Braille

04 || Agradecido

#TócameConAmor

Veinte de abril

KIM TAEHYUNG

Cuando Park Jimin apareció, hace dos semanas, sonriendo como un bobo no podía creerlo, de verdad.

No es que no quiera que Jimin sea feliz, espero que no me malentiendan pero… ¡Cielos!

Usualmente es callado y solo ríe de algunas cosas, extraño al Jimin que vino a mí el día trece. Había una sonrisita boba en su cara y hasta dijo que quería teñirse el cabello. ¡Ah! ¡Moriría por ver a Park Jimin tiñéndose el cabello nuevamente!

Antes de que se deprimiera mucho más, solíamos pintarnos el cabello todos los meses, Jimin ya ha usado todos los colores posibles en su cabello. Siempre que sentía que iba a decaer, que no soportaría el peso en sus hombros, se teñía el cabello. Y así es como yo podía ayudarlo.

Como él podía ayudarse a sí mismo.

Y viendo a Jimin sonreír animado y mostrarme una cartilla de colores de cabellos me hizo sentir un montón de cosas; lo suficiente como para que, mientras él estuviera apuntando un color rojizo, yo suelte sin ningún filtro, sin ningún control:

—¡Salí con Jung Hoseok!

—¿Hm?—arqueó una ceja, mirándome sorprendido.

Es un día caluroso, un viernes caluroso y Jimin está usando una camiseta sin mangas—algo que no veo hace mucho tiempo – y mirándome impresionado, mantiene la boca abierta. Casi tres segundos, sus labios se convierten en una risita divertida:

—Jung Hoseok… ¿mi psicólogo de grupo?

—También salí con tu psicólogo personal.—Añadí, cerrando los ojos nerviosamente y Jimin carcajea. Lo cual es una sorpresa, porque casi me olvidé de lo preciosa que era su risa.—¡Y después con los dos!

Muchas cosas sucedieron desde el día doce, cuando llevé a Jimin a ese hospital para que le cosieran las muñecas y fui parte de un grupo de terapia.

Sabes… cuando escuchas algo dentro de ti, diciéndote bajito y con mucho cuidado: ¿tú también eres importante…?

Tampoco lo había escuchado hasta ese día, cuando el chico ciego, sentado en la almohada frente a mí dijo que nunca podría realizar sus propios sueños, no porque fuera ciego, sino porque su madre apenas lo dejaba ir solo al baño.

Y recuerdo haber sido grosero, pero no pude evitarlo.

—¿Entonces por qué no estableces límites? ¿Por qué no le dices a tu madre que también eres un ser humano y que necesitas tu espacio? Tipo… No sé, soy consciente de que no quieres lastimarla porque es tu madre y todo eso, pero, eventualmente todos los hijos salen de casa, ¿entiendes? Todos los hijos crecen y ella no puede querer castrarte porque no puedes ver. ¡Todavía puedes hacer lo mismo que todo el mundo! Aun puedes ir a la universidad, casarte, tener hijos y todas esas cosas. ¡No tiene sentido!

Recuerdo que cuando dije eso la sala quedó en un silencio incómodo y Jungkook me agradeció. Sí, me agradeció.

Dije un montón de tonterías y él dijo:

—Gracias. Creo que necesitamos vernos a nosotros mismos más veces como lo estás diciendo.
Creo que después de todo también somos importantes, ¿cierto?

Y fue cuando por primera vez pensé: a fin de cuentas, yo también soy importante, ¿cierto?

Entonces… Llamé al doctor súper bombón para salir.