y la angustia que Mingjue sentía en su interior desaparece ante ese comentario. -duerme mi vida, en la mañana pediré un desayuno en la habitación-

Xichen suspira y se resguarda con mucho amor en ese abrazo protector, murmura algo que no se entiende y finalmente vuelve a dormir de manera profunda.

Mingjue sabe que está soñando. Frente a él hay un Xichen de cabellos largos y túnicas blancas que llora frente a un cadáver decapitado, Huaisang, vestido con túnicas y cabello larguísimo, a su lado, abraza a Xichen y los dos tratan de darse consuelo. Cambia la escena, es otro tiempo, otro lugar, pero él y Xichen son amigos, se quieren tanto, Mingjue simplemente se va. En varias ocasiones se va y Mingjue no quiere hacerlo, no quiere dejarle, pero no puede detenerse. Hay tanta mortificación en su corazón, sabe que desde siempre, en todos los tiempos, en todas las vidas ha amado a Xichen y quiere permanecer a su lado, cuidarlo, atesorarlo, amarlo... ¿entonces por qué se va? Un aroma acanelado llama su atención. Hay cortinas de seda roja, dorada y blanca colgando por toda la habitación, Minjue atraviesa todas las telas, una risita coqueta le atrae, alguien le está llamando.

-Lider Nie... te he esperado tanto...- Mingjue es empujado hacia una mullida cama, cuando nota la situación se ve desnudo y sexualmente excitado, entre las cortinas, una silueta pequeña se dibuja y el policía nota con terror como Meng Yao sale desnudo y hermosamente excitado. Las sedas acarician la piel perlada arrancando suaves gemidos de aquella pequeña y aterradora criatura.

-jefe Nie... te deseo tanto, tanto...- el menor gatea en la cama y se coloca a horcajadas encima de el, lento, muy lento comienza a empalarse encima suyo y Mingjue siente vergüenza y furia de sí mismo, por verse en tal situación. Su corazón trata de evocar a Xichen, lo ama, él jamas le seria infiel, pero las caderas pequeñas de Meng Yao lo tienen totalmente atrapado y se mueven con cadenciosa lujuria, montándole impúdicamente.

-ah... jefe Nie...- los gemidos y el aroma le están ahogando. Se incorpora tratando de huir de aquella sensual bestia pequeña y cual es su sorpresa, cuando despierta, Xichen está encima suyo, montándole y dándole placer.

-ah... Gege... despacito...- la piel afiebrada de Xichen y su pecho cálido le dan la bienvenida. Parece ser, que mientras Mingjue estaba dormido ha tenido una erección y Xichen se ha despachado solito. El menor busca su boca, acaricia sus cabellos y mece su pelvis suavecito, dando y recibiendo placer de ese miembro clavado en el interior de su cuerpo.

Sin pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora