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—Mira, hasta ya tienes más color que yo— dijo Jennie días después, compararon sus manos, dónde las de la menor además de ser grandes y huesudas, eran más pálidas, en comparación a las de Jisoo, más pequeñas y gorditas, su piel de un tono más amarillo o casi naranja.
Jisoo no se sintió capaz de alegrarse por eso.
—Jennie, ¿Desde hace cuánto tiempo estás enferma?
Jennie hizo una mueca y se tomó el tiempo para responder.
—Lo de los riñones fue hace unos... Siete años, y tengo leucemia desde hace casi dos.
—No es justo— murmuró Jisoo.
Jennie alzó la vista hacia ella.
—¿El que no es justo?
—Que yo salga de esto primero... Yo llevo unos meses con esto, unos cuantos, pero- Igual tu tendrías que salir de aquí primero.
Jennie comenzó a reír, Jisoo no entendía el porqué.
—¿Qué seas la primera? ¿Qué te pasa? Estás hablando con quién venció el cáncer una vez antes, ahora te toca a ti, es justo, después me va a tocar a mi de nuevo y ahí, Kim Jisoo... Te seguiré ganando y será injusto para ti.
Jisoo tardó un momento en sonreír, aunque no estaba convencida para nada de todo eso.
—Hey— Jennie se acercó más a ella, colocando sus piernas sobre el regazo de Jisoo, acariciando su cabello con sus dedos—, yo estoy genuinamente feliz por tí, Jisoo— dijo, con una sonrisa—. Y tú también deberías estarlo.
>>No está mal estar feliz por uno mismo, aunque los demás no estén igual que tú, no deberías menospreciar tus propios logros y victorias, Jisoo... porque son maravillosas y geniales cómo tú.
Jisoo sonrió con las mejillas rojas, bajo la cabeza, algo avergonzada.
—Te mereces esto, te mereces las cosas buenas.
Jennie se abrazó a ella, dejo su nariz presionando en el cuello de la mayor.
—Tú sí que eres una cosa buena.
—Soy una persona, no te confundas— dijo Jennie, arruinando su romanticismo—. Si, Jisoo, soy tu cosa buena, ¿Has visto este culo?
Jisoo rió por el comentario, la chica seguía teniendo esa capacidad de hacerla reír con cualquier cosa, en todo momento.
—Te amo, Jennie.
—También te amo.
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