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"Un deseo que se convirtió en telarañas llenas de mentiras, un enredo de engaños, con pasión y dolor.
Un amor lleno de destellos de luces, que cegó, envolvió, destruyó y evolucionó todo a su paso.
La vida le enseñará que las obsesiones suelen se...
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Maratón 2/2
Londres, 03 de marzo del 2020.
Hoy es un martes muy aburrido, escucho a la maestra hablar, pero mi mente está muy lejos, todavía no he averiguado quién me envío las flores y eso me de mal humor y tengo hambre, algo que no es raro en mí. Hoy me reuniré con Killian, iremos hacernos unos tatuajes. Mejor dicho, él me acompañará hacerme unos tatuajes, como buen amigo que es. Todavía no sé qué me quiero hacer, aunque tengo varias opciones, cuándo este allá me decido.
—Y recuerden chicos, ya deben de tener claro lo que quieren hacer para la exposición. ¿Quién ya empezó con su trabajo final?
Varios alumnos levantan la mano y eso me hace recordar que compre todos los materiales para empezar con mi trabajo y todavía no tengo ni puta idea de lo que quiero plasmar en el lienzo. No me voy a desesperar, algo me llegará a la mente, antes del viernes. La maestra sigue hablando y dando otra vez las pautas y la fecha límite para entregar las obras.
—Si no tienen dudas, doy por terminada la clase, nos vemos el jueves, que tengan un bonito día.
Recojo mi libreta de apuntes y lápices de la mesa y salgo a pasos apresurados del salón de clase, termino chocando con varias personas en el pasillo, murmuran un lo siento y sigo caminando, me estoy muriendo de hambre, hace media hora le mande un mensaje a Killian para que nos reuniéramos en restaurante japonés que queda cerca de aquí antes de ir al estudio de tatuajes. Salgo del edificio y cruzo la calle y veo a Kill recostado de su Audi esperándome fuera del restaurante.
Vestido totalmente de negro, con unos lentes Gucci, mirando la hora en su rolex y llamando la atención de todas las personas que le pasan por el frente, Killian siempre hace eso, llama la atención de quién sea que lo rodea, él tiene esa chispa que lo hace llamativo para tus ojos, que lo observes hasta cansarte.
Me miro en la ventana del auto que tengo al frente, me arreglo el pelo y cruzo la calle parando el tráfico con cada paso que doy. Veo a una chica tratando de llamar la atención de Kill y él la ignora, la mira de reojo y vuelve su atención a su reloj, pobre chica, ella se aleja cuándo me ve caminar hacia él.
—Hola Kill.
—Hola fea, ¿Cómo pasaste tu cumpleaños?
—Como siempre en casa viendo películas con mi papá y comiendo bizcocho de red velvet.
—¿Me vas a contar lo que estabas haciendo en Italia?
—Hace unas semanas conocí a alguien y bueno, digamos que hizo un plan infalible solamente para tener relaciones sexuales con él sin que se diera cuenta que era conmigo que lo estaba haciendo —Killian va haciendo distintas expresiones mientras voy hablando —, y bueno, lo mande a investigar para que me dieran cierta información sobre él y así fue como llegue a Italia, a su discoteca, lo seduje, me lo folle y salí de ahí como si nada hubiera pasado y aquí estoy contándote mi pequeña aventura.
