Caballos, carruajes; es lo mismo, ¿No?

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—¡Hola!—gritó Changbin mientras entraban a una tienda. La mujer detrás del mostrador, abrió los ojos de sobremanera para que después apareciera una gran sonrisa en su rostro.

Salió detrás del mostrador y se apresuró a abrazar a Changbin , la mujer abrazaba al mercenario con tanto anhelo y dulzura que a Felix le dieron ganas de salir de ahí para dejarlos disfrutar su momento.

Vio cómo la mujer se limpiaba las lágrimas a la vez que se separaba de Changbin y dirigía su mirada hacia él.

Felix sin saber que hacer realmente, solo atinó a sonreír tan encantadoramente solo como él sabía.

—Pero que bonito muchachito haz traído Changbin —la mujer avanzó hacia Felix y le agarró las mejillas con ternura—. ¡Mira estas mejillas tan suavecitas!

—Sana...—masculló Changbin mientras trataba de que la mujer soltara las mejillas de Felix, quien se veía un poco abrumado.

—Siempre has sido muy celoso, Seo Changbin—se mofó Sana. Soltó a Felix y le dio un empujón al mercenario que hizo que chocara con el joven de cabello rojo—. Aunque, con este niño ¿Quién no se pondría celoso? ¡Está hermoso!

—Nosotros no...—se apresuró a decir Changbin pero fue interrumpido con un chasquido proveniente de la mujer—. Como sea, sé que no me va a creer... vengo para que nos arregle. Vamos a ir de visita al reino.

Sana se estremeció ante las palabras de Changbin y lo miró con preocupación pero éste solo asintió ligeramente. Tenía que cumplir con la misión.

—Su familia es noble, así que tiene que verse muy elegante. Yo necesito un traje de guardia. En realidad serán tres trajes pero los otros dos están haciendo otras cosas.—con su mano en la espalda baja de Felix, entraron por una puerta que estaba perfectamente oculta detrás de la fachada de la decoración—. Solo tiene que ajustar un poco los trajes que hizo el año pasado y estaremos listos.

—Sabía que sí te gustaron—dijo orgullosa mientras una sonrisa aparecía en sus labios—. No por nada esta línea se iba a llamar el...—sus palabras murieron en su boca cuando se dio cuenta de lo que iba a decir, así que solo carraspeó y se dispuso a buscar algún diseño que hiciera ver mejor a Felix—. Tengo un traje que nunca le mostré a nadie, iba a ser para el segundo hijo del Rey, pero olvidé mostrarle el diseño. Y estoy segura de que a este muñequito le quedará de maravilla.

Sana desapareció por una puerta mientras mascullaba acerca del traje que tenía para Felix. Para después de un par de minutos regresara chillando de felicidad por haberlo encontrado.

—¡Aquí está!—alcanzó la mano de Felix y lo arrastró dentro del vestidor, le dio las prendas y cerró la puerta—. Estoy segura de que tu chico se verá muy bien con esto.

—Él no es mi chico—farfulló, desviando la mirada hacia el maniquí que lucía el traje que él usaría, ya que había sido creado exclusivamente para él.

Sana viró los ojos y negó con la cabeza mientras una sonrisa socarrona bailaba en sus labios.

—Changbin ... ¿Qué ganas con negarlo? Siempre supe que no te gustaban las mujeres.—y el mercenario no dijo nada, ya que era totalmente cierto lo que la mujer decía. No tenía porqué refutar nada—. Y también sé que eres muy cerrado respecto a tus sentimientos, pero no tienes que ocultar lo tuyo con el precioso chico ahí adentro, por lo menos cuando estén conmigo.

—Realmente, Sana, Felix y yo...—y antes de que Changbin pudiera terSanar la frase, Felix salió del vestidor.

Y Changbin quedó completamente anonadado con la elegancia, gracia y belleza que irradiaba Felix.

𝙱𝚘𝚍𝚊 𝙴𝚚𝚞𝚒𝚟𝚘𝚌𝚊𝚍𝚊 |𝙲𝚑𝚊𝚗𝚐𝚕𝚒𝚡| (𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora