Aphros Delos - Aether x Eula (Volumen 1)

Volumen 1: Prólogo

La primera vez que escuché de ella, fue de la misma Caballera Exploradora de Favonius, aunque a estas alturas llamarla por su nombre oficial al ser amigos es mera cordialidad, Amber me contó de ella en una de nuestra tantas salidas de aventuras por aquellos días que pase en Mondstadt.

De solo mencionar el apellido Lawrance; se podía percibir el repudio que generaba ese apellido en el rostro de muchas personas que vivían en la ciudad de Mondstadt.

¿Es correcto odiar a una sola persona, una persona que busca proteger a la ciudad como cualquier otro caballero solo por lo que significó el nombre de su familia en el pasado?

Al menos puedo estar seguro de una cosa. Solo conocen la historia que envuelve todo su ser, pero nunca; jamás; las personas querrán conocer lo que en verdad puede ser un Lawrance liberado a sí mismo de esas duras cadenas; más en específico, conocer a la Lawrance que esta fuera de todo ese detestable significado.

Cuando ella se lo propone, puede ser la persona más amable, caritativa, agradecida y de vez en cuando social como cualquier otra persona que he conocido en Mondstadt.

Ocultarse tras esa actitud arrogante, carente de emociones, de alguna manera defendiendo el "honor" de su apellido, solo genera en ella más angustia, más dolor, más sufrimiento. Todo esto y más me fue contado por Amber.

-"¿Por qué lo hizo tan arbitrariamente ante mí?"

Tal parece que ella había encontrado un refugio, no solo en Amber o Sara; en mí también. Eso llamó gratamente mi curiosidad, por eso prometí que cuando volviera a Mondstadt, me encantaría; no solo pasar el tiempo junto a ella para conocer su pasado y lo que la ata a ser lo que no le causa felicidad.

Quién sabe.

Tal vez las cosas mejoren en cuanto le haga entender a las personas que existe una Lawrance que se desliga de todas las características de lo que una vez significó ese apellido en Mondstadt.

Me gustará saber que destino le depara al renacer de esta familia. Sin duda quiero estar ahí para verlo.

-"Aether, el día de mañana regresaremos a Mondstadt, ¿cierto?"

-"Sí."

-"Paimon se pregunta a qué se debe esa sonrisa tan repentina en tu rostro."

-"Es un secreto."

-"¡No seas así con Paimon!"

Aunque la tenga pegada a mi rostro una y otra vez sin tener el debido respeto a mi espacio personal, intentando sacar una solo palabra de esta sonrisa que me tiene atrapado desde que comencé a recordar mi propósito de regreso a Mondstadt, mis labios estarían sellados inclusive después de conocer mi plan inicial.

Cuando lleguemos se lo diré. Nuestra nueva misión. Aunque más que nuestra misión, mi misión. Contarle ahora mismo solo me generaría un parloteo aún más molesto y sin cesar de su parte durante todo el camino.

-"Solo relájate, Paimon. En el momento que estemos en Mondstadt y veamos algunos amigos te lo contaré."

-"Hmm, bueno." Respondió cruzada de brazos fingiendo molestia como casi siempre para obtener lo que quiere.

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Muchas veces es realmente placentero para mi cuerpo estar recostada sobre el césped, dejar que la naturaleza toque mi cuerpo; sentir el cuerpo adormecido por completo, dejando llevar tus pensamientos a lo más recóndito de tu memoria para solo centrarte en lo que esta frente a ti.

-"Hacia mucho tiempo que no veía el cielo de esta manera tan tranquila."

Ver pasar las aves libres, sin querer devolvían a mi esos pensamientos del pasado, pensamientos que chocaban con mi propia tranquilidad. No eran tan fuertes como en otros momentos, así que dejaba que congeniaran; mis deseo de paz eran más grandes que las de esos recuerdos. Aun así era inevitable pensar en mi libertad.

-"Libertad... eso no va conmigo."

Sinceramente, era impropio de mi persona pensar que algo como la libertad pudiera relacionarse conmigo pese a nacer en Mondstadt, jamás tuve esa opción, o tal vez sí.

¿podría contar el desafiar a mi familia como libertad? Creo que sí.

Pero es un libertad pasajera, unirse a los Caballeros fue solo un mero caprichoso para molestarlos, después de todo eso no cambiará jamás de donde vengo, ni como verán las personas hasta el final de mis días. Ni la mayor venganza que pueda propinar sobre ellos cambiaría las cosas para mí.

Ser rechazada no esta tan mal, tengo tiempo para mí misma. Mentirte a veces puede ser algo reconfortante, me es imposible no sonreír con mis propias mentiras; al menos era algo solo para mí.

-"Debo volver pronto a ver a Jean." Seguramente debe estar preocupada por mí como de costumbre.

Juro que me vengaré de ella por eso algún día. Llegará el momento en que mi venganza podrá ser llevada a cabo contra todos.

De momento me queda disfrutar el poco tiempo que me queda de tiempo libre mientras regreso a la ciudad. De vuelta a la realidad... De vuelta a mi realidad.

El regreso de la odiada Lawrance a su jaula de libertad.

Suena casi hasta poético viniendo de mí.