Pasión

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-¿te duele mucho?- indaga y Mingjue asiente. -como el infierno, creo que mi ojo se saldrá...- una sonrisa oscura se dibuja en su rostro y Xichen le da un golpecito en el hombro. 

-¡estoy hablando enserio Xiong!- los dos ríen y de la nada, Mingjue coloca sus manos en la cadera de Xichen y lo atrae hacia sí, resguardandolo entre sus piernas.

-señor Lan... ¿quien iba a pensar que eras descendiente de Jean-Claude Van Damme?- Las mejillas de Xichen se sonrojan, le da mucha vergüenza que Mingjue piense que es una clase de maestro de artes marciales. Siempre le ha gustado mantener una apariencia de serenidad y amabilidad. -actualmente no peleo, en este tiempo no, solo permití que mis memorias actuaran... ¿te molesta?- 

Mingjue le mira con intensidad -¿molestarme? por dios Xichen, te veais tan sexy, quería que pusieras tu pie en mi pecho y me amenazaras a mi... eres toda una caja de sorpresas-

Xichen sonríe tímidamente halagado. Termina de limpiar la herida, coloca un pequeño vendolete y aplica un ungüento frío en el cardenal. 

-¿no habrá beso sanador?- bromea Mingjue cerrando los ojos como si realmente estuviera esperando un beso. Xichen recuerda ese viejo truco de su madre actual, cuando se lastimaba, solía curar su herida y darle un "beso sanador" que curaría todo más rápido.

Xichen se inclina y brinda un amoroso beso en la mejilla. La barba de Mingjue pica en su boca pero la sensación es bastante bonita.

-perdoname Dage... -

-no te disculpes por defenderte, me da mucho orgullo saber que eres un hombre muy fuerte que puede protegerse de esa manera...- Xichen se acerca a él, como gatito en busca de cariño, como Mingjue sigue sentado y el de pie, los dos quedan a una altura perfecta. Mingjue sujeta su cintura y lo jala más hacia sí y Xichen rodea sus hombros, empezando un beso pasional y hambriento.

-te extrañe mucho Dage...- 

-yo más, te  juro que quería escaparme de la maldita oficina e ir contigo-

Se vuelven a besar y pronto los dos acarician el cuerpo ajeno.  Realmente están muy excitados en muy poco tiempo. Ambos apenas y tienen la cordura de ponerse de pie y a base de trompicones y malos pasos, logran llegar escaleras arriba a la habitación de Mingjue.

Las manos de Xichen tiemblan cuando quita la chamarra y la camisa del mayor. El dorso fuerte y lleno de músculos grandes y definidos le da una cordial bienvenida. rápidamente rodea su cuello de nuevo, acaricia los cabellos cortos y oscuros, lame el cuello grueso y resigue con las manos cada centímetro de piel que tiene a su alcance. Los dos arden a puro fuego y es imposible detenerse para ese momento.

-oh Xichen me vas a volver loco...- Mingjue hace lo propio, quitando la ropa superior, se prende a uno de los pezones y lo lame, después se va al otro y lo trata de la misma caliente manera. da vuelta a Xichen, apoyándolo contra la pared y da atención al cuello blanco, la espalda delgada y atlética, acaricia el abdomen plano y pega su pelvis a las nalgas firmes y vestidas, sonríe al escuchar los gemidos del menor, un gruñido sale de su garganta y continúa rozando ese perfecto trasero.

Pronto los pantalones siguen el camino de las camisas y Xichen no puede mantenerse en paz. empuja a Mingjue hacia la cama y le hace recostarse, el policía ve maravillado como Xichen se inclina y lame su pene, lo introduce en su boca y chupa como si quisiera llevarlo a lo más profundo de su garganta. No puede creer que estuvieron tantos años en un estira y afloja y ahora, esten explotando tan pasionalmente.

-ven acá... dejame chuparte a mi tambien...- Xichen se deja guiar, le da mucha pena esa posición, pero el 69 es lo más erotico y placentero que alguna vez haya hecho en su vida. Mingjue lo lame amorosamente, introduce todo su pene, hasta lo más profundo de su garganta, después mima con la boca y la lengua cada uno de sus testiculos y de ahí se sigue a su ano ahora punzante.

Sin pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora